Si había alguna manera de animar una tarde gélida y lluviosa de marzo en Madrid, era con un partidazo de la Copa Colegial 2024. Y más con unos cuartos de final entre dos colegios míticos del baloncesto madrileño, como son Pilaristas y Liceo Francés. Los locales venían de vencer, de forma ajustada, a Alameda de Osuna, mientras que los visitantes apalizaron en octavos de final a Aquila. Para la cita, ambientazo de gala en el Pilar, con un pabellón abarrotado hasta la bandera.
Inicio igualado
Como se preveía, el inicio del choque fue igualado. Liceo Francés inauguró el electrónico por medio de su estrella Marc Estapé. Mientras, Pilaristas empezaba sumando con Íñigo Cuadra marcando el tempo del juego en ataque y Alberto Ríos finalizando con mucha clase los pick and roll. Enfrente, Marc Estapé mostraba su dominio en la pintura y daba las primeras ventajas a los visitantes sumando desde la línea de tiros libres (5/5 en el acto inicial).
Los chicos de Pilaristas se encontraban muy cómodos en cada transición ofensiva. Ello obligó a Pablo Esteban, coach de Liceo Francés a pedir su primer tiempo muerto (12-9). A la vuelta, el visitante Elijah Sidi marcó un triplazo para el deleite de su afición. Estapé continuó marcando las diferencias y Liceo Francés se marchó al final del primer cuarto con una ligera ventaja (14-16).
Pilaristas vuela
El segundo cuarto tuvo un claro tinte azul. Con un ritmo endiablado ofensivo fraguado en las premisas de rebotear y correr, Pilaristas firmó un parcial de 11-2, con Mark Gómez omnipresente aportando en todas las facetas, pero especialmente en la anotadora -10 puntos en este acto-.
El enésimo contraataque ejecutado con maestría por Pilaristas propició un nuevo tiempo muerto de coach Esteban (27-21), que al más puro estilo Pablo Laso, incendió el pabellón con una bronca de las que se recuerdan. Por su parte, Pedro Calvo, entrenador de Pilaristas, olía a sangre y con inteligencia planteó a continuación una zona press -hasta entonces inédita-, que amplió aún más la ventaja local.
Como se ha señalado antes, especialmente inspirado estuvo en estos minutos Mark Gómez, con la inestimable ayuda del playmaker Íñigo Cuadra. Al descanso, Pilaristas gozaba de una renta que le sabía a oro (36-25). Se lo habían ganado con creces. Especialmente sintomática era la diferencia en el apartado reboteador (23 a 11), lo cual demostraba el ímpetu y ganas que estaban poniendo los osos al partido.
Reacción de Liceo
Tras el paso por el túnel de vestuarios, coachEsteban dejó un mensaje claro a los suyos: “Hay que defender y correr”. Y aunque sus muchachos salieron con ganas, el rebote ofensivo de Pilaristas continuó siendo una sangría para los visitantes -hasta un total de 19 cogieron los locales al final del choque-, que al menos en ataque tenían a Marc Estapé anotando canastas de todos los colores. ¡Menudo jugón! Por momentos, parecía que un huracán azotaba el pabellón pilarista. En defensa, con una zona 2-3, Liceo Francés frenó las embestidas locales, con Estapé ayudando en el rebote ofensivo.
En el ecuador del tercer cuarto, un triple de Jesús Duce ponía de nuevo la máxima para Pilaristas (43-31). Sin embargo, Liceo Francés reaccionó con un orgullo encomiable y con un parcial de 0-6 liderado por Elijah Sidi -qué ganas le pone este chaval- puso el partido en un puño. Por supuesto, coach Calvo lo paró inmediatamente con un tiempo muerto preciso.
Una gran acción individual de Luis Fidalgo fue la única noticia positiva para Pilaristas en estos minutos. Porque un imperial Marc Estapé, primero sumando desde el 4,60 y luego con un triple marca de la casa, cerró el cuarto con el partido no apto para cardiacos (45-44). En un abrir y cerrar de ojos, la película había cambiado.
La batalla final
La batalla de los últimos ocho minutos comenzó como acabó el periodo anterior, con un lanzamiento desde más allá de 6,75 de Marc Estapé, que por primera vez en mucho tiempo ponía con ventaja a los visitantes (45-47). No obstante, Pilaristas reaccionó con valentía, mediante dos canastas seguidas de Fernando Barettino. Liceo Francés comenzó a precipitarse en sus ataques, comenzando además a mostrar Estapé signos de agotamiento físico y mental.
Con todo, Louis Escoufier volvió a acercar a los visitantes (52-49). El final se antojaba apasionante… y así fue. Pilaristas trataba de tener paciencia en la circulación de balón ante la zona rival. Enfrente Liceo vio que los locales también apostaban por la zona y Mateo Lechuga respondió embocando un triple de esos que valen un potosí.
A falta de dos minutos, una inoportuna técnica a Marc Estapé (los superhéroes también se equivocan) puso a Pilaristas con dos de ventaja (54-52). Sin embargo, Estapé demostró no haberse descentrado y enseguida lo enmendó con dos tiros libres. Después, su compañero Mateo Lechuga volvió a anotar un triple decisivo -ese extraño elemento llamado Horry- para poner a Liceo Francés por delante en el marcador (54-57). Otra vez tiempo muerto local.
La pizarra de coach Calvo funcionó a la perfección, ya que Jaime Moral anotó desde 45 para poner de nuevo el empate… ¡La locura colegial! De repente, se sucedieron fallos debajo del aro por parte de ambos equipos… ay, los nervios. Un valioso rebote ofensivo de Mark Gómez acabó en falta a su favor, pero marró un tiro libre (58-57). Con 32 segundos, todo el pabellón sabía que la posesión iba a ser para Marc Estapé, que superó la doble e incluso triple ayuda rival, con un espectacular 2+1, que no fue culminado con su primer fallo desde el 4,60 de todo el partido (para un espectacular 15/16 al final, dicho sea de paso).
Sin nada que perder,y demostrando que el BA-LON-CES-TO es para valientes, Jaime Moral cogió la responsabilidad y riendas de su equipo para anotar un nuevo triple que ponía a Pilaristas por delante (61-59). Entonces ocurrió una de esas cosas que uno no desea que sucedan nunca y que empañan un partido que estaba siendo de leyenda. Con siete segundos para la conclusión, tras una pérdida visitante en línea de banda, Marc Estapé vio la segunda técnica y fue expulsado, al igual que su entrenador, Pablo Esteban, ambos por protestar airadamente la decisión arbitral… En fin, una pena.
A pesar de fallar dos tiros libres Jaime Moral, después Íñigo Cuadra (MVP del partido) anotó uno, que terminó de sentenciar el encuentro y dar un pase a semifinales a Pilaristas más que merecido. ¿Dónde está el techo de este EQUIPAZO? Rebotear y correr es su santo y seña. Por su parte, el final del partido no debe empañar el gran torneo de los chicos de Liceo Francés, que abandonan la Copa Colegial 2024 tristes, pero con orgullo de haberlo intentado con todas sus fuerzas. Otra vez será.
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