Málaga huele poco a poco a baloncesto colegial. Cuando llega el mes de enero se ponen en marcha las máquinas y los avisos de que el tren está a punto de iniciar su marcha suenan a lo lejos. Los jugadores y jugadoras se ponen a pie de guerra para empezar a preparar una batalla que difícilmente olvidarán en sus carreras deportivas.

 Cinco ediciones, que se dicen pronto. Cuatro que ya tuvieron a sus Campeones y Campeonas y una quinta que nos traerá sin duda historias y situaciones dignas de ser contadas. En este reportaje trataremos de darle vida a un pasado reciente que no está olvidado ni mucho menos.

 La Copa Colegial 2014 parece que se celebró ayer, como quien dice. Era la primera vez que llegaba a Málaga la mejor competición escolar del momento, la más interesante, la más llamativa y sobretodo, la más atractiva. Los valientes que se calzaron las botas para salir a la cancha a pelear por ser los mejores pasarán a los anales de la historia por haber sido también los primeros en levantar el estandarte de campeones. ¿Quién no recuerda aquellas dos finales entre los chicos del Colegio Miramar y SAFA ICET y las chicas de Maristas y San Estanislao? Dos finales irrepetibles, disputadas en dos pabellones completamente abarrotados y de forma simultánea que coronaron a los de Torremolinos y a las de Calle Victoria como los justos vencedores. El Colegio Miramar, con Daniel Candelas al frente, superó a los de El Palo por 65-59, con un Álvaro Germán en estado superlativo que se convirtió en el MVP con 32 puntos y 10 rebotes. Dobles figuras para un chico que tiene cerca de su cama un trofeo inigualable y del que se siente “tremendamente orgulloso por haberlo ganado junto a mis compañeros de clase”. Maristas tuvo el honor de escribir su historia en la competición en letras de oro ante unas gradas con más de ¡¡500 personas!! La locura se desató en Maristas donde las pupilas de Yiyi del Río hicieron valer su superioridad física y vencieron a San Estanislao por 56-48. En ese partido, que tuvo en vilo a todo el mundo hasta los instantes finales, fue Laura Fernández la que se convirtió en la heroína de ensueño, la mejor entre las mejores y la líder de un conjunto que ya es eterno en ese colegio.

 Si Maristas femenino fue capaz de tumbar a Asunción en 2014, las de Pedregalejo se levantaron sin hacer ruido para convertirse en el auténtico dominador de la competición de féminas con corazón y mucho coraje. Ya en 2015 consiguieron lo que andaban mucho tiempo buscando: ¡ser CAMPEONAS! La final, disputada en campo su propio colegio y ganada por las de burdeos contra todo pronóstico con la baja de Paula Ochoa, terminó con un marcador de 56-35. ¡Increíble! Con un equipo menos físico y sobretodo, de menos edad, superaron al favorito San Estanislao tirando de la calidad de Lucía Gaviño bajo los tableros para conseguir reponerse del varapalo del año anterior. En la final masculina, inédita hasta la fecha, Maristas cayó in extremis con Torre Atalaya, que superó a su rival 31-35 en la ruleta de los tiros libres finales para darle a Cotta la corona de MVP.

 Para 2016 el escenario volvió al Colegio Maristas donde tanto chicos como chicas llegaron a la final y obtuvieron el billete para jugarse el todo por el todo ante su afición. Los pupilos de Patricio Quintana no pudieron hacer nada ante el IES Arroyo de la Miel, que con una plantilla sorprendente de calidad y estado de gracia sobrenatutrales no dieron opción a sus rivales aspirantes y con un 4-21 de inicio sellaron su triunfo casi sin despeinarse -32-61 al final del encuentro. Fue Samuel Cano quien recibió el trofeo al mejor en manos de Under Armour, patrocinador del torneo por aquellas fechas. En la parte de las chicas… ¡EMOCIÓN HASTA EL FINAL! Maristas y Asunción se volvían a ver las caras en una final de locura. Maristas se enfrentaba a las vigentes campeonas, que presentaban prácticamente la misma plantilla del año anterior. Final sin favoritos, preciosa de disputar y con una igualdad tremenda. Asunción daba primer al descanso con el 20-17 que le otorgaba una ligera ventaja pero tras el descanso las de Yiyi del Río se sobrepusieron a los problemas y con un 3-11 colocaban un sorprendente 23-28 cuando restaban ocho minutos por jugarse. Los nervios pasaron factura a las locales, que encajaron un doloroso parcial de 13-3 que les condenó a caer esta vez por 36-31 y dejarse su última final hasta el momento en la cuneta.