Abría la tarde en el Colegio Alameda de Osuna el duelo femenino entre Alameda de Osuna e Irlandesas. Mientras que las visitantes debutaban en esta Copa Colegial 2024, las pupilas de Marcos Foronda ya llevaban rodaje con el partido ante Maravillas de la Primera Ronda, que se llevaron con un contundente 54-37.

Ambos equipos mostraron rápido sus cartas de cara al partido. Destacó mucho la propuesta de Irlandesas, con una presión muy agresiva desde los primeros minutos que asfixiaba a su rival. Las pérdidas fueron las grandes protagonistas, con un Alameda incapaz, en muchas de sus acciones de finalizar, y con el 0-0 en el marcador hasta bien entrado el partido.

Costó una barbaridad abrir la lata, pero, una vez que se destapó el frasco de las esencias, empezó a verse baloncesto ofensivo. La pelea en el rebote de Carlota Bordei y la clarividencia de Paula Cortijo dio luz a una Alameda de Osuna que marcaba el ritmo con el 6-5 al final del primer cuarto.

Reclamaba más intensidad para su equipo Julio Díez, sobre todo para controlar el juego interior formado por Elena Miguel y Bordei. Pero fueron incapaces de atar en corto a las dos grandes, y esto se tradujo en un 13-7 a cuatro minutos del descanso con una Cortijo que seguía liderando en la faceta anotadora.

Quería imprimir velocidad a su juego Irlandesas, con una filosofía de robar y correr, e intentaron fomentarlo desde una defensa de espacios 3-2 muy agresiva con las tres defensoras de arriba. Un par de contraataque y un par de triples y ya estaban ahí de nuevo, metidas de lleno. Pero el partido no estaba para distracciones, y un par de despistes de las visitantes dejaron el marcador en el 20-12 con las jugadoras enfilando los vestuarios.

DEMASIADA RENTA QUE REMONTAR

Volvió el partido de los vestuarios mucho más duro, como inercia de unas Irlandesas que necesitaban activarse de alguna forma. Pero, al igual que en la primera mitad, Paula Cortijo y Elena Miguel se encargaron de echar jarros de agua fría ante la candencia visitante. La base, de hecho, puso una renta con el 28-14 tras cuatro minutos que, a la postre, iba a ser definitiva.

Algo tenía que cambiar Irlandesas si quería llevarse el partido, porque la faceta defensiva era excelente, pero en la ofensiva no conseguían sacar ningún rédito. Con la intensidad y la dureza in crescendo con el paso de los minutos, la producción ofensiva de ambos equipos se estancó en el 32-18 con el que finalizó el tercer período.

Tenía ocho minutos Irlandesas para corregir los errores si quería lograr la remontada, y es que esos 14 puntos no eran tanto, aunque era un mundo en este partido. Se entregaron de nuevo a la zona 2-3, como método de la remontada. Pero con tanta precipitación en el triple en la parcela ofensiva, la empresa se veía muy lejana con el 35-20 a cuatro minutos del final.

Alameda de Osuna sólo tuvo que ir tácitamente hasta el final del partido, controlando en todo momento su defensa y sin preocuparse en exceso de un ataque que quedó bien patente que se le había atascado. Al final, Irlandesas se quedó sin tiempo, y el pase a los octavos de final se lo llevó el equipo local con el definitivo 40-22.