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Primero hay campeones y campeones, y luego están los que además de conseguir levantar el estandarte consiguen que a través del baloncesto un colegio entero se reúna en torno a un equipo formado por alumnos. Eso fue lo que sucedió en el Colegio Maristas hace dos años, cuando en la primera edición de la Copa Colegial y Bifrutas en la Costa del Sol el equipo situado en Calle Victoria logró cosas muy al alcance de pocos. Todo hay que decirlo, el año pasado en Asunción sucedió algo muy parecido, pero lo de Maristas fue espectacular.
Por tercer año consecutivo vuelven a la carga con un equipo más que renovado. De aquel equipo campeón de chicas en 2014 tan solo quedan dos jugadoras, en la ESO por aquel entonces, y en 2016 han aprendido tanto que serán las líderes de un conjunto que espera volver a sentir esos nervios por el baloncesto colegial que las caracterizan. En cuanto a chicos, finalistas del año pasado, algunos ya han vivido lo que es jugar un partido de estas características y no dudan en que quieren volver a vivirlo.
Hablamos con Salvador Merat, coordinador deportivo del centro, quien nos cuenta que la Copa Colegial es una competición que para el colegio “significa poder participar en una experiencia entre iguales, disfrutando del deporte que tanto gusta a los chicos y chicas”. “Lo que hemos conseguido a través de esta competición es que haya un sentimiento por el deporte colegial que nos enorgullece. En las dos ediciones que hemos participado ha habido un llenazo enorme, tanto de profesores como de familiares y alumnos que han venido a apoyar a los equipos que participan”, sentencia Salvador. Además, al ser un colegio ya ‘veterano’ en estas lindes tienen licencia para valorar lo que ha sido el BALONCESTO COLEGIAL en los últimos dos años a través de la Copa Colegial. “Desde Maristas Málaga hemos apostado desde el principio por este modelo de deporte ya que es nuestra razón de ser. Y de la misma manera intentamos inculcarle a los chic@s este interés”.
En el pabellón del colegio, aquel lugar donde el Mayoral Maristas hizo realidad el sueño de muchos, aún resuenan los gritos de ánimos de todos. El reto este año es, si toca jugar en casa algún encuentro, volver a llenar las gradas. “Habitualmente vienen muchos compañeros y familiares a presenciar los encuentros de los chic@s mayores. En esta ocasión, por el formato de esta actividad, haremos una mayor difusión entre toda nuestra comunidad educativa”.
Nunca hay rival fácil, “todos son complicados y más con el formato de competición que tiene”, pero la ilusión de ganar y volver a ser el mejor colegio de Málaga puede con todo. “En nuestro pabellón, junto al estandarte que ganaron nuestras chicas hace dos años, hay un sitio muy bonito para poder colgar otro”.