No pintaba bien la cosa tras el primer cuarto para los Jabalíes de Sagrados Corazones: un descarado colegio San Ramón y San Antonio había salido a por todas y ganaba con un claro 9-17, que había llegado a ser 3-15. Pero los de casa se conjuraron para darle la vuelta al marcador y acabar ganando sin problemas y clasificarse una vez más para la segunda ronda de la Copa Colegial. 

Salía a por todas San Ramón y San Antonio (SR-SA de aquí en adelante) en la casa de Sagrados Corazones: 0-7 para empezar, los siete del ala-pívot Nico Serrano. Tardaría tres minutos en llegar la primera canasta de los locales, un triple de Víctor Núñez (3-7). Pero este primer cuarto solo tuvo un color: el de SR-SA, que llegó a estar 12 arriba (3-15 tras triple de Alejandro Guijarro) y cerraría los primeros ocho minutos con un contundente 9-17.

Pero esto no va de cómo empieza, sino de cómo termina. Sagrados Corazones hizo honor a su nombre y fue a por la remontada con paciencia y buen hacer. Primero, secando al ataque sanramoniano. Luego, por fin, enganchando una buena racha ofensiva: Juan Carlos Lapastora culminaba un parcial de 9-1 para los locales que empataba el partido, 18-18.

¡Quietos ahí! No había empezado así de lanzado SR-SA como para irse al descanso perdiendo. Tras tiempo muerto recuperaron la ventaja, no sin sufrimiento: tres minutos y medio tardó en llegar la primera canasta en juego de los visitantes, un tiro de dos de Adrián Sánchez (18-20). Lo que estaba claro es que el partido ya era otro muy diferente al que había empezado: unos querían darle la vuelta, otros mantener la iniciativa. 

Antideportiva sobre Nico Serrano, que no tiembla desde el tiro libre, 20-24. Sigue enchufado el ala-pívot visitante, 20-26. Otra vez Guijarro, 20-28. SR-SA recupera el control...

...y se encienden las alarmas locales, vuelve a latir el corazón de los de casa, que consiguieron frenar la nueva santa acometida, que llegó a irse de nueve, 26-35. Lapastora se puso la capa de héroe para que el resultado al descanso estuviera en un puño: 33-35.

Tras el paso por vestuarios, ahora sí, llegó la remontada de Sagrados Corazones. En apenas treinta segundos, Darel Alvarado dio la primera ventaja a los de casa, y ya no la soltaron en todo el partido: 37-35. Un ciclón rojo había tomado completamente el parqué, desarbolando a un equipo que tan descarado se había mostrado en la primera mitad: mediado este tercer cuarto la diferencia ya era de diez para los locales, 49-39. Finalizó el cuarto con la máxima ventaja: 60-46. El bestial parcial de 27-11 de este cuarto lo dice todo. 

No dejó de intentarlo el SR-SA en el último cuarto, pero el mazazo había sido tremendo y no sabían cómo responder. Crespillo llegó a poner a los suyos a seis quedando un mundo, más de cuatro minutos y medio (60-54), pero Sagrados Corazones no tenía intención de que este partido se le escapara. Encontraron respuesta a todos y cada uno de los intentos visitantes, para acabar sentenciando con un claro 73-61.