No siempre ganan los actuales campeones, aunque en femenino sea una película distinta. En la categoría masculina fue otro cantar, ya que Novaschool volví a saborear las mieles del éxito tras ganar en una intensa final al campeón de 2018, Colegio Los Olivos, por 39-43. La calidad individual de los del Rincón de la Victoria, muy bien dirigidos por A. Fenoll, decantó un encuentro en el que nadie podía despistarse, ni en la pista ni en la grada. Un segundo de desatención y se perdía el hilo del partido.

Muy activo Los Olivos en el inicio, con mucha más energía que su contrincante y directos a conseguir el segundo entorchado de su historia. No se sentía cómodo Novaschool en un partido rápido y sin descanso, ya que su juego, mucho más ordenado que todos los equipos de la competición y con las ideas muy claras, sufre en este tipo de encuentros. Eso lo aprovecharon los verdes para llevarse el primer parcial por 13-10 gracias al buen hacer de Lara y González, que se mostraban muy activos en su equipo. Eso sí, les costaba parar bajo el aro las embestidas de Novaschool, que aunque no anotó hasta pasados cuatro minutos, se mantuvo en pie.

Empezó a cogerle el hilo del partido 'Nova', que si antes sufría en defensa -no llegaban bien a los balances-, de salida impusieron su ley. La defensa fue clave para no dejar respirar a Los Olivos, que se atascó una y otra vez en ataque y en los rebotes no era capaz de coger ventaja. De esos problemas vino el parcial de 0-9 para Novaschool comandado por Páez y Palomo, que al descanso le daban aire a sus compañeros con el 17-23 en el marcador.

Tenía que volver a sus orígenes Los Olivos por como se estaban poniendo las cosas. Ampliaba su renta Novaschool con  una canasta de Páez (17-25) y reventaba un Ciudad Jardín con una gran entrada para estas finales. Pero el actual campeón no estaba muerto ni mucho menos y volvía a recuperarse gracias a un inconmensurable Lara, que estaba en todas. Anotaba, reboteaba, asistía y se eregía como la figura de los suyos. Conseguía igualar la contienda a persar de ir perdiendo por 8 puntos y estar cerca de caerse por el precipicio, pero la confianza y la intensidad en defensa les devolvía la esperanza (26-26).

Así, el último cuarto se emergía como el definitivo. Dos equipos que ya sabían lo que era ganar y dos equipos que querían su segundo entorchado. Un triple de Benítez volvía a dar ventaja a Novaschool (26-29), y aún pudo ampliar la renta si hubiera anotado los dos tiros libres de los que dispuso posteriormente. Los Olivos se hacía fuerte y corría para anotar de la mano de Hurtado y Lara, que apretaban el luminoso (30-31). Entraba el encuentro en un estado de nervios absoluto donde las faltas se sucedían y las posesiones se alargaban más de la cuenta. Los tiros entraban para unos y los rebotes beneficiaban a otros. Novaschool siempre iba por delante, por poco, pero siempre con ventaja, algo que comía la moral Los Olivos, que no perdía la fe en poder ganar el partido. La puntilla parecía llegar con España y Paez anotando dos jugadas seguidad (34-38) a faltab de dos minutos, pero se levantaron los 'agustinos' y tiraban de casta para tener opciones. Y aún las tuvieron, pero la suerte les fue esquiva en tres lanzamientos triples que les ponían empate a falta de menos de 40 segundos para el final y Novaschool, desde la personal, acabó cerrando el encuentro por 39-43.