Arrancaba la emoción de la Copa Colegial en el Colegio Joyfe una temporada más, prometiendo un nuevo año de pura emoción. Además, lo hacía en un colegio emblemático que ha levantado en 2009 y 2022 el trofeo de campeón en la categoría masculina, y una vez, en el 2006, en la femenina. Todo un clásico.

El partido no iba a dejar de estar a la altura de lo que se esperaba. Aunque en el inicio se vieron los tradicionales nervios de arrancar un torneo de esta índole, en el que las gradas están llenas de una y otra afición, el partido fue cogiendo color y temperatura con los minutos.

Los errores en las acciones ofensivas y las pérdidas fueron la tónica de los primeros compases, propiciando un marcador corto que nada hacía justicia a los intentos de las jugadoras. Elvira Alba abrió la veda anotadora para dejarla en un paupérrimo 4-2 tras cuatro minutos de partido.

Intentaba tirar de Caldeiro Ana Urzáiz, sin relativo éxito al chocarse de forma continua con la defensa de Joyfe. Por el otro lado, Tania Ayuso comenzó a carburar poco a poco, y acabó siendo decisiva para que las pupilas de Alejandro Hernández gozasen de la primera gran ventaja al terminar los primeros ocho minutos que se habían instalado en el marcador con el 10-4.

Se esperaban correcciones en las pupilas de Jorge Martínez, pero la diferencia no hizo más que crecer. Con Tania Ayuso sumando de tres en tres y con Joyfe planteando una defensa de espacios 2-3 que complicaba la vida de las visitantes. De un 10-4 a un 18-4 en apenas dos minutos. Y es que esa dupla de la base junto a Carmen Aguado era demasiado para las carneras, que no encontraban soluciones ni en ataque ni en defensa, aunque mejoraron sustancialmente con la defensa en ciego de Paula Díaz sobre Ayuso.

Este cambio defensivo pareció incendiar el partido, alocándose por momentos y cayendo del lado de un Caldeiro que se beneficiaba del río revuelto. Como dirían aquellos, no Tania, no party. Y es que, si no llega a ser por Carmen Aguado, Joyfe se hubiese metido en problemas al no encontrar soluciones dentro del caos. La alero colocó el 25-14 con ambos equipos enfilando el túnel de vestuarios.

IGUALDAD HASTA LA MAGIA DEL FINAL

El paso por los vestuarios no pareció cambiar el rumbo del partido. Caldeiro era otra cosa, cierto, con mayor agresividad en defensa, pero en ataque seguían atascadas, más aún cayendo en la trampa de la zona de espacios 3-2 esta vez de Joyfe. El único punto a favor de las carneras fue que las canguros no estaban acertadas. De hecho, el 28-18 reflejaba poco movimiento en el marcador.

Mucha defensa + poco acierto = partido duro. Las matemáticas no fallan, y el encuentro entró en barrena. Ni Tania Ayuso, ni Carmen Aguado, ni Paula Díaz. Sólo defensa, pérdidas a montones y alguna acción aislada. Aquí contó con verdadera importancia cada situación de tiro libre, con esa fórmula de la Copa Colegial de que, si anotas el primero, sumas los dos o tres puntos directamente en función de dónde haya sido la falta. Y en esas aguas apareció el equipo de Jorge Martínez para reducir la renta por debajo de los diez puntos (30-22) entrando a los últimos ocho minutos.

Había runrún en las gradas del Colegio Joyfe, con un Caldeiro crecido y que iba a más, y un Joyfe sin ideas y que acusaba el cansancio de Tania Ayuso y la falta de puntería de Carmen Aguado. No obstante, el paso inexorable de los minutos favorecía a las locales, que aguantaban el tipo con el 35-24 a cuatro minutos de finiquitarse esta primera ronda de la Copa Colegial.

Cuando más apretaban las rivales, Joyfe pudo respirar con una de sus mejores armas, el triple. Uno de Tania Ayuso y uno de Carmen Aguado clavaron los últimos clavos del gran espíritu competitivo de Caldeiro, que vio cómo se le escapa la victoria de los dedos con ese 41-27 definitivo en el luminoso.