Cuando este viernes se lance el balón al aire de nuevo en una Final de la Copa Colegial, unas decenas de chicos y chicas de Madrid estarán cumpliendo de nuevo el sueño compartido por todos; obtener para su escuela el estandarte de campeones.
Habrá sido una semana intensa para todos, llena de pensamientos, de conversación e ilusiones compartidas.
Habrán hablado de ello con sus hermanos; con sus padres, con sus compañeros de clase. ¿Vais a ir a vernos? ¡Claro; allí estaremos! Habrán compartido alguna complicidad con sus profesores; tal vez se hayan cruzado con la directora y les haya dado ánimos.
Ellos serán por décimo octava vez en Madrid (el sueño comenzó en 2002) los actores principales de una obra de teatro que incorpora a todos en la trama; el sueño colegial no es otra cosa que la idea del creador de nuestro deporte, un profesor de colegio, canadiense, en los Estados Unidos de finales del siglo XIX, para que su basketball fuese una aprovechada herramienta de transmisión de valores y de educación.
Y eso es lo que hemos tratado de hacer cada año en la Fundación de Baloncesto Colegial. Hemos tratado de vestir de gran colorido el mejor teatro de los sueños posible; aquel en el cual un grupo de alumnos ofrece a todo su entorno educativo la oportunidad de entrenar juntos el Sentido de Pertenencia, el Liderazgo, el Trabajo en equipo, el esfuerzo y el compañerismo.
Que el telón siga abriéndose cada viernes en las nueve ciudades españolas y en los más de 200 colegios que ponen en marcha la representación, y que la comunidad escolar y los patrocinadores puedan seguir disfrutando de algo que a todos nos compromete.
Balón al aire; arriba el telón.
Suerte a todos.
