Copa Colegial ABC 2009

Ambiente de lujo, gran entrada y mucho ruido en el pabellón de la calle Castelló para recibir a las peligrosas Caimanes de San José del Parque.

Muchas preguntas rondaban a los aficionados durante la presentación de los equipos: ¿Podrían las jóvenes y aguerridas Osas de Pilar doblegar a uno de los conjuntos más fuertes de la competición? ¿Bajarían su rendimiento las Caimanes lejos de La Ciénaga? ¿Influiría en la cancha la infernal atmósfera de una Osera volcada con sus chicas? ¿Decidiría el partido la clase de las playmakers “Magic” Rodríguez y Cuevas? ¿O la batalla clave la librarían Arranz y Astarloa bajo los tableros? Afortunadamente el balón ya estaba en el aire…

Los dos equipos salieron muy enchufados de inicio, con acierto en los tiros, pero las visitantes se adelantaban ligeramente gracias a su poderío interior. Las Osas pilaristas sabían que tenían que suplir su falta de centímetros con un plus de esfuerzo, y a ello se dedicaban de manera admirable, alentadas por su afición. San José del Parque mandaba, pero ocasionales arrebatos de las locales en forma de robos y contraataques las mantenían con vida. Las canastas se vendían muy caras y ambos conjuntos se aplicaban en pegajosas defensas individuales.

Tras un tiempo muerto, coach Yáñez ordenaba a sus Caimanes una presión en todo el campo de la cual huían con astucia las escurridizas exteriores de Pilar. Sobre la bocina del primer cuarto, Astarloa conseguía un 2+1 que levantaba el pabellón y dejaba el marcador en 11-9. La intensidad de los minutos vividos hacía temer por el corazón de jugadoras y aficionados si se mantenía ese trepidante ritmo.

Pero el entusiasmo y la pasión en la cancha sólo iban a ir en aumento, y en los primeros minutos del segundo cuarto todas las jugadoras se aplicaban con ferocidad y cada balón se luchaba por los suelos como si fuera el último. Por medio de transiciones rápidas y, aprovechando su mayor velocidad, Pilaristas conseguía igualar el marcador por primera vez, pero la respuesta llegaba rápida en forma de un fulminante triple de “Magic” Rodríguez. Superar a las Caimanes iba a requerir un esfuerzo tremendo, ya que a pesar de la igualdad, las chicas del Parque del Conde Orgaz parecían más capaces de marcar el ritmo del partido, apoyadas en parte en su mayor poderío físico.

Y en estos momentos tan parejos empezó a hacerse grande, inmensa, la figura de Elena Arranz, dando un recital de movimientos en el poste bajo y anotando con facilidad los tiros libres. Su exhibición provocó que en los últimos cuatro minutos del primer tiempo el parcial fuera de 0-9 para las Caimanes, que se iban al descanso con diez puntos de ventaja.

¿Partido decidido? ¡Ni mucho menos! En el intermedio Coach Azcaray aseguraba que las Osas creían en la remontada, que sólo habían tenido un par de minutos malos y que se veían capaces de todo. Por su parte Coach Yáñez no quería ni oír hablar de la idea de tener ya el partido en el bolsillo, y se mostraba insatisfecho con la actitud de sus jugadoras en el balance defensivo y en el rebote, donde estaban siendo superadas en contra de lo esperado. El entrenador de las Caimanes es muy exigente con el trabajo defensivo y quiso destacar la gran labor en ese aspecto de la escolta Irene de la Cruz.

Con el balón de nuevo en juego, la cancha se vio arrasada por un huracán azul: la escolta Covadonga Yrazusta tomaba el mando, las locales se marcaban un 6-0 a velocidad de vértigo y la afición enloquecía.

Ni los cambios ni un tiempo muerto servían para que las Caimanes pudieran contener a unas Osas desatadas que no paraban de correr, y un frenético Coach Yáñez era sancionado con su ya tradicional técnica marca de la casa… Y justo cuando las chicas de Maristas ya sentían el aliento de sus rivales en la nuca (sólo tres puntos de diferencia), las Caimanes recibían la peor noticia posible: Elena Arranz tenía que retirarse por lesión, con lo que perdían a la que estaba siendo su referencia en el momento más crítico.

Con las rivales crecidas, el miedo empezaba a cundir en las filas verdes, hasta el punto de que por primera vez en toda la competición parecían vulnerables. Si no querían verse superadas era necesario un cambio urgente de actitud, pero ¿había alguien capaz de liderar una reacción así en condiciones tan adversas? Estoy seguro de que los aficionados conocen la respuesta…

Por supuesto fue Cristina Quiroga, toda calidad y pundonor, la que se echó al equipo a la espalda cuando nadie daba un duro por ellas. Un canasta alucinante con adicional incluido fue el pistoletazo de salida, y a partir de ahí comenzó a pedir el balón una y otra vez, erigiéndose como una auténtica líder en lo deportivo y en lo anímico. ¿Se repetiría la historia del cuarto anterior, con parcial abrumador para las Caimanes? Coach Azacaray no estaba dispuesta a consentirlo y pediría un nuevo tiempo muerto, pero Quiroga estaba “on fire” y no la hubieran enfriado ni todos los tiempos muertos del mundo. Anotó nueve puntos en apenas cuatro minutos, el parcial para las Caimanes fue de 0-10 y las Osas empezaban a quedarse sin tiempo y con las fuerzas muy justas.

En el último cuarto, las chicas Pilaristas salieron con ganas y lo intentaron de todas las maneras, especialmente por medio de Cristina Escalona y los rebotes de Astarloa, pero se estrellaron contra la zona 1-3-1 hábilmente ejecutada por las Caimanes. Cuando el cansancio hace mella, anotar los lanzamientos exteriores es cada vez más complicado, y a pesar de no perder nunca la fe, ya se habían vaciado y no llegaron a inquietar a sus rivales.

Las Osas disfrutaron de los gritos de apoyo y la cálida ovación que les brindaron sus compañeros de colegio, que sabían apreciar el enorme esfuerzo realizado contra un equipo superior, y abandonaron la competición sabiendo que no hace falta ganar para sentirse ganador. No obstante, si hay un mensaje claro que nos dejara su actuación es que, si bien el presente es verde, el futuro pinta de color azul…Atentos a estas indomables osas…

Por su parte las Caimanes siguen adelante con una plantilla que da miedo por la constelación de estrellas que posee.

El duelo en semifinales contra las Halcones de Estudio va a ser de los que hacen época: muchos creen que éste podría ser el año del Caimán, pero en Estudio la ambición es máxima por colgar un Estandarte que lleva dos años escapándose en el último suspiro. Dos auténticos equipazos frente a frente, dos colegios con un mismo sueño…

¡Baloncesto colegial en estado puro! ¡No se lo pierdan!