Un premio de tal envergadura, no podía entregarse en un sitio que no estuviese a la altura. Era el CaixaForum el lugar de encuentro que acogería los premios BSAA de Madrid; un reconocimiento que aúna la excelencia deportiva y la académica.

Tal y como comenzaba entonando Alberto López Ribé, el Presidente de la Fundación Baloncesto Colegial, se trataba de la decimosexta edición del premio, algo que dice mucho de su éxito y acogida. Además, Alberto, tras felicitar a los premiados, explicó a los asistentes el porqué del nombre inglés del premio, pues se trata de un premio que en sus inicios se concedía de la mano de la embajada de los Estados Unidos.

Tras ello, el Presidente proseguía su breve discurso recalcando que “este premio, como prácticamente todo en la vida, no se gana solo, sino rodeado de familiares, compañeros, profesores… por lo que también el premio debe honrarles a ellos”.

Fue Sergio García-Muñoz quien posteriormente tomó la palabra a modo de presentador del acto. “Este premio honra los valores de la copa colegial”, decía. Unos valores que hemos podido observar durante todo el campeonato y que recogen el espíritu de la copa y el de todos sus participantes: compañerismo, deportividad, alegría, pasión, esfuerzo… Qué os voy a contar a los que seguís de cerca este majestuoso torneo. 

Finalizada la cálida bienvenida, se acercaba el momento de la entrega de premios y de dar protagonismo a los protagonistas: Daniel Ardila y María Álvarez, excelentes estudiantes y jugadores de baloncesto de Escolapios Pozuelo y Jesús Maestro respectivamente. Además, ambos colegios, con una larga trayectoria académica y baloncestística, recibían por primera vez este premio, lo que lo hacía más especial aún si cabe. 

Daniel Ardila, jugador y base de los lobos, ya tiene grandes recuerdos en torno a la Copa Colegial, puesto que el año pasado ganó la Copa Colegial de Madrid con Escolapios Pozuelo. Pero, Daniel no es solo un gran deportista con más de 20 puntos de promedio en esta edición, sino que con un 9.33 de media en primero de bachiller y un 8.11 en segundo, Daniel es también un excelente estudiante.

Un bonito vídeo que recuerda los momentos de Daniel vividos en la Copa Colegial daban paso a su hermano Pablo, quien no quería dejar pasar la ocasión de dedicarle unas palabras: “Nos han enseñado a todos que con esfuerzo y constancia se puede lograr todo”. “Todavía recuerdo cuando el año pasado pudimos jugar juntos y llevarnos el estandarte”, decía Pablo.

Un emocionado Daniel le toma el relevo a su hermano, tal y como hizo en la Copa Colegial, para decir unas palabras que solo aquellos que han podido jugar este torneo posiblemente podrán comprender:  “la Copa Colegial me ha dado uno de los momentos más importantes de mi vida: ganarla y jugarla con mis compañeros y mi hermano ha sido un sueño cumplido”. Y su discurso finaliza con la enhorabuena a Mery, la otra protagonista de la ceremonia y desde ahora amiga de Daniel. Porque, efectivamente, otro de los valores de la Copa Colegial es la amistad.

María Álvarez es jugadora de Jesús Maestro, una jugadora ejemplar en pista, en la que siempre apoyarse e ir de la mano, una jugadora de equipo. Y, a su vez, tal y como nos marca el premio que hoy recibe, es una gran estudiante, con un 9.89 de media en primero y en segundo de bachillerato. 

Para hacer honor a María, suben dos de sus mejores amigos a dedicarle unas palabras, de las cuales, queremos resaltar estas bonitas frases: “El premio a la mejor risa de este mundo”, “pocas personas son tan buenas, cariñosas y amables con el mundo como tú” “tú lo haces todo más fácil y haces más fácil la vida de los demás”, “estar siempre con una sonrisa no es fácil y eso dice mucho de ti” y “nos han enseñado que todo con esfuerzo se consigue”.

Tampoco quería dejar pasar la ocasión el coordinador de baloncesto de su colegio, quien expresó en nombre de todo Jesús Maestro el orgullo hacia María, su competitividad sana y con deportividad ante todo, y su una manera de ser única, siempre una sonrisa dibujada.

Ante tal avalancha de bonitas y emotivas palabras, María, tan sólo pudo agradecer a todos el apoyo y en especial a su colegio por inculcar valores como la alegría y perseverancia. Para cerrar el acto, María, nos dejó esta gran frase que tanto nos da para reflexionar: “el trabajo gana al talento si el talento no trabaja lo suficiente”.

Enhorabuena a los premiados. 

#ElDesafíodeTodos