Querida Copa Colegial Barcelona,
Después de casi 5 meses llenos de emoción y trabajo, hoy toca despedirnos. Ha sido una edición increíble, con momentos inolvidables que ya se han grabado a fuego en las mentes de jugadores, entrenadores y aficionados… Momentos en los que, entre todos, hemos demostrado al mundo por qué la Copa Colegial es la mejor competición del viejo continente.
Arrancando en Francia, (el Liceo Francés de Barcelona está en territorio geopolíticamente francés) donde el maestro Sergi Àlex oficializó el primer huddle de la Copa y llegando hasta las pistas de la gloriosa Alquería del Basket valenciana, donde España vió a La Llauna coronarse con el oro nacional… Este año la Copa Colegial nos ha enseñado muchas cosas:
La Copa nos ha enseñado que a veces, en esta vida, los sueños se cumplen… y sino preguntenle a Edu Canals, quien tras perseguir desde los 15 años el sueño de la Copa con La Llauna ha tenido que esperar a su última bala para ganar el preciado estandarte.
La Copa nos ha enseñado también a que a veces no hace falta vencer para ser leyenda… Lestonnac y Pifma ya forman parte de los libros de la historia, con un paso por el torneo espectacular que promete mucho de cara a las próximas ediciones y que ha demostrado que desde las viejas glorias hasta las más recientes escuelas, todos los equipos han entendido y sentido el espíritu de la competición al máximo.
La Copa nos ha enseñado a ser familia; a que la fuerza del grupo es imparable y más si está Ubuntu de por medio… Que a veces hay que creer en grande para que el pasar de no haber ganado nunca un partido a ser 5ª de España sea una realidad y no un milagro.
La Copa nos ha enseñado que el cielo es el límite. Que en el básquet y en la vida, uno puede acabar hasta con el más temido de los gigantes si se lo propone, por mucho que nadie más allá de los Quatre Cantons de un humilde instituto público crea en ti.
La Copa nos ha enseñado a que a veces los más grandes también pierden… nos ha demostrado que tras caer solo queda levantarse para volver a reinar y que, ya seas un Chavalier o una Dreamer, en el SantGa Arena nunca caminarás solo.
La Copa nos demuestra que hay veces donde la resiliencia es nuestra mejor aliada, y que en esta vida hasta los superhéroes pueden fallar… Súper Mario, la vida te debe una Copa Colegial.
La Copa nos ha enseñado que da igual el idioma o la procedencia: que ya sea American, European or International, uno es Colegial por encima de todo. El lenguaje universal es el baloncesto y los valores de esta competición son respetados en todos los colegios de la Ciudad Condal.
La Copa nos demuestra que aunque ella se detiene, la vida sigue su curso y cada uno de nosotros seguimos haciendo camino… ya sea en la laureada Kikeneta o en la imbatible Condeneta.
La Copa Colegial nos ha enseñado muchas cosas pero sobretodo nos ha enseñado que con humildad, trabajo, respeto y mucha pasión: todo es posible.
Muchas gracias Copa Colegial, ya te echamos de menos.
Nos vemos en 2024.
