El reloj marca las 20.00 horas en el pabellón del Corazón Inmaculado (el nido de los flamencos). Ha tenido lugar la presentación de jugadores y ya están en cancha los quintetos iniciales. El árbitro lanza el balón al aire y comienza la lucha por la victoria.

Ambos equipos han saltado a la cancha con un quinteto compuesto por jugadores eléctricos; de una altura, agilidad y explosividad que pronto imprimirán un ritmo vertiginoso al juego. Y en medio de la montaña rusa que suponen los primeros dos minutos de partido, llega la primera canasta del encuentro, de Buen Consejo, que anotará seguidamente un logrado triple para obtener una ventaja de cinco puntos sobre sus rivales.

Poco se hizo esperar la reacción del Corazón Inmaculado (COIN), que celebró con no disimulado entusiasmo la canasta de su capitán, Juan Carro, conseguida tras elevarse éste por encima de tres defensores que salieron a puntear su bombita.

En el resto de minutos de este primer cuarto asistiremos a una serie de fallos desde la línea de tiro libre. Puntos perdidos que se sentirán en el final de partido.

Pero empieza ya el segundo cuarto, y con él las rotaciones de los dos conjuntos. Este cuarto lo ganará COIN, mas se irá al descanso seis puntos por debajo en el marcador.

En la segunda parte el Buen Consejo salta a la cancha con una fuerza e intensidad muy superiores a los locales, que parecen haber reposado demasiado en el descanso. Así, los visitantes encadenan varios puntos consecutivos, destacándose el gran triple de Marcos Escobar, que hace mella en el ánimo de los flamencos del COIN. Entre la afición hay más de uno que ya ha perdido la cuenta del tanteo, y es que el Buen Consejo acaba de obtener su máxima ventaja colocándose a una distancia de 14 puntos.

El COIN ha estado bebiendo hasta ahora del poderío del caza-rebotes David Cilleruelo; un auténtico saltamontes, poseedor de unos muelles que le han permitido no conceder segundas oportunidades a sus contrincantes. Pero este dominio del rebote de poco le sirve ahora al COIN, cuando los jugadores del Buen Consejo lo están anotando prácticamente todo. Llega un momento del partido en que parece que Buen Consejo va a acabar con todas las opciones de COIN.

Sin embargo, los flamencos serán constantes en su defensa y, tirando más de corazón que de buen juego, terminarán el cuarto reduciendo la diferencia a 8 puntos.

Y a por el último cuarto, el más emocionante y el preferido por los buenos jugadores de verdad. Para empezar, vemos un intercambio de canastas en el que Buen Consejo mantendrá la diferencia. Diremos que el cuarto estará presidido por los puntos de Escobar y Carlos Grande.

Nos acercamos al minuto cinco en el momento en que Sergio Landrove, haciendo uso de su gachetobrazo, intercepta un par de balones que transformará en canastas tras rapidísimos contraataques. Los corazones se han acelerado y el pabellón está temblando.

Animado por el empuje de sus compañeros, el pívot Cilleruelo se disfraza súbita y fugazmente de tirador, encholando un triple que acerca la remontada a tres puntos. Ataca Buen Consejo y COIN roba el balón, hay falta sobre el capitán y son tiros libres. El que fue uno de los mayores anotadores del partido no está acertado en esta ocasión y falla los dos.

De nuevo ataca Buen Consejo, al que no le afectarán los gritos de “COOOOIN, COOOOIN” que emanan de la grada, y anotará una canasta de dos puntos, que firmará Pablo Fernández. Otra vez se comete falta sobre el capitán, que verá resignado cómo se disipa el éxtasis de remontar al volver a fallar los dos tiros. Buen Consejo encesta tres puntos más y se escapa a los 8 puntos que les harán vencedores.

Buen Consejo se lleva la gloria merecida, han sido los justos campeones. Pero este partido no es del todo una derrota para el COIN y desde luego no será una mala noticia. Porque el que estuvo la pasada tarde del viernes en el Nido sabrá que el COIN no se ha apuntado a la Copa para pasar el rato, sino que sueña con baloncesto y compite por sus sueños.