Con Estudiantes Las Tablas como favorito para este partido, y tras haber convencido en sus partidos ante Santa María la Blanca, Veritas y Cabrini, San Agustín se plantaba en el partido sin ningún tipo de complejo y con la seguridad del trabajo bien hecho tras haberse cargado en rondas anteriores a Jesús Maestro, Colegio Madrid e Isaac Newton. 

Eso quizás llevó a ver la mejor versión de los locales desde el inicio del partido, con el equipo de Pablo Durán sobreponiéndose a las bajas sensibles que tenían y colocando un 10-0 de salida en apenas un suspiro a base de defensa férrea, velocidad al contraataque y puntería en el lanzamiento de tres. Tres minutos de partido, y Javier Mendoza ya había marcado territorio delante del jugón visitante, Jorge García. 

Defender, robar y correr; estaba claro el plan de Estudiantes, sobre todo viendo que, en el estático, sufrían. Pero el balance defensivo de las Águilas era tan nefasto que sólo el control del rebote de las manos de Rafael Amieva evitaba un desastre al final de los primeros ocho minutos. 11 puntos de desventaja con el 20-9. 

Es un secreto para preguntarle a él, pero algo cambió en ese interludio entre cuartos con la charla de Alejandro de la Huerta a sus jugadores, que salieron más duros y agresivos en defensa, y se apoyaron en Eloy Santos y su electricidad de cara al aro para intentar remar, jugada a jugada, contra esa renta desmedida que se había clavado en el marcador. 

Cuando más parecía que se les podía escapar el partido, con Mendoza y Jaime García destrozando gracias a su insultantemente buena calidad técnica individual, apareció el otro García, el de San Agustín, para ahuyentar esos fantasmas. Desde atrás cimentó lo que sería a la postre la victoria, sobre todo con Pablo García-Belenguer y su capacidad física, y fueron quitando diferencias hasta el 28-27 con el que se plantó el descanso en el Colegio Estudiantes. 

SAN AGUSTÍN CONSUMA LA REMONTADA

Una pregunta sobrevolaba dentro del pabellón del Colegio Estudiantes. Tras un arranque de partido pésimo, ¿podría San Agustín dar el paso adelante y remontar el partido? Pues vaya que sí lo hizo. Y mira que intentó Estudiantes Las Tablas que eso no pasase, plantando una defensa de espacios 2-3 en busca de una reacción defensiva que cambiase la tendencia. 

El partido entró en un inpass en el que ninguno de los dos equipos conseguía anotar. Sin ir más lejos, más de medio cuarto estuvo parado el 35-33 en el marcador, con ambos contrincantes estrellándose contra la defensa rival. La tensión competitiva aumentaba por momentos, y los locales tendrían la más difícil todavía con el duro revés de ver como Jaime García primero y Javier Mendoza después tenían que abandonar el partido momentáneamente por una subida de gemelos con el 35-36 entrando al cara o cruz del final. 

Ocho minutos y una semifinal en juego. Con los nervios a flor de piel, las Águilas consiguieron imponer su ley gracias al rebote y los tiros libres de Rafael Amieva. Totalmente desconectado del partido el equipo local, que había perdido el oremus sin Mendoza. Por suerte para las Jirafas, sólo cinco puntos separaban a ambos equipos con el cuarto alcanzando la mitad jugada. 

Todo esto, sin Jorge García en pista. Porque, cuando entró, terminó de cerrar una magnífica actuación (22 puntos) para llevar a su equipo a la victoria. Unas semifinales que bien pudo haber obtenido Estudiantes, que recuperó a Javier Mendoza para la causa. Pasase lo que pasase, iba a ser con el número 3 sobre el parquet. Y vaya si respondió, con cinco puntos consecutivos que dejaban el encuentro en vilo con el 40-44 a falta de 2:42 para el final. 

Como si se tratase de una película, el partido se reservaba un thriller para el final. El que tuviese más sangre fría accedería a semifinales, y ahí relució el García de San Agustín. En unos minutos finales en el que las manos se encogieron, el '60' de las Águilas cerró el partido con un triplazo a falta de 55 segundos para el final que terminó de decantar la balanza. Corazón y fe de los chicos de Alejandro de la Huerta para remontar un partido que tenían perdido al final del primer cuarto, y que les permite avanzar de ronda y medirse a Pilaristas en busca de la gran final.