Si la vida no se nos hubiera parado desde el pasado mes de marzo, en estos momentos estaríamos informando sobre lo que acontecería en la segunda jornada de la Final Nacional de la Copa Colegial, un evento en el que hemos trabajado durante años y que, gracias a la ilusión de muchas personas este año había pasado de ser un sueño a convertirse en una realidad.

Gracias también a los Premios Emprén Esports, otorgados por la Fundación Trinidad Alfonso, la idea de la Final Nacional adquirió la fuerza necesaria para ser el proyecto estrella de la edición de 2020. L'Alqueria del Basket sería el escenario perfecto para llevar a los dieciocho equipos campeones de las nueve sedes de la Copa Colegial a disputar la primera Final Nacional.

Jugadores de los nueve equipos campeones masculinos y los nueve campeones femeninos de nuestras sedes habrían viajado ayer viernes hasta Valencia. Solamente conocemos a dos de los que hubieran participado seguro, precisamente los campeones de la ciudad anfitriona, El Pilar en categoría femenina y Escolapias, en la masculina. 

Ilusión desbordante teniendo ante sí un fin de semana (de viernes a domingo) en el que habrían convivido con muchos compañeros con los que, al dejar el colegio los que superan ya 2º de Bachillerato, no volverán a jugar al baloncesto en el mismo equipo. Ilusión por conocer a mucha gente de su edad, con sus mismos intereses, de distintos lugares de España. E ilusión por el deporte, por ganar, por ser los primeros poseedores del Estandarte Único, ese que acreditará como el Campeón de España de baloncesto colegial. 

Unas instalaciones magníficas en las que iban a poder pasar tres días intensivos, comiendo en sus intalaciones, con una fan zone en la que desarrollar diferentes actividades en los momentos de parón en los que no tendrían partidos por jugar. Partidos en las ocho pistas auxiliares de L'Alqueria y, en el horizonte, unas finales en la pista central que se convertirían en el escenario de un sueño cumplido mañana domingo antes del mediodía.

Pero no ha podido ser. Lo cual no quiere decir que no será. Solamente el tiempo dirá si esta generación de 2020 de la Copa Colegial puede vivir la experiencia y el sentimiento de un evento único, de ser los primeros en jugarla. Por nuestra parte, una vez que la normalidad vuelva poco a poco al mundo del deporte, pondremos nuevamente toda la ilusión en seguir soñando por jugar la Final Nacional 2020. Mientras tanto, seguiremos soñando contraataques, asistencias, canastas. Soñaremos con rebotes, imposibles victorias. Porque queremos seguir jugando la Copa.