Con las chicas de Jesús y María con el billete a la gran final del día 11 recién sacado, llegaba el turno de las anfitrionas de estas semifinales femeninas 2019, las espartanas de San Agustín. Enfrente, uno de los equipos revelación este año, las panteras de Vega del Prado y su flamante estrella Esther Sevilla, que se habían deshecho de las actuales subcampeonas de La Enseñanza en la ronda previa.

Las locales saltaron al parquet de San Agustín mucho más entonadas, prueba de ello fueron las dos canastas de Beatriz Sánchez, que ponían el 4-0 a favor de las naranjas. Pero rápido se puso Esther Sevilla al mando de las operaciones y, con un dominio dictatorial dentro de la pintura, daba la vuelta al parcial de salida colocándolo en un 4-8 que hacía saltar las primeras luces de alerta en el banquillo de San Agustín. La entrada en pista de Raquel Vega consiguió cortar la sangría anotadora de las suyas colocando el 6-8 con el que se llegaría al final del primer periodo.

En el segundo periodo llegaría el primer punto de inflexión del encuentro. En un cuarto prácticamente inmaculado de la #17 de Vega, conseguían endosar un parcial de 6-16 que deja a las espartanas al borde del KO en el descanso.  El poderío en el rebote, unido al acierto anotador desde la línea de tiros libres, dejaban en baldíos los esfuerzos de Paula Vaquero e Irene de la Fuente por mantener a las suyas en la pelea.

Tras el descanso, y con un marcador de 12-24, nos encontramos un escenario distinto. Las de San Agustín, mucho más relajadas, empezaron a ver aro finalizando contrataques. También su tiro exterior `pareció recuperar unos porcentajes aceptables y, de la mano de Aitana Gallego y Laura Pescador, conseguían recortar la desventaja hasta los 6 puntos (26-28) El trabajo de Irene en la pintura también daba sus frutos y, a falta de 1:30 para finalizar el tercer acto, conseguía sacar la 4ª falta personal a la omnipresente Esther Sevilla.

Con todo por decidir en pista llegamos al último periodo con 23-32 en el marcador y, lo que era más preocupante para los intereses visitantes, con su estrella en el límite de la expulsión por faltas personales. Pero el daño ya estaba hecho en la moral de las atacantes de San Agustín, que rehusaron en varias ocasiones el ataque 1c1, optando por tiros desde la media distancia que no siempre acabaron dentro del aro. Esto, sumado a las ayudas defensivas de jugadoras como Inés Sanz y Mencía Jinhai, saltando a la falta para proteger a su capitana, hicieron que Sevilla no fuese expulsada y aguantase en pista hasta que ya solo quedaban 1:30 minutos de juego. Pero para entonces, la renta se había vuelto a disparar hasta los 12 puntos (26-38) y el tren con destino a la final ya no estaba en el andén de San Agustín. Aun así, las bravas espartanas lo dieron todo hasta el final. Su pívot, Irene de la Fuente, también había abandonado el encuentro por faltas y en un último arrebato de genio, Beatriz Sánchez y Laura Pescador recortaban 6 puntos en un minuto para dejar el definitivo 32-38 que nos lleva a una final insólita en la Copa Colegial Valladolid y deja a San Agustín nuevamente eliminado en semifinales, su cruce maldito, por tercer año consecutivo.

La MVP Pascual Bifrutas del encuentro fue Esther Sevilla con 25Pt, 17Re, 38 Va.