Partido épico, de los que hacen afición y de los que definen a una competición como esta. A la segunda va a la vencida deben pensar en Sierra Blanca, que tras caer el año pasado en esta primera fase ya conoce lo que es sentirse en semifinales. Las chicas de Alba Herrera jugaron un interesante partido ante León XIII, que acusó en exceso el fallo desde el tiro libre y acabó pagándolo con una dolorosa eliminación tras dos prórrogas (27-30).

Fue un partido a pocos puntos, con las defensas imponiéndose a los ataques y con los nervios a flor de piel. Las alternancias en el marcador en ningún momento fueron amplias, de hecho el primer 4-0 de Sierra Blanca, de la mano de Romero, no tardó mucho en neutralizarse tras dos acciones consecutivas terminadas en canasta las pupilas de Cris Román. Parecía que las locales estaban más enteras, más decididas a ganar el partido a pesar de que el primer acto se ponía en su contra por un solo punto (9-8).

La igualdad de los primeros minutos fue tan patente que el guión no cambió en el segundo cuarto. Mucho ritmo de juego pero muchos fallos en ataque, un simple 3-4 que dejaba todo en el aire para la segunda mitad. Otra historia hubiera sido si ambos conjuntos hubieran anotado sus tiros libres, pero la suerte no estaba de lado de ninguno de los dos y la victoria se iba a ir para el lado que tuviese más entereza en el juego y una pizca de suerte (12-12).

Arrancó fenomenal León XIII gracias al empuje de Gómez y Von, que se convirtieron en las artífices de una remontada que hizo levantarse a más de uno de la grada. Eran buenos momentos para las locales, que veían como se ponían por delante y dejaban un camino bastante mejor marcado que los minutos anteriores con el 16-21. Le tocaba remar a Sierra Blanca, cuyo juego se diluyó por momentos y acusaba el desgaste de los primeros dos actos. No obstante, no estaba todo perdido porque el marcador era remontable.

Y así fue, cuando quiso Balbuena, que se marcó un partidazo en ambos lados de la pista y la que a la postre sería la mejor del partido. Por sus manos pasaban los mejores balones de las azulonas, que poco a poco se volvían a meter en el partido. Un rápido parcial de 5-2 ponía casi las tablas en el marcador y el pitido final apretaba. Las faltas y los errores defensivos provocaban muchos tiros libres, dejando la cosa en el aire para la suerte en la línea de castigo. Así, el carrusel de tiros llevó el partido hasta las dos prórrogas, con la aficiñon ya de pie animando y alentando a cada uno de los equipos y con los entrenadores con la pizarra en la mano marcando las jugadas en la pista. Primero fue León XIII quién pisó la línea para llevar el partido al tiempo extra (23-23) y luego fue Sierra Blanca quien erraía para llegar a la segunda prórroga. Todo estaba por decidir, hasta que apareció Mata para poner la puntilla a las locales (27-30).