No es capaz de quitarle la ilusión a los Llops de Claret la doble derrota de 2018. En ambos casos, los futuros campeones (Badalonès y Gracia Kostka) han apartado en esta última edición de la pelea por el estandarte a un centro que no pierde la esperanza de volver a vivir dos años mágicos.
Fue en 2015 y 2016, cuando Claret se aupó a lo más alto de la Copa Colegial en la ciudad donde compite, que no es otra que Barcelona. En primer lugar, fueron los chicos, que hicieron historia venciendo en una disputada final (55-52) a Maristes Sants. Ante más de 1000 personas que llenaban las gradas del colegio claretiano, los 20 puntos de Andrew Tunnah decantaron un choque al que los locales habían llegado sufriendo amagos de infarto.
A la emocionante final que disputaron 24 de abril de hace ahora casi tres años y medio, hay que añadir emocionantes eliminatorias previas frente a Sarriá St. Ignasi o Bon Pastor. Todas ellas con final feliz, inaugurando el palmarés de un colegio que estuvo a punto de hacer doblete (las chicas perdieron ese mismo año la final).
No tendrían que esperar demasiado para volver a levantar otro trofeo más a lo alto del colegio. O en esta ocasión, al cielo de Badalona, en el pabellón de la escuela La Plana. Corazonistas, que llegaba con la vítola de vigente campeona de la Copa Colegial, cedió ante la revancha de las chicas de Claret. La hermana Andrew, Ariadna Tunnah, fue la jugadora más destacada (10 tantos) de un encuentro dominado por las defensas y que ganaron las Llops por 27-29. Crónica de la Final.
Fue la última vez, hasta la fecha, que el colegio del barrio Camp d'en Grasso se llevó el estandarte de un torneo con una sede muy repartida en entorchados. Dos años que quieren homenajear con un doblete en 2019 un colegio que ya forma parte de la historia de la Copa Colegial,y el cuál no queríamos pasar por alto.
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