Durante el intermedio entre la disputa de las dos Grandes Finales de la Copa Colegial Zaragoza 2023 vivimos uno de los momentos más emotivos de la tarde: el homenaje a la generación de 1966 del colegio Marianistas que, en el año 1981, venció en su sector y se clasificó para la Fase Final que se celebró en La Coruña, llegando hasta la final en la que perdió por solamente un punto de diferencia.

Disfrutamos de la presencia, sobre la pista del pabellón de Marianistas, de seis de los integrantes de aquel equipo que hizo historia: Paco Villarroya, Rafael López-Melús, Mariano Fanlo, Luis Oria, Carlos Lazaga y Guillermo Pérez compartieron recuerdos y anécdotas del torneo y volvieron a pisar el que fue su colegio 42 años después de haber logrado tal gesta deportiva. Francisco Ferrán, director de la sede de Copa Colegial en Zaragoza, fue el maestro de ceremonias del acto, rememorando la hazaña conseguida a través de fotografías de la época aportadas por los propios protagonistas. Los mismos protagonistas comentaron como no fueron conscientes de su hazaña, y de como iban a ser ejemplo para generaciones posteriores. Muchos de ellos fueron luego entrenadores de equipos del colegio, ¡alguno aún sigue siéndolo!

Casualidad, o no, en los huddles de estas finales se les comentó a los participantes el impacto que tienen muchas de nuestras acciones, por inconscientes que seamos. Probablemente más de un alumno que estaba en las gradas soñará con emular a los protagonistas del día. Muchos decidirán jugar al baloncesto, o continuar jugando (en algún momento de duda), seguramente por aquel partido que vieron y que les marcaría de alguna forma. Este es un mensaje muy importante que inculcar a todos los jugadores. El respeto, respeto por la institución a la que representan, respeto a sus entrenadores que tanto invierten en ellos, respeto en sus compañeros que quieren hacerlo siempre lo mejor posible, respeto por los jugadores de los otros equipos que persiguen un mismo objetivo (disfrutar con el deporte), y por último, nunca nos olvidamos del respeto a los árbitros. Cada pequeña acción en nuestra vida importa.

Los dos MVP’s del día, Isabel Nicolás y Fernando Alen, manifestaron su ilusión por participar primero en una competición que habían seguido desde pequeños y que habían soñado con disputar junto a sus compañeros de colegio, y que además han conseguido ganar. Esta es la magia de esta competición, la Copa Colegial. Un partido a todo o nada, un partido para soñar.

Al terminar el homenaje pudimos hablar con Carlos Lazaga, uno de los integrantes del equipo cuya hija, Sonia precisamente, participó en la pasada edición de la Copa Colegial, y que acertadamente explicó mucho de lo que rodea a la Copa Colegial. Carlos nos comentaba que "no fuimos conscientes en su día del impacto que tuvimos sobre los más pequeños porque, para nosotros, jugar era solamente una forma de disfrutar con el deporte que más nos gustaba. Superamos las adversidades porque no éramos los mejores, ni los más altos, ni los más fuertes, pero nos apoyamos unos a otros y supimos ganar jugando con nuestros amigos." Para Carlos "estamos muy agradecidos por este homenaje porque, además, la Copa Colegial es un ejemplo de buen hacer que representa los valores de este deporte: esfuerzo, compañerismo y amistad". Sentido de pertenencia, respeto por el deporte, compañerismo, ilusiones compartidas y… baloncesto, mucho baloncesto.

Declaraciones completas de Carlos Lazaga en este vídeo: