Alejandro Aguado y Arnau Parrado lideraron una rotunda victoria contra American School

 Ambientazo en la cancha del Sant Gabriel minutos antes de empezar el partido. El equipo de Sant Adrià del Besós, que el año pasado se quedó con la miel en los labios al quedarse a un solo partido de jugar la gran final, presentaba un quinteto inicial con todos los pesos pesados del equipo: Jarque, Parrado, Hervás, Aguado y Valls. Estos cinco iban a ser los principales encargados de poner patas arriba un pabellón lleno hasta la bandera, con más de 4000 personas presenciando el baloncesto colegial.

La grada, compuesta por el joven grupo de animación Chavaliers, entonaba cánticos desde el minuto 0 para llevar en volandas a su equipo hacia la victoria. Banderas, camisetas especiales, megáfono, bocinas… los hinchas locales podían pasar perfectamente por una afición de cualquier equipo de las grandes ligas.

Los primeros compases servían a los de Sant Adrià para marcar el tempo y la pauta del partido. Rápidamente, tras solo 3 minutos de partido, Sant Gabriel ya ganaba 10-0 y el entrenador de American School, McClinton, había pedido dos tiempos muertos. Tras el segundo timeout, los visitantes salieron más endollados en defensa (zona 2-3 con dos contra uno) y lograron cerrar mejor el rebote. Sin embargo, los ataques de los americanos se caracterizaban por su imprecisión pese a las buenas posiciones de tiro. Seguían las pérdidas para los de American School… Eso acabaría generando numerosas ocasiones de contragolpe que acabarían derivando en canastas fáciles para Sant Gabriel. De esta manera llegábamos al final del primer cuarto con un tanteo de 20-4.

El 2º acto no iba a ser muy diferente al primero. En medio del festín de la grada, los jugadores locales se irían creciendo y probarían florituras, entre las cuales cabe destacar un alley-oop de la gran estrella del equipo, Arnau Parrado, a pase de Jordi Jarque. Parrado, que milita en el Divina Seguros Joventut y ha sido seleccionado varias veces con la selección española de baloncesto, se divertía a placer machacando el aro rival. Por suerte para American School, Parrado sería sustituido y apenas se le volvería a ver por la cancha con el fin de no hurgar en la herida del rival. Y así, con un 50-9 que imperaba en el marcador central de la pista, se cerraba la 1ª parte en la escuela Sant Gabriel.

El duro varapalo en el marcador, al contrario de lo que podrían pensar algunos, no se tradujo en una bajada de brazos por parte de los jugadores visitantes. American School lo daban todo en la pista, pero el nivel baloncestístico de Sant Gabriel era superior. Era el momento de Alejandro Aguado, otro de los peces gordos de Sant Gabriel. Aguado, que acabaría el duelo con 18 puntos y un 90% en tiros de 2, metía cuatro canastas seguidas para ensanchar las diferencias y poner a los suyos con 73-13 (min.21) en el luminoso. Acto seguido, vendrían 3 minutos de calma en el partido, donde American School lograrían mantener diferencias liderados momentáneamente por un gran Okman, para terminar el penúltimo período con 79-19.

Se entonaban cánticos desde la grada sin cesar, los fieles hooligans Chavaliers al inicio del último cuarto. El partido estaba más que resuelto, pero la afición local quería disfrutar del envite. Dos minutitos de show de Parrado y cuatro de Aguado bastaron para hacer disfrutar un poco más a los espectadores del match. Los anfitriones no daban tregua y la brecha se abría minuto a minuto. Solo le hicieron falta 30 minutos a Sant Gabriel para llegar a la centena de puntos y cerrar el partido con un 107-24.

Una vez consumada la victoria, Sant Gabriel hizo una piña entre jugadores y afición, donde celebraron entre gritos y cánticos su pase a 2ª ronda. American School, que había llegado al enfrentamiento con 5 importantes bajas, se despidió de la Copa con un sabor agridulce: tocados por la derrota, pero a la vez risueños y satisfechos por haber participado en esta fantástica competición contra uno de los claros aspirantes al título como es Sant Gabriel. A destacar su actitud, frente a las dificultades, positivismo. Gracias!

Por último, todos los componentes de ambos equipos se mezclaron en el centro de la pista para la foto de familia. Un momento único que seguro  no olvidarán.