La edición de este año avanza con paso firme y el próximo día 20 de febrero será el décimo aniversario de la competición en Barcelona. Fue en el 2013 cuando La Copa aterrizó en la ciudad condal y lo hizo para quedarse. Nuestro protagonista de hoy también, Xavier Saura. Amante del baloncesto, jugó hasta el 2020 en primera categoría catalana. Su pasión sigue intacta y después de la pandemia juega con amigos en un club llamado Kobras. No solo juega, sino que también entrena, y es en esa faceta en la que es historia viva de la Copa Colegial Barcelona.
Fue el primer entrenador en ganar el cuadro masculino, hace ya casi una década, dirigiendo a Aula Escola Europea en su primer estandarte. Esa memorable final se jugó a los pies de uno de los emblemas de la ciudad, la montaña del Tibidabo, en el pabellón de Jesuïtes Sarrià Sant Ignasi. Un pabellón lleno hasta la bandera y con personajes ilustres del baloncesto como Audie Norris, también conocido como “Atomic Dog”. Jugó en la NBA y el FC Barcelona e hizo el saque de honor del partido.
Durante estos 10 años, Saura ha dirigido ininterrumpidamente al colegio catalán en todas las ediciones en las que ha participado. Ha capitaneado a más 50 de chavales diferentes en la Copa y estas son sus sensaciones y recuerdos de la competición:
- ¿Qué recuerdas de tu primer partido como entrenador en la Copa?
- Creo recordar que fue contra Bon Pastor en el pabellón de Aula, y fue un partido muy chulo, en el que disfrutamos muchísimo.
- ¿Qué es lo que más te gusta de un partido de Copa?
- En estos años como entrenador lo que he podido ver es que los jugadores que juegan fuera del colegio van con mucha mucha ilusión de representarlo. Ese plus de jugar con sus compañeros de toda la vida, con los que no han podido jugar más allá de Educación Física o el recreo les da un extra de motivación. Además, la manera de afrontar el partido es diferente, realmente salen a disfrutar, si se gana o se pierde es secundario.
- En tus diez años como entrador, has visto la evolución de la competición, ¿cómo la valoras: crees que tiene límite?
- La evolución es brutal, en esa primera edición fuimos 8 escuelas con equipo masculino, y este año somos más de 30, hay colegios que no conocía. Limite no hay, ahora mismo ya tenemos una final nacional, y lo que hay detrás de eso es muy chulo. Si cada vez más escuelas conocen La Copa el límite es muy difícil de conocer, cada año hay más participantes y no parará de crecer.
- ¿Cómo valoras las nuevas normas de arbitraje?
- Dan mucho dinamismo a los partidos, y lo hacen más divertido. En los entrenos con los chavales eran ellos mismos los que me decían “mira esto nuevo que van a implementar”. Están muy motivados con la competición.
- Los streams llegaron la edición pasada a la competición, ¿Qué te parecen?
- Es una de las cosas buenas, si hay alguna, que nos ha dejado la pandemia es esto. Poder ver los partidos desde casa nos hace llegar a todos y el seguimiento es brutal. Hay mucho material por ver, y es el futuro, tanto para la Copa como para todos los deportes.
- ¿Algo que añadirías o quitarías de la edición?
- Quitar, no quitaría nada, sí que es verdad que la posibilidad de perder en primera ronda y no jugar otro partido es a veces duro para los chavales y el colegio, y puede saber a poco. Pero también es la magia de la competición y ahí los chicos también han de saber que a veces la vida es así.
