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Siempre hablamos de lo qué significa la Copa Colegial. Los valores que impregna la mejor competición escolar de Europa en los cientos y cientos de escuelas que compiten con un deseo tenaz por todos los rincones de España. Pero pocas veces tenemos la ocasión de que ellos mismos nos cuenten cómo lo viven.
Hoy lo hacemos. En Madrid, Santa María la Blanca, Buen Consejo y Liceo Sorolla nos dan su previa de cómo afrontan el día del estreno en una edición, la número 14, que tiene a todo el mundo fidelizado.
"Afrontamos esta primera participación con muchísima ilusión y a la vez con mucha incertidumbre por todas las cosas tan positivas que hemos oído hablar de la Copa, además y no lo voy a negar con un cierto nerviosismo por saber si podemos dar el nivel que nos gustaría dar y también porque somos locales en nuestro primer enfrentamiento.
Un aspecto que hace si cabe mucho más bonita la participación en esta edición de la Copa, en cuánto a lo que soñamos es ir poco a poco y llegar lo más lejos posible, evidentemente la final está lejos pero siempre es un muy bonito objetivo, desde estas líneas también agradecer tanto a la dirección del colegio como a las personas responsables de la Copa en Madrid que nos hayan permitido disfrutar de este sueño".
“Llevamos muchos años como colegio viviendo la Copa Colegial. La vivimos desde las gradas, soñando con verla desde dentro. Vivimos cada celebración, cada abrazo, cada caída y cada grito de ánimo.
Y todo lo que hemos visto queremos vivirlo, queremos afrontar la Copa siendo una familia, la familia que hemos visto y en la que hemos crecido, la familia del Buen Consejo.
Soñamos con hacer disfrutar a la gente con nuestro baloncesto, con hacer magia a pesar de ser la primera vez que jugamos todos y todas juntos. Soñamos con ser capaces de aprovechar esta oportunidad para crear lazos con compañeras y compañeras de otras generaciones".
"Tras la salida en 2018 del histórico junior femenino del colegio, han sido necesarios dos años para volver a reunir chicas suficientes para el equipo. Es un equipo muy joven pero con mucha calidad. Sólo una jugadora es junior de 2º año y es la única con experiencia copera, así que nos queda equipo para rato. La mayoría juega fuera del colegio pero hicieron todo lo posible para hacer realidad su primera participación en la Copa... y lo han logrado.
Mónica del Río (2002) fue en su día la jugadora más pequeña del equipo. Ser cadete de 1er año no fue obstáculo para jugar ya en 2016 su primer Copa y ser pieza fundamental del pase a octavos de final en 2017, mejor resultado histórico del equipo. Ahora es la jugadora más veterana y alma mater del mismo, pero conserva la ilusión de aquel debut en Villaeuropa. Será su última presencia en la Copa así que todos queremos que sea una gran despedida, tanto en la pista y como en la organización del evento.
(Chicos). El equipo es el mismo bloque que el año pasado. Juega en liga federada, pero nada que ver con la Copa Colegial, evidentemente. Todos son jugadores de 2º año y su objetivo es meterse en octavos de final y dar la sorpresa. Sin duda, sería una gran despedida para los jurásicos en su último año copero".
¡Suerte hoy a todos los colegios!
#TienesQueVivirla