Si las expectativas habían quedado bastante altas con la expectación y lo visto en el encuentro femenino, el segundo duelo JGBasket de este año enfrentaba a los colegios masculinos, en este caso, de Liceo Sorolla y Maristas Chamberí no se quedó atrás. De hecho, en lo que a emoción se refiere, superó con creces al anterior, ya que se acabó resolviendo, como un auténtico enigma, en los últimos instantes, a favor esta vez de los locales que se meten en 2ª Ronda venciendo a un tremendamente competidor Maristas Chamberí.

Y lo hicieron basados en un final en el que la moneda estuvo más de su lado. Los raptors y los tigres llegaron con igualdad máxima (empate a 40), únicamente a 1'57" para el final. En ese momento, Álvaro Díaz acertó de 2, y Alonso Garrido convirtió un triple absolutamente clave para dar una renta de +5 a los anfitriones que ya no perderían en el resto del choque.

El 49-44 final se explica en matices, como los que acabamos de destacar, o en el poco acierto exterior de Chamberí (1/9). Sorprendentes pocos tiros en los tiempos que corren, con la era del lanzamiento exterior en pleno apogeo. Por su parte, Liceo Sorolla llevó a cabo un juego más tradicional, pero con un lunar que no le permitió despegarse en el encuentro: su 5/21 en tiros libres.

El campeón de 2017 se despide

Un escaso acierto que permitió que Maristas Chamberí tuviera la riendas del choque durante toda la primera mitad, en la que llegó a estar hasta 9 puntos por delante. Todo ello, principalmente gracias a un jugador estelar, en el conjunto verde, campeón en 2017, y que quería seguir los pasos de los Pablo Suárez y compañía. Hablamos de Darío Rincón, que estuvo intermitente en tiros libres (6/12), pero que acabó con 17 tantos. El más valorado, eso sí, por parte de los jugadores de verde fue Lucas Lanchares (9 tantos, 14 rebotes y 17 de valoración).

A Chamberí le favorecía el marcador y las sensaciones, pero había un aspecto del juego que no conseguía (ni consiguió) controlar en todo el encuentro, como fueron las pérdidas de balón. Hasta 25 tuvieron los tigres, que dio alas poco a poco a Sorolla, empujado por su ferviente público, que consiguió llegar a equilibrar el marcador.
De hecho, su primera ventaja llegó una vez ya iniciado el tercer cuarto (27-26, min 20, gestionando mejor unos nervios que Marcos Martínez no tuvo en ningún momento, siendo el máximo anotador del cuadro local, (con 11 puntos para este escolta de 1,80 generación 2006).

Un acierto exterior que ayuda a Liceo Sorolla

Así las cosas, se llegó a un final tremendamente igualado, ya que el último parcial comenzaba con 29-34 para Chamberí. En ese momento, despegó un Liceo Sorolla que pasó de ir por detrás casi todo el partido, a los últimos 8 minutos encararlos con gran optimismo estando en mejor condiciones que la primera mitad. Sus seis triples también ayudaron a entenderlo, y un 20-10 de parcial en el último cuarto, sprint final (ya comentado), incluido por ganar el duelo, manejando mejor los nervios en los últimos instantes, les acabó dando el pase a la siguiente fase.

Lo hicieron tomándose la revancha del duelo femenino que había vencido Maristas Chamberí, que se queda en chicos en el camino, pero demuestra que sigue progresando año tras año con generaciones que vienen trabajando muy bien en el colegio de Rafael Calvo.