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“¡Bienvenidos a la Copa Colegial 2009!”. Éstas fueron las palabras enunciadas por la delegada del conjunto local, Trudy Rutherford, al iniciar la presentación de las jugadoras, que con tanto entusiasmo estábamos esperando los amantes del baloncesto colegial.

Llegó la hora de la verdad. Y, tanto el Colegio Americano como Irlandesas, no querían quedarse fuera del torneo a las primeras de cambio, por tanto, el espectáculo estaba asegurado, puesto que, a buen seguro, ambos equipos lo iban a dejarse todo en la pista. Así fue.

A priori, no había una favorita clara. Por un lado, según comentan desde el Colegio Americano “hace cinco años se rompió el proyecto del baloncesto femenino en nuestro colegio, pero desde hace dos o tres años hemos podido confeccionar un equipo para poder presentarlo. Esto es bueno, pero también es evidente que las chicas llevan poco tiempo jugando juntas”.

Por otro lado, el técnico visitante señalaba que “ellas son mayores y más fuertes. Nuestras jugadoras son casi todas cadetes de primer año, pero tenemos un punto a favor: la velocidad”. La clave se encontraba en quién fuese capaz de llevar el partido a su terreno, las locales a un juego más pausado y de más fuerza bajos los aros, las visitantes cansando al rival con una buena defensa y salidas rápidas al contraataque.

¡Balón al aire!Desde el primer minuto de partido quedó reflejada sobre la pista la intensidad que los entrenadores habían pedido a sus chicas en el minuto previo al comienzo. Los dos equipos salieron con la idea clara de que gran parte de las posibilidades de victoria pasaban por consolidar una buena defensa, así que ambos practicaron una presión a toda cancha que fue la clave de que en el minuto 5 figurase en el electrónico un resultado bajo (5-3).

En las locales, dominaba en la pintura Sofía Glorioso (Mejor jugadora AND1 de su equipo), que estaba haciendo mucho daño a sus rivales en la pintura, al ser capaz de anotar debajo del aro con facilidad, además de sacar una cantidad considerable de faltas. Por Irlandesas destacaba en la dirección del juego, Belén Yébenes. Al final, el primer asalto se lo llevó el Colegio Americano por un apretado 11-9.

En el segundo cuarto, las chicas salieron con otra actitud. Se dejaron los nervios y las ataduras iniciales en el banquillo y, empezó a verse un juego mucho más agresivo, intenso y certero. Sobre todo, por el bando visitante que logró endosar un parcial de 11-20. El segundo fue el período más espectacular e intenso del partido. Los dos equipos se dejaron la piel en una defensa a toda pista, que las locales acaban en zona, y las visitantes en individual.
Se impuso la individual asfixiante de Irlandesas, que buscaban constantes 2x1 en las esquinas de la pista para forzar las pérdidas de las Lancers. Además de esto, las de amarillo ofrecieron muy buenas maneras a la hora de salirse de la presión de su rival, así como al montar el contraataque. Así fue como, a base de golpes de velocidad lograron marcharse en el marcador y poner tierra de por medio al borde del descanso (20-29), renta que les fue suficiente para aguantar el resto del partido.

En la reanudación, Irlandesas salió más fuerte para sentenciar el encuentro lo antes posible y demostrar que el arreón final del segundo cuarto, liderado por Laura De Hita (máxima anotadora de su equipo con 12 puntos), no fue un espejismo. Y no lo fue. Al igual que al comienzo del partido, Yébenes anotó dos bandejas que ponían el marcador muy cuesta arriba para las chicas del Colegio Americano 20-36 (min. 20). Pero, las locales no estaban dispuestas a tirar el partido antes de tiempo y comenzó la reacción. Alentadas por su público y de la mano de la escolta María Aranguren, se pusieron el mono de trabajo y empezaron a recuperar el terreno perdido.

El último período arrancó con dos puntos de las Lancers desde la personal con los que lograron superar la barrera psicológica de los diez puntos (30-39). Las locales se vinieron arriba y un tapón de Sofía Glorioso hacía soñar a sus aficionados. ¿Sería posible culminar la remontada? Un triple de Beatriz De Pablo, cuando su entrenador pedía más calma, a lo que se añadió la magistral dirección de Raquel Yébenes (gemela de Belén), pausando el juego cuando su equipo más lo necesitaba en los minutos finales, mataron definitivamente el partido. Sin embargo, la nota amarga de la tarde la puso la lesión de Andrea Jáuregui que sufrió una sobrecarga en los gemelos que causó mucho dolor a la jugadora, obligando a abandonar el partido de manera irreversible.

Finalmente, sonó la bocina y el marcador se quedó en un 39-49 que demuestra que las locales pagaron ese primer peaje que casi siempre obliga a cumplir la inexperiencia, y, aunque dicen “hasta luego” la competición, dieron la cara ante un equipo que demostró que si lima algunos detalles puede llegar a cotas más altas en esta nueva edición de la Copa Colegial.

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