El sorteo quiso que dos de los equipos más en forma este curso cruzasen sus destinos en cuartos de final. Por un lado, el vigente campeón, las águilas de Lourdes, con un equipo muy joven pero con uno de los jugadores más letales del baloncesto vallisoletano como es David Díez, en sus filas. Por otro, los siempre temibles espartanos de San Agustín, donde milita la auténtica perla de la cantera vallisoletana, el llamado a escribir su nombre con letras de oro en un futuro no muy lejano, Sergio de Larrea.

La puesta en escena de las águilas fue perfecta. El ritmo impuesto por David Díez y los hermanos Neri, descolocaban al rival y se anotaban el primer round del partido con un parcial de 11-5 que encendía luces de peligro en el banquillo espartano.

San Agustín sabía que el control del juego y un ritmo más pausado beneficiaba a sus intereses y, tras la reanudación, el guion del encuentro se tornaba más favorable a los de naranja. Sergio de  Larrea se mostraba intratable en sus penetraciones, tanto anotando él mismo como distribuyendo juego con asistencias imposible. Los espartanos estaban ahí, firmando unas tablas a 12 en el segundo parcial para irse al descanso con un marcador de 23 a 17 y con todo aún por decidir.

La segunda parte se convirtió en un regalo para todos los asistentes, el nivel del juego alcanzaba cotas épicas y ninguno de los dos equipos daba su brazo a torcer. Roberto Domínguez se convertía en el mejor aliado de David Díez para mantener a Lourdes en la pomada. Aún así, San Agustín encontraba en la dupla Sergio de Larrea-Alberto Gobernado el tándem perfecto para dar la vuelta al marcador y encarar el último periodo con una exigua ventaja de 2 puntos (34-36)

El último cuarto fue una auténtica oda al baloncesto. Los espartanos abrían un pequeño hueco de cinco puntos (34-39) que daba un respiro a sus fatigados jugadores. Pero el campeón no iba a despedirse del torneo que ha dominado los dos últimos años sin dejarse hasta el último aliento en el empeño. Con 44-45 y a poco más de un minuto para el final, llegaba la nota negativa del encuentro, Jorge Rodríguez Neri abandonaba la pista lesionado. San Agustín se defendía como gato panza arriba de los envites de un Lourdes volcado en busca de la victoria. Una secuencia de ataques fallidos dejaba a Lourdes con el último balón a falta de 10 segundos para dar la vuelta al marcador. David se iba hacia el aro con todo y sacaba una falta que le otorgaban dos tiros libres decisivos. El juego se tuvo que parar pues al héroe de esta última jugada se le subía el gemelo. A pesar de la cojera, Díez lanzaba y anotaba los tiros libres que daban, de momento, el pase a semifinales a los suyos. Tras consumir el último de sus tiempos muertos, San Agustín gastaba su última bala para doblegar a las águilas. Tenían 5 segundos y la jugada ensayada tenía nombre propio, Sergio de Larrea. El jovencísimo jugador recibía y, tras salir de un buen bloqueo, atacaba el aro frente a tres jugadores de Lourdes, el 14 era capaz de sacar un tiro forzado que se iba fuera por muy poco ahogando las ilusiones espartanas a centímetros de la orilla.

No tenemos más que palabras de agradecimiento para estos espartanos que año tras año protagonizan muchos de los momentos más emocionantes de la Copa Colegial. La juventud de esta generación, vaticina muchos éxitos en las próximas ediciones del torneo del KO.

Billete a semis para Lourdes donde les espera un hueso muy duro que roer, los dragones de San José, que buscan el segundo estandarte de su historia tras el conseguido en 2017.

MVP SERGIO DE LARREA  (San Agustín) 17 Pts  10 Reb  26 Val