Los pupilos de Il Capo Lisard vuelven a ganar en casa y viajan hacía octavos de final. El sublime Diego Chíes lo peta de nuevo y Nico Díaz se viste de Cupido metiendo el triple más romántico de la historia. Bruguers se vuelve a Gavà con la cabeza bien alta, compitiendo hasta el final y demostrando que han venido a la Copa Colegial para quedarse.

Día memorable para la Copa Colegial en Barcelona y es que era la primera vez en la historia que un superjueves caía en año bisiesto, superjueves un 29 de febrero inmaculado en el que se iban a disputar hasta 6 partidazos en cuestión de horas. Algo que provocaba un frenesí total y que, sumado al Mobile World Congress, ponía a la capital catalana en el foco de toda la atención mediática.
Ahora era la organización la que, a bordo de la Batguie, la moto oficial de la competición, se plantaba desde Sant Adrià del Besós tras dar cobertura al duelo entre Sant Gabriel y Salesians Horta, de urgencia al corazón de la ciudad condal para cubrir el match debido a una baja de última hora. Día de locos más loco que un martes loco del Telepi, pero conseguíamos llegar a ver el que pintaba como uno de los duelos más trepidantes del día: el Jesuïtes Casp - Institut Bruguers.
A la llegada al templo Jesuïta, lo de siempre: ambientazo top al que ya nos tienen acostumbrados los de Casp y llenazo hasta la bandera con un ruido que se escuchaba desde la calle Roger de Llúria. A falta de GPS, uno podía encontrar rápidamente el lugar donde se iba a disputar el match solo dejándose llevar por unas ondas sonoras que, como canto de Sirenas, atraían a varios curiosos que no dudaban en entrar al patio y echar un vistazo al partidazo del día en la mejor competición escolar de Europa.

 

 

 

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En la pista todo estaba listo y con unos mesa tope de top, que diría Coach Iandrey, como lo son Gemma Boera y Pep Pons al mando, acompañados de Claudia Blancafort, que se estrenaba con sus primeras estadísticas. Antes de ir al turrón, no podíamos pasar por alto los impecables coaches que teníamos en los banquillos: Don Marc Alzina para Bruguers, que cargaba a los suyos de energía como si el Higher Power de Coldplay se tratara y al otro lado Lisard Domingo, Il Capo de la Copa Colegial, con un look que bien podría hacer agachar la cabeza al mismísimo Al Pacino. Vaya duelo se avecinaba. Los visitantes que venían desde Gavà dispuestos a dar guerra y los locales que querían volver a ganar en casa y repetir la gesta de los octavos de final.

Ahora sí, balón al aire del Sheriff Toni Aguilar, árbitro top con un porte elegantísimo a lo Humphrey Bogart, y primera bola para los de casa que salían a por todas. El que picó primero sin embargo fue Bruguers, que abría el electrónico de la mano de un incommensurable Guillem Noguera y que demostraba que había venido hasta Barcelona para dar mucha guerra. La respuesta de Casp fue rápida y se valió del de siempre, del que nunca falla, del tipo al que le confiarías las llaves de tu casa y si hiciera falta hasta la hipoteca: Don Diego Chíes Príncipe de Casp, que con la precisión de otro Diego, Velázquez, ponía a los suyos arriba y remontaba el arreón inicial de los de Gavà.
El primer cuarto estaba siendo mucho más igualado que lo que predijo Sergi Morcillo en sus predicciones de TikTok, y es que una vez más se demuestra que el pobre no se entera mucho. Pero más allà de eso, estaban siendo unos primeros minutos frenéticos en los que un jugador estaba brillando por encima del resto, como si de la estrella Sirio sobre el firmamento se tratara: Mateo Artigas. El pívot estaba siendo pura potencia en la zona y con sus más de dos metros de altura hacía y deshacía como le daba la gana. Al final del cuarto 11-6 para los locales y el público de Casp pasándoselo pipa. 

El segundo cuarto seguía la tónica inicial del match: toma y daca constante o, lo que nosotros llamamos: básquet total. Un baloncesto frenético que solo se vive así en la Copa Colegial y al que se le sumaba el show de Eloy Ruiz, que hacía volar a los visitantes y que aguantaba el tipo corriendo toda la pista sin cesar, no por nada es el capitán del navío gavanense. Aunque, como no podía ser de otra forma bajo la atenta dirección de Il Capo Lisard Domingo, los de Casp no daban su brazo a torcer tan fácilmente y seguían haciendo su juego en casa arropados por los suyos. Primero Mario López con una canasta “yo me lo guiso yo me lo como” y luego Andrés Pérez que con un triplazo desde prácticamente el aula de música revolucionaba el patio Jesuïta y ponía a los locales 12 arriba. Canchero sin parangón el “capi” de Casp que se lo pasaba teta en la pista y que peleaba cada balón como si fuera el último, se nota que sabe bien que la Copa Colegial solo se vive una vez en la vida. El último arreón lo daban los visitantes con un Víctor Pech que estaba en su Prime, como la bebida de moda en la Copa, y que demostraba ser un jugador de muchos quilates maniobrando en la pintura como si se tratara de El Nano. Jesuïtes que cerraba el segundo período con +8 y demostrando una solidez bárbara digna de un equipo muy trabajado.

