Se nota que la Copa Colegial va avanzando, cuando la tensión y la emoción se mascan a partes iguales. Eso fue lo que ocurrió en el partido de octavos de final entre Pilaristas y Patrocinio San José, disputado en el pabellón de los osos, en el corazón del centro madrileño. Ambos equipos llegaban con plena confianza al duelo, tras superar las primeras rondas, no sin sufrimiento; así le ocurrió a Patrocinio en Menesiano y a Pilaristas en Buen Consejo.

Antes del salto inicial, el local Jorge García Prieto soplaba las velas por su 17 cumpleaños, mientras sus compañeros le cantaban el “cumpleaños feliz”. Pero quien se pensara que el partido iba a ser una fiesta con piñata y piscina de bolas, estaba equivocado. El oso Gabriel Garbisu inauguró el electrónico, mientras que Patrocinio, que salió algo dormido, sólo conseguía sacar faltas, todas ellas recibidas por Álvaro Hernández en sus constantes penetraciones hacia canasta.

Hernández, pesadilla local

Sea como fuere, el empuje de Pilaristas y los movimientos en la zona de Nicolás Hart, propiciaron el acertado primer tiempo muerto visitante a cargo de su coach Badr el Mabrouki (6-1). Fue mano de santo, porque Patrocinio dio un golpe encima de la mesa con un parcial de 0-10, gracias a un festival de Álvaro Hernández, quien se convirtió en una auténtica pesadilla para Pilaristas: sacaba faltas, subía el balón, generaba en ataque a través de penetraciones por el centro de la zona… Su único ‘lunar’ fue algún fallo de más en los tiros libres (12/20 al final del choque), que impidió que Patrocinio se disparase en el marcador al final del primer cuarto (13-15).

Para entonces, Luis Palau, coach de Pilaristas, ya había parado el partido con un tiempo muerto en el que leyó la cartilla a los suyos al más puro estilo Pablo Laso. Y se ‘inventó’ una zona 1-3-1 que sorprendió a los visitantes, que ya no pisaban la pintura con tanta facilidad.

En el segundo cuarto, la tónica continuó siendo la misma que al final del primer cuarto. Pilaristas corría con más facilidad y gracias al rebote ofensivo (once a la conclusión), conseguía segundas y hasta terceras oportunidades con Hart y Garbisu midiéndose en la zona con la torre visitante, Ignacio Amores. Otro arreón de Álvaro Hernández (vaya zurda de oro la de este chaval) y un triple de Gonzalo Arguedas fue neutralizado con sendos lanzamientos exteriores de Miguel Rodríguez-Ferro e Ignacio Tordable (24-28).

Partido de infarto

Tras el paso por el túnel de vestuarios, la tónica continuó siendo la misma: máxima igualdad y cierta imprecisión por parte de ambos equipos con el balón en las manos (23 vs 21 en el duelo de pérdidas). El partido iba a velocidad de vértigo y cada posesión se luchaba como si fuera la última. A pesar de la efectiva zona 1-3-1, Álvaro Hernández continuaba provocando constantes quebraderos de cabeza a los locales, que sólo le podían parar con faltas. Al MVP de Patrocinio (y, sin duda, del partido) le faltaba un escudero para que los suyos se fuesen en el marcador.

Eso y que Pilaristas en todo momento vendía muy cara su piel, merced a la casta de Gabriel Garbisu y el ritmo frenético de Jaime de Luque, que parecía disfrazado del mismísimo Russell Westbrook. No obstante, en este tercer cuarto, el problema para los locales fue los numerosos errores desde la línea de tiros libres (4/17 al final). Eso unido a que el aro escupió varios lanzamientos de ambos equipos dejó las espadas en todo lo alto a ocho minutos para el final (38-39).

Amores, jugón

Como ya ocurrió en el encuentro de primera ronda ante Menesiano, Ignacio Amores fue providencial en los primeros compases del último acto. A pesar de llevar un partido más flojo de lo habitual, cuatro puntos consecutivos suyos (canasta incluida tras pasarse el balón por la espalda), permitieron a Álvaro MVP Hernández tomarse un respiro en el liderazgo de su equipo.

Mientras, el duelo en la grada empezaba a ser casi igual de intenso que el de la pista. El “Pilaristas” vs “Patrocinio” rugía en el pabellón de forma ensordecedora. Los locales aún tenían fuerzas, pero cada vez que penetraban en la zona de los patos, se encontraban un muro que abortaba cualquier intento de canasta. Álvaro Hernández completó su soberbia actuación finiquitando el duelo con varias canastas y tiros libres desde el 4,60 para firmar una de las actuaciones de esta Copa Colegial (37 puntos y 7 robos).

Con este triunfo, Patrocinio pasa a cuartos de final donde se medirá a San Viator en lo que para muchos será una final anticipada. Mientras, Pilaristas abandona la Copa Colegial, probablemente antes de lo que pensasen, pero orgullosos de haber dejado el escudo de su colegio bien alto. Otra vez será.