Jesús y María rozó la hazaña de la mano de un extraordinario Rodrigo Cano

Finalmente serán los chicos de Julián Marías quienes, tras imponerse a Jesús y María (44-48), disputen a Lourdes el estandarte de campeones 2018 en la gran final del próximo miércoles. Un pase que tuvieron que trabajarse a fondo frente a un rival que les puso las cosas enormemente difíciles. Las faltas personales y la ausencia de jugadores de recambio efectivos, condenó a Jesús y María a naufragar en la orilla en su objetivo de convertirse en finalista.

Como era de esperar, el juego de Jesús y María giró en torno a su estrella Rodrigo Cano quien, bien acompañado en el juego interior por Miguel Ángel Reyes, conseguía que los suyos mandasen en el marcador durante toda la primera parte. Sus cinco triples a lo largo de los dos primeros cuartos, hacían mucho daño a la defensa de un Julián Marías que veía como sus 2c1 contra el jugador azulón no conseguían el objetivo deseado.

En ataque, los muchachos del instituto de parquesol, se mostraban mucho más polivalentes que el rival. Hasta siete jugadores sumaron puntos al casillero de Julián Marías, siendo el capitán, Pablo Barreiro, el encargado de tirar de su equipo en facetas ofensivas para mantener a los suyos a la menor distancia posible.

Tras el merecido descanso, llegaron los minutos claves del encuentro. Nada más comenzar el tercer cuarto, Jesús y María abría una peligrosa brecha en el marcador de 6 puntos. Las alarmas en el banquillo de Julián Marías se encendían, por un lado, la imposibilidad de frenar a Cano, y por otro, los pivots de Julián no terminaban de ejercer el dominio deseado en ambas pinturas. Entonces, y como si de un jarro de agua fría se tratase, llegó la quinta falta personal de Miguel Ángel Reyes. Las caras de abatimiento de todo el equipo de Jesús y María hacían denotar que los problemas se iban a multiplicar exponencialmente a partir de ese momento. Julián Marías veía cómo su oportunidad llegaba y no la querían dejar escapar, la defensa incrementó su intensidad consiguiendo dar la vuelta al marcador con el 36-37.

A la expulsión de Reyes, se sumarían las de Óscar Giménez y Javier Sanz. La aparición en ese momento de Alberto García, que durante el primer tiempo había pasado algo desapercibido, fue providencial para los intereses de Julián, sus 17 puntos en la segunda parte, se convirtieron en una losa insuperable para Jesús y María que veía como el sueño de ser finalista se escapaba de entres sus dedos. El último período del encuentro se convirtió en una batalla de Rodrigo Cano contra todo y contra todos, la garra y la clase del jugador a punto estuvieron de hacer saltar la sorpresa, pero la lógica prevaleció y el fondo de banquillo de Julián decidió la semifinal.

La cita es ineludible. Miércoles 28 de marzo, colegio Ntra. Señora de Lourdes, a las 17:00, gran final femenina entre La Enseñanza y Julián Marías y, a las 18:45, gran final masculina entre Lourdes y Julián Marías.