 

 

 

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Media parte en la que aprovechábamos para ver caras conocidas en la grada, (esta vez sin bengalas) como la del TikToker Segarra, que no solo lo peta en las redes sociales sino que además le chifla la Copa Colegial, no se pierde ningún directo y por lo que sabemos es muy hincha de los de Casp. También veíamos a la inigualable Cristina Ruiz, alias Unnika, que con su ultra espectacular cámara captaba todos los detalles del match: fotones 4k propios de la ACB y es que Cristina está comprando muchas papeletas para ser la mejor fotógrafa de la Copa Colegial Barcelona 2024. Única.

Pero vayamos al turrón, porque ya empezaba a rodar la bola bajo la atenta mirada de los más de 200 espectadores que abarrotaban la cancha a los que hay que sumar los y las curiosas que lo observaban todo desde los balcones del patio interior del Eixample. Fiebre colegial que se expande por toda Barcelona. Mola. Aunque el que sí que mola y mola tela es el crack Toni Sastre, que se marcaba un triple que hacía sonar el chof hasta en el colegio Lestonnac y que disparaba a los locales en el luminoso. A él se le sumaba Carlos Blay, el ala-pívot de Casp que tras un reverso que pondría cardíaca a Patricia, la CEO de Stepback, encestaba bajo el aro y ponía patas arriba a la afición jesuítica. A todo esto el sheriff Toni Aguilar seguía impartiendo la ley a base de miradas, y es que ya lo dicen que una mirada vale más que mil palabras y el colegiado Aguilar lo sabe de sobras: con él las protestas ni de broma. Y de hecho, dejó a ambos equipos sin tiros libres BIE debido a las constantes quejas. Bruguers que pese a todo el runrún del patio no se dejaba intimidar y seguía plantando cara y de qué manera: Guillem Noguera primero y Simón Aguilera después sumaban para los suyos y recortaban distancias. El 9 de Bruguers estaba firmando un partidazo y pescaba más rebotes que Jeremy Wade en aguas del Amazonas, crack de altura.
A todo esto, y con los de Gavà buscando la remontada, Casp aprovechaba cualquier despiste para robar y salir a la contra, como bien hizo Sebastià Sastre que, con un coast to coast de manual, ponía a los suyos +11. Lisard sabía que el plan estaba siguiendo su curso y celebraba a lo bestia la canasta del base jesuïta: 49-40 y Casp acariciaba octavos.

A la retoma salida en tromba de los visitantes que gracias a un inspirado Àlex Hita se ponían en un pim pam sólo 5 abajo.
Ahora Casp se veía contra las cuerdas y no quedaba otra que defenderse y apretar los dientes, ante un Bruguers que estaba logrando algo histórico, y es que eran el único equipo que con presencia de una jugadora femenina estaban disputando la segunda ronda de la Copa Colegial. La crack Meritxell García firmó muy buenos minutos y hasta regaló una asistencia, demostrando que Gavà tiene un nivel muy top, también de baloncesto femenino.
Pero los de casa estaban con su gente y eso siempre tiene un plus: Nico Díaz la metía de tres dibujando una parábola que emocionaría a Arquímedes y, al momento, Pau Reguant nos regalaba el jugadón de la tarde con una finta histórica que dejaba a su marcador en el suelo y celebrando la canasta con un On your face para enmarcar. Maestro de ceremonias. 
Unos últimos minutos en los que Casp carburaba como una Kawasaki Ninja y lo hacía principalmente gracias a Diego Chíes, un crack que lo barría todo en defensa y que, si te despistabas, te podía robar hasta los calzoncillos. Un DieGOAT Chíes que no solamente defendía sino que también lucía sus mejores pasos en el tapete de la calle Pau Claris: reverso a lo LeBron y cap a dins. 57-46.
El colofón a una tarde histórica para los Jesuïtes la puso Nico Díaz, la cabra de esto, que se vestía de Jordan y se marcaba un triplazo sin parangón con dedicatoria incluida a una tal “M” que por lo que pudimos ver, estaba en la grada y quedó embelesada con el crack local. 
Bocinazo final y victoria para los Jesuïtes 64-54 en un partidazo memorable para ambos, y es que los de Gavà comandados por Marc Alzina firmaron una actuación brillante, compitieron hasta el final y se quedaron a las puertas de la victoria en un patio siempre complicado como es el de Casp. Los pupilos de Lisard Domingo aseguran su billete a octavos y ya esperan al sorteo del Lunes a las 12:00h para conocer su rival. Diego Chíes, Nico Díaz y compañía están listos para lo que sea. 

Los MVP’s Santalucía del partido fueron Nico Díaz (Jesuïtes Casp) y Edgar Fernández (Institut Bruguers)