Hace más de dos décadas, la Copa Colegial Madrid empezó a establecerse como un hito en el ámbito deportivo estudiantil, atrayendo a jóvenes talentos que quieren compaginar lo académico con lo deportivo. En la primera edición de estas legendarias series colegiales, las semifinales entre Estudio y Pilaristas dejaron una marca indeleble en la historia del torneo. Dos jugadores se destacaron en ese enfrentamiento épico: Juan Miguel Goenechea, de Pilaristas, y Pablo Ruiz, representando a Estudio, que ahora hablan con nosotros justo antes de esa histórica final.

- No te pierdas el programa Conexión Colegial con Juan Miguel Goenechea y Pablo Ruiz 

Para Juan Miguel, aquel partido significó una oportunidad única de demostrar su destreza en la cancha y liderar a su equipo hacia la victoria. En su mente, el fervor competitivo y la determinación estaban a flor de piel, alimentados por el deseo de alcanzar la gloria colegial. Cada pase, cada cambio de mano y cada tiro representaban un paso más hacia la final.

Por otro lado, para Pablo Ruiz, la semifinal fue una prueba de fuego que puso a prueba su habilidad para enfrentarse a rivales formidables. Con una mezcla de nerviosismo y emoción, Pablo asumió la responsabilidad de liderar el ataque de Estudio con su juego creativo y su destreza en ambos lados de la cancha. Para él, el partido no solo representaba una oportunidad de alcanzar la final, sino también de dejar su huella en la historia de la Copa Colegial.

El enfrentamiento entre Estudio y Pilaristas no solo fue un choque deportivo, sino también un duelo de estilos y de voluntades. Ambos conjuntos se entregaron en cuerpo y alma sobre la cancha, desplegando un espectáculo de intensidad y pasión que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos hace más de dos décadas (2002). Los momentos de brillantez individual se entrelazaron con la estrategia colectiva, creando una atmósfera de competencia feroz y camaradería deportiva.

A pesar del resultado final, tanto Juan Miguel como Pablo recordarán aquel partido como un capítulo inolvidable en sus carreras deportivas. El valor de la amistad, el compañerismo y el espíritu deportivo se destacaron por encima de la rivalidad en la cancha. Y aunque solo uno de los equipos pudo avanzar a la final, la verdadera victoria residía en el legado de camaradería y pasión que dejaron aquellos jóvenes jugadores en la historia de la Copa Colegial Madrid. Ellos mismos lo recuerdan.

Juan Miguel Goenechea (Pilaristas)

Lo que le viene a la cabeza de 2002. "La mejor palabra que sentimos de ese momento es que fue algo único. Lo que se vivió en ese torneo fue algo único, y dejó una sensación de pertenencia que me parece asombroso. Todo lo que he escuchado desde que se celebró esa final hasta ahora es un reconocimiento tremendo. Cuando la gente oye hablar de Copa Colegial, sabe de lo que le hablas, y le da el valor que tiene".

¿Qué es la Copa Colegial? "Una competición que iguala a todo el mundo. Recordamos ese torneo como algo excepcional, por lo bien montado que estuvo, por la deportividad entre ambos equipos, y por la trascendencia que tuvo. Me gustó mucho que Pilaristas ganara el primer torneo de las Series Colegiales, ya que se reconocía el trabajo que el colegio hace con este deporte".

Pilaristas, sin título desde entonces. "Me sorprende que no se haya ganado en más de 20 años en el colegio, pero acepto que es muy difícil, porque hay muchos colegios que lo hacen muy bien. Estoy con muchas ganas de ver esa final, y comprobar lo bien que estamos".

Significado de esta competición en el ámbito nacional. "Por lo que yo percibo, todo son buenas noticias. He colaborado con el torneo, y sigo vinculado. Me parece que el espíritu que se transmite es sano, y se ha sabido mantener en lo alto pesar de los altibajos y navegar la ola que tiene un torneo con recursos limitados. Ojalá pueda seguir así muchos años".

Pablo Ruiz (Estudio)

La grandeza de los halcones. "Es verdad que no nos imaginábamos que Estudio iba a ser el colegio con más estandartes de la Copa, aunque pensándolo bien tampoco es descabellado. Estudio es el segundo club, solo por detrás de Estudiantes, que más licencias federativas tiene en la FBM. Por ello, aunque solo sea por afición e impulso que se le da al baloncesto, es coherente. En los colegios, Estudio siempre ha sido de los primeros y por eso no es descabellado. Ya en la propia competición federada se está a gran nivel, por lo que estamos muy contentos y espero una gran final contra Pilaristas".

#VuelvelaMagia