Hasta las semifinales de la Copa Colegial. Firmando su mejor actuación de siempre en Madrid. Y cayendo en la prórroga ante el colegio más laureado del torneo como es Estudio. Lo de Virgen de Mirasierra este año en la capital es algo para no olvidar jamás por la escuela de la calle Masó.

Una participación memorable que ha dejado con sentimientos encontrados a sus protagonistas. El ejemplo, las palabras que traemos del delegado de los tiburones: un Alberto Lindón que reflexiona sobre “Quiénes Somos” en Mirasierra. Maravilloso.

“¿QUIÉNES SOMOS? ¿Quiénes éramos hace un par de meses? Compañeros compartiendo aula, amigos disfrutando de recreos… y una vida escolar envuelta en cierta rutina que, bueno, no dejaba de ser parte de un curso normal. Sin embargo, llegaba un nuevo anuncio de la Copa Colegial, una invitación que se colaría en nuestras agendas de la misma forma que el “inofensivo” caballo de Troya en una ciudad que se vería agitada como nunca en su historia. Sin perder de vista este antiguo símil del párrafo anterior os pregunto: ¿Quiénes éramos hace un par de semanas? Un equipo espoleado por un listón particular que, gracias al triunfo frente a Veritas, se había elevado hasta cotas nunca antes vistas en un Virgen de Mirasierra que pasaba a estar entre los 8 mejores de la capital.

La alegría resultante era cálida luz que acompañaba en un camino repleto de desconcertante incertidumbre. Bien, ¿Quiénes éramos hace 7 días? Un combinado del que incluso la misma Copa hablaba por el ruido que estaba causando al hacerse sitio entre los 4 semifinalistas de Madrid. A oídos de un servidor llegaba una noticia que, viendo las alturas de la película a las que nos estamos refiriendo, no debía ser considerada como tal: cierto nerviosismo se propagaba entre nuestras filas. ¡Somos personas, por Dios!

Enfrentarse al todopoderoso Estudio como visitantes y a las puertas de una final copera era un acontecimiento que no podía comenzar sin una sensación del estilo. Eso sí, benditos nervios aquellos que prendieron la mecha de una tarde explosiva. ¿Quiénes somos hoy? Perfectos desconocidos que decidieron unir sus fuerzas para hacer del tradicional torneo el hogar de una épica nunca antes vista. Osados inconformistas que, aun pudiendo echar el freno y prepararse para disfrutar de merecidos aplausos en fases previas, decidieron seguir acelerando con una fe ciega, cegadora y dispuesta a hacernos saltar sobre un abismo extenso como ningún otro. Héroes que calan hasta el punto de hacer que un servidor no pudiera contener las lágrimas al volver a casa el pasado viernes.

Personas de carne y hueso capaces de llevar a la realidad gestas propias de la más fascinante ficción. Aguerridos locos del baloncesto contra los que se ha tenido que usar de todo para evitar que alcanzaran la merecida final. Infatigables aliados en interminables guerras que empujaban a una rendición evitada también con apoyo de nuestra increíble afición. Inimitables piezas del puzzle al que llamamos EQUIPO. Poderosos compañeros, inolvidables amigos y personas de una valía única que, pese a no ser reconocidas con el título oficial de vencedores, cuentan con sólidas razones que las empujan a sentirse portadoras de una gloria, por supuesto, ligada por los siglos de los siglos al Colegio Virgen de Mirasierra. No está mal ver y sentir que somos parte de esta preciada FAMILIA”.

#ElDesafíodeTodos