“Solo en una clase de ellos hay más gente que juegue a basket que en todo nuestro cole”, comentaban en el banquillo local. Esa cita solo sería el preludio de lo que vendría a continuación.

Ambiente frío y por momentos gélido en el patio del colegio Bon Pastor. La poca presencia de aficionados en las gradas tampoco ayudaba mucho a entrar en calor y de ahí que no se empezaran a sumar puntos con comodidad hasta el minuto 3.

Empezaba el partido con un triple de Juan Antonio Nieves para poner 3 arriba al equipo local. Éste sería el único momento que Bon Pastor podría disfrutar de una ventaja porque rápidamente , tras varios intentos fallidos, empezaron a llegar los triples del Champagnat Badalona. Unai Díaz tiraba del equipo en los primeros minutos del primer cuarto, donde el equipo visitante cerraba con comodidad el rebote que, combinado con una buena defensa, permitía mantener la ventaja (3-9, min. 6).

A partir del minuto 6 se acabaron los problemas para el conjunto badalonés. El pívot Marc Ibáñez se hacía fuerte en la pintura y sumaba puntos de dos en dos para poner a los suyos con una cómoda renta al finalizar el primer cuarto: +15.

El pobre balance de Bon Pastor no mejoraría mucho en los primeros envites del 2º cuarto. Unai Díaz seguiría deleitando a los presentes con filigranas y canastas inverosímiles, como un triple sobre la bocina desde casi 8 metros. La presión de Champagnat asfixiaba a los locales, cosa que acababa provocando muchas pérdidas de balón que se traducían en canastas fáciles para el conjunto de Badalona. Vidal y Gasull eran entonces los hombres más enchufados del encuentro y permitían ampliar distancias hasta el 6-33 (min. 11).

Bon Pastor seguía espeso y sin ideas, hasta que apareció Juan Antonio Nieves y le dio un toque al partido. Tras probar una “hidrobomba” sin fortuna, Nieves no se vino abajo y enchufó a todo su banquillo, que celebraba cada acción del nº9 como si fuera un hito. Champagnat, por eso, iba a lo suyo y seguía ensanchando ventajas (8-40, min.14). El propio Nieves, que estaba crecido por el jaleo de su banquillo, intentó acabar el cuarto con un triple desde medio campo, pero el intento se quedó en un agua que resonó por todo el patio. Llegábamos a la media parte con 10 a 47 en el electrónico.

En la reanudación, Champagnat Badalona, liderado por Nicolás Martínez con 5 puntos consecutivos, seguía poniendo tierra de por medio para evitar cualquier intento de reacción del rival. Los entrenadores de Bon Pastor se quejaban a los de Champagnat de la sofocante presión defensiva que ejercían los jugadores badaloneses sobre los suyos. Corría ya el minuto 20 y el resultado era de un apabullante 16-63. El entrenador local pedía tiempo muerto para evitar males mayores e intentar mitigar el fuego.

Tras el parón, Bon Pastor empezó a defender con una zona 2-3 que al menos sirvió para que Champagnat no siguiese haciendo puntos como churros. Aun y la tremenda ventaja de puntos, Champagnat no bajo el pistón y apostó por una presión a media pista que acabó provocando situaciones inusuales y jugadas extravagantes por parte de los jugadores de Bon Pastor, como un tiro de espaldas de Serrano o un nuevo show de Nieves, que esta vez se atrevió con un finger-roll para tratar de sortear –con éxito- la defensa rival. Antes de finalizar el tercer período, llegaba el primer (y único) mate del partido, de la mano de la estrella del equipo Unai Díaz, que serviría para cerrar el penúltimo acto con 19-75 en el luminoso.

Errores en los tiros libres por parte de ambos equipos antes de empezar el cuarto definitivo. Éste período sería el único en el que Bon Pastor luciría su mejor cara y desplegaría su mejor juego. Dos triples y dos canastas de 2, acompañados del liderazgo de López y Montañés permitían a los locales enlazar un parcial de 10-0, que se acabaría convirtiendo en un 15-0. “Sí se puede, sí se puede”, chillaba el poco público que se había acercado hasta la pista. Aun y la renta más que desfavorable (33-81, min. 28), los aficionados de la escuela seguían creyendo en una remontada quimérica con elementos utópicos. Ibáñez, que acabaría siendo el MVP del partido, puso fin a cualquier atisbo de esperanza local con un rebote ofensivo y una canasta de 2 que acababan con la sequía de más de 5 minutos sin ver aro de los visitantes.

Los últimos minutos sirvieron a Bon Pastor para maquillar un poco el resultado final e irse para casa con un sabor de boca no tan desagradable. Finalmente, 37-89 para Champagnat Badalona, que no tuvo problemas frente a un Bon Pastor que solo opuso resistencia en los primeros compases de partido. Cómodo triunfo y merecido billete para 2ª ronda en un partido donde reinó la cordialidad y sobre todo el buen humor entre ambos equipos.

Marc Ibáñez (Champagnat) y Pablo Higueras (Bon Pator) fueron escogidos los MVP del duelo.