El colegio Aquila de Parla se llevó con una gran tercer cuarto el duelo de ilusiones periféricas: en su segunda participación en el torneo ha hecho de su cancha un fortín para alcanzar los octavos de final. Si en fase previa ante Khalil Gibrán y en primera ronda frente a Nile los partidos se decidieron en el último minuto, esta vez ganaron con más solvencia de la que muestra el marcador final a un Ágora International de Villaviciosa de Odón que sigue teniendo en la segunda ronda su tope en la Copa Colegial.

En la presentación, ovación especial para el base local Adrián Ramos, que se había perdido los dos partidos anteriores tras lesionarse en el calentamiento del partido de fase previa.

Cada equipo quería marcar terreno para empezar: triples de Nedved para Aquila, duros bajo el aro los “thunder” de Ágora (7-4). Tiempo muerto mediado el primer cuarto.

Aunque el día era lluvioso en Parla, los locales conseguían secar el ataque visitante, sin dejar ellos de sumar: el omnipresente Medved ponía el 13-4. Bautista rompió la sequía, tras un inteligente robo, para los de Villaviciosa, y marcó el camino para que con un parcial de 2-6 volvieran a entrar al partido: 15-10.

Un robo de pillo de Maroto para Ágora y un canastón a aro pasado de Sierra para Aquila abrían un segundo cuarto que prometía emociones fuertes (17-12).  La iniciativa la seguía llevando la naranja mecánica de Parla, pero los truenos no perdían la cara al partido: tiempo muerto con 23-17 tras haberse disputado tres frenéticos minutos.

Triple de Bautista, respuesta de dos de Lorenzo, ¡divertido correcalles con 25-20 en el electrónico! Eso sí, con más lucha que puntería. Gil desde el tiro libre para Aquila, respondía Maroto de tres para Ágora, y peleada canasta en el poste de García: 27-25 al descanso. Casi nada.

Volvían a golpear primero los de casa en la reanudación del partido (29-25). Y, tras un rato de juego espeso, en el que los puntos llegaban desde el tiro libre, llegó la primera canasta en juego visitante, obra de Lu, 31-29.

Pero no despreciemos los tiros libres, menos aún en la Copa Colegial que valen doble: desde esa distancia Ágora se puso a uno, 31-30… y pudo haber empatado. Pero Ágora, también desde ahí, seguía mandando: 33-30. Tiempo muerto local.

Medina la metía en la zona para el 35-30, ¡qué rabia el triple de Bautista que se quedó encajado entre aro y tablero! Pero espera, ¡que le pasó dos veces seguidas, ante la sonrisa cómplice del respetable!

Pero la sonrisa de verdad era para Ágora, que seguía llevando el timón del partido, fuertes en defensa y más acertados en ataque. En el último minuto de este tercer cuarto volvieron a abrir brecha, poniendo la que hasta entonces era la máxima diferencia del partido: 41-30.

No pintaba a remontada en el inicio del último: el local Arias recibía falta antideportiva y no perdonaban, ni el tiro libre ni el triplazo posterior de Sierra: 46-30. Con 7-0 de salida, Aquila puso el +18, máxima ventaja del partido, 48-30. Aunque Ágora no quería dar el partido por perdido (triple de Bautista), los tres tapones seguidos que recibieron bajo el aro parleño (homérico el de Sierra a Maroto, que el público celebró con cierto regodeo) fueron una buena metáfora de cómo iba el partido: 50-33 y todavía quedaba medio cuarto para terminar.

Lo intentaban los visitantes, pero cada buena acción tenía respuesta local, espoleados por una grada que se lo pasaba en grande. Los hinchas visitantes también reconocían el esfuerzo de los suyos, que intentaban hacerlo bonito y dejar un marcador digno, porque al fin y al cabo de eso trata la Copa Colegial: de disfrutar y darlo todo por tu cole.

Al final, Aquila casi tuvo que pedir la hora porque Ágora había entrado al partido, a la desesperada… pero era demasiado tarde. Victoria 53-44 para el conjunto local, que alcanza en esta segunda participación en la Copa Colegial los octavos de final.