En un abarrotado pabellón, donde cuelga el estandarte de campeonas de la Copa Colegial de 2017, las chicas de San Agustín afrontaban el derbi ante Recuerdo con la máxima motivación. Por el ambiente y la tensión, más que un partido de segunda ronda parecía una auténtica final. Las visitantes venían de vencer a Corazonistas en la ronda inicial, con lo que se antojaba un duelo apasionante e igualado.

Las águilas vuelan

Una asfixiante presión a toda cancha y el primer arreón anotador de Carlota García y Patricia Rodríguez permitieron a las águilas despegar en el marcador en los primeros compases del choque (9-2). María García, coach de Recuerdo, se veía obligada a pedir un tiempo muerto en busca de soluciones a las constantes pérdidas de sus pupilas (hasta seis pérdidas contabilizadas en el ecuador del primer cuarto).

La única manera que tenía Recuerdo de sumar era desde la línea de tiros libres, merced a las numerosas faltas de las jugadoras locales, quienes a veces pagaron su excesiva intensidad defensiva ‘regalando’ tiros libres a sus rivales. Sea como fuere, el primer cuarto parecía abocado a acabar con una gran ventaja a San Agustín, pero un último minuto excelso (parcial de 0-6) liderado por Rocío Guerra, con un parcial de 0-6, hizo que lloviera menos para Recuerdo al final del primer acto (15-9).

Igualdad máxima

Precisamente un coast to coast de Rocío Guerra (¡qué clase tiene esta jugadora!) abrió el segundo cuarto. San Agustín ya no corría con tanta facilidad como en los primeros minutos y en estático, las visitantes se cerraban consiguiendo que las águilas errasen numerosos lanzamientos de 3 (0/6 en el segundo acto). Así, parecía evidente que San Agustín necesitaba pisar la pintura para sumar en el electrónico. Y así fue, gracias a Maite Julvez, quien rompió una racha de cinco minutos sin anotar de las suyas.

A pesar de su gran dominio en el rebote y de las numerosas faltas de las chicas de San Agustín (ay, ese excesivo ímpetu), Recuerdo no aprovechó muchas de sus visitas a la línea de personal (3/10 en este acto). Sin embargo, ello no fue óbice para que se marcharan al descanso habiendo culminado la remontada (22-24), merced a Inés Rueda, que en estos minutos dio un clinic de manejo del balón, anotación y liderazgo en las transiciones ofensivas de las suyas.

Pérdidas e imprecisiones

Por si las chicas de ambos colegios no estuviesen lo suficientemente motivadas, en el descanso sonó por la megafonía el we are the champions de Queen, hit por excelencia de los campeones. En el tercer cuarto, Recuerdo continuó controlando el rebote defensivo, gracias a Rocío Guerra (17 en total al acabar el duelo), bien secundada por Silvia Calvo. Curiosamente, al final San Agustín se llevó la batalla por el rebote (48 vs 41), siendo Mónica Higueras la líder en este apartado (10).

Volviendo al partido, en el tercer cuarto, un triplazo de Maite Julvez puso de nuevo por delante a las águilas, que de nuevo se vieron lastradas por el bonus de las faltas con más de medio cuarto por jugarse. La presión a toda cancha de ambos equipos propició numerosas pérdidas y en ese intercambio de errores e intensidad, San Agustín salió vencedor con tan sólo ocho minutos por disputarse (38-35).

Rodríguez al rescate

Cuando más quema el balón, cuando es más importante mantener la calma, en ese momento emergen las figuras de las jugadoras inteligentes. Y ahí la gran protagonista del cuarto final fue la MVP Patricia Rodríguez, quien lideró la presión defensiva de las águilas, movió bien el balón en ataque ante la zona visitante y, sobre todo, mantuvo la cabeza fría para anotar los tiros libres decisivos (gran 7/10 al acabar el choque).

Ni siquiera dos tiempos muertos de María García ni el empuje de la MVP Almudena Marcos dieron un vuelco al partido. Recuerdo había vendido cara su piel y eso honra a sus chicas que se marcharon cabizbajas, pero orgullosas de haberlo dado todo en la pista. Por su parte, San Agustín pasa sufriendo, pero con merecimiento, a octavos de final, donde se medirá a Alameda de Osuna, en un duelo que se prevé a cara de perro. Que continúe la locura colegial...