GSD Moratalaz estará en segunda ronda del torneo tras ganar con dificultades (49-57) a la escuela ripense en un partido que siempre dominaron en el marcador pero que vieron peligrar a falta de pocos minutos. Adrián Cruz (28 puntos) y Carlos Rebollo (20 tantos) mejores jugadores Domino's de un choque decidido por las pérdidas (21 locales, 13 visitantes).

Estrenarse cuando no parece que comiences en algo. Eso es lo que hizo el colegio Hipatia en su feudo en el primer partido de su historia en la Copa Colegial. La empresa era complicada, ya que su oponente era ni nada más ni nada menos que uno de los ocho mejores equipos de la pasada edición en la capital de España.

Y desde el primer segundo, las cabras demostraron que tienen cotas de grandeza en la mejor competición escolar de Europa. Con L'Alqueria del Basket (del 22 al 24 de mayo, fechas de la fase nacional), en mente, los chicos de Pablo Rebollo marcaron terreno en un arranque con ritmo pero sin acierto de ambos equipos.

Casi en el ecuador del primer período, Sergio González, tuvo que parar el reloj con su equipo sin conseguir poner aún un punto en su casillero colegial. Por el contrario, Carlos Ranninger ya llevaba seis puntos (acabaría con 13) al contraataque para marcar la primera gran distancia (2-9 tras más de cinco minutos de encuentro) de un conjunto que acabaría con menor renta (11-15 para GSD Moratalaz) los ocho minutos iniciales de primera ronda en la Avenida Ocho de Marzo de Rivas.

Los visitantes de Pablo Rebollo habían aceptado de buen grado el pasillo inicial que les hicieron los locales pero se quedaron en meros agradecimientos viendo sus brillantes minutos de arranque. Tras amenazar con la fuga al comienzo, reventaron el duelo en el segundo cuarto con un 0-9 de parcial que les puso con la máxima (+13) y eso que las cabras no podían contar casi en pista con la presencia de su gigante, Adrián Pérez (12 puntos al final del choque en 15 minutos disputados) con continuos problemas de faltas.

Una renta cúspide que se llegó a incrementar en un punto más (12-26) con una canasta del gran líder de los de Moratalaz, y hermano del entrenador, Carlos Rebollo. No sería la única anotación que reflejara el dorsal 26, pero ya hablaremos de él un poquito más adelante.

Mientras tanto, merece la pena destacar la reacción de los imberbes jugadores ripenses, con un roster más joven que su rival (sólo cinco de sus 17 jugadores eran nacidos en 2002, es decir, juniors de segundo año). Al paso por los vestuarios, el marcador había cambiado por completo con un 12-3 de Hipatia (igualado 24-27 tras 16 minutos) con cinco de los siete últimos puntos de los locales sumados por Adrián Cruz.

Un talento exterior que se echaría el equipo a la espalda en una segunda parte en la que demostró maneras de crack. Asumir, jugar desde el bloqueo directo, aprovechar los cambios defensivos y leer perfectamente la zona planteada por las cabras de Moratalaz. Eso hizo Adrián, un portento de jugador que acabó con una cifra bestial de anotación y lo hizo como el mismísimo Doncic, con la sensación de que lo que hace no le cuesta. Una grata impresión la que dejó en la Copa Colegial.

Ya le conocíamos, pero tampoco se cortó en destacar, el bueno de Carlos Rebollo. Su duelo con el 7 de Hipatia fue brutal en un face to face que alcanzó su máximo esplendor con el emocionantisimo 40-44 que reflejaba el partido a falta de 5:50 para acabar el encuentro.

Era el momento del todo o nada para seguir en la mejor competición escolar de Europa, y volvió a aparecer el playmaker visitante. Su preciosa suspensión encendió de manera definitiva a la entregada afición visitante para poner casi las llaves para el pase a segunda ronda (44-52) y a pesar de que el propio Cruz lo siguió intentando con un triple para acortar distancias, todo estaba escrito. Las cabras aprovecharon su mayor experiencia ante un rookie que debutó maneras de grandeza en la Copa Colegial. Gredos San Diego Moratalaz avanza a segunda ronda.