Nervios. Tensión. Ánimos. El botar de los balones. Gradas llenándose. Los últimos detalles. Así se podría resumir el inicio de la jornada de Copa Colegial en el pabellón del Estudio de lo que sería una tarde decisiva. Eso sí, con nuestras jugadoras con una sonrisa siempre, con más ganas que nunca de exprimirse en la cancha. 

Las halcones, que se estrenaban esa tarde en la Copa, optaron por un primer quinteto formado por Elena del Barrio, Lucía Reed, Sofía Lucena, Lucía González y Candela Bernabé. Por otra parte, estaba el quinteto titular de las centauro, ya victoriosas de su primer partido con una diferencia de 78 puntos, formado por Alba Sen, Natalia Figueroa, Valentina Rábago, Sofía Carretero y Sherezade Blázquez, titulares visitantes. 

Empieza el primer cuarto. Pases. Jugadas. Tiros. Pero en los dos primeros minutos no se consigue anotar la primera canasta. La grada expectativa, mira cómo el balón sube y baja, con la ilusión de por fin ver el primer punto. Hasta que de pronto, Lucía González abre el marcador con no solo una canasta, sino con un seguido robo en el saque del equipo contrario y otros dos puntos más para las halcones. Con ese inicio, el equipo de las locales comienza a sumar más y más puntos, sin dar oportunidad a las visitantes. Pero una falta del Estudio permite a Sherezade Blázquez sumar el primer punto, fruto de un tiro libre, para las centauro. Ambos equipos siguen sumando hasta llegar al descanso con un 18-8 para el ejército amarillo.

El segundo cuarto comienza con un Padre Manyanet que no se lo pone nada fácil a las locales. Robos y tapones les llegan por todas partes, destacando a Blázquez y Natalia Figueroa. Vuelve de nuevo la batalla de tiros, que acaba ganando Adriana Romander con un tiro de dos para las halcones, a lo que responden las contrincantes con un tiempo muerto. Más cambios y robos, donde Valentina Rábago muestra su valor. Se llega al intermedio con un 21-8.

Se inicia la segunda parte con lo que parece un partido de tenis: allá donde está Reed con sus tapones, responde Figueroa con otros más. Ojo por ojo, diente por diente. No obstante, es González la que obliga a las de rojo a pedir un tiempo muerto para buscar una estrategia que frene sus robos y tiros acertados. Pero el Estudio sigue en su línea constante, luchando cada segundo. Ni siquiera las sorprendentes acciones de Rábago pueden frenarlas. Vuelta al descanso con una diferencia de 31-12.

Último ocho minutos de partido. Ahora o nunca. Un correcalles constante deja a la grada impactada, cualquier tiro es escupido por las canastas, sin favorecer a ninguna de las rivales. Pero nadie se rinde. Es la Copa, todo cuenta. Miles de ojos atentos a cada robo, tiro o entrada. A falta de tres minutos de partido, Romander anota el primer punto del cuarto: un tiro libre. Las centauro responden inmediatamente con una canasta de Sofía Carretero. Pero el cuarto va de tiros libres y se nota cuando los dos de Alicia Montero hacen estallar a la grada con gran viveza. Ya en el último minuto, ambos equipos suman los puntos definitivos. Pitido del árbitro: fin del partido.

Una marea amarilla inunda la cancha, celebrando su victoria. Sus rivales les felicitan, no ha sido una batalla campal, ambos equipos han disfrutado jugando a aquello que más les gusta: el baloncesto. Las halcones han subido un escalón más, pero aún les queda camino. ¡Hasta la próxima Estudio!