Volvía la copa a la pista de las tierras verdes. Irlandesas y Virgen de Atocha estrenaban su propia andadura colegial con un partido extraño. El patio no rugía como en otras temporadas y los colores verdes y azules solo aparecían en unas camisetas con falta de afición. Pero esa sensación en la boca del estómago resurgía doce meses después del día que se paró el mundo en 2020. La ilusión de la competición a cara o cruz volvía al cemento. Y el partido fue un auténtico disfrute. 

Primer cuarto: empate técnico y mucho respeto al rival.  

El choque comenzó con mucha igualdad. Ambos equipos, bien trabajados desde el banquillo, mostraron su calidad en fundamentos y pizarra. Abrió el marcador Eire Melcon para las de Atocha (4 puntos con un 67% en T2 y 4 rebotes) con firmeza y determinación. A ello se sucedieron las respuestas de Irlandesas, con Paloma Gómez como gran baluarte del equipo verde (13 puntos con un 68% en T2, 50% en T3 y 10 rebotes, 6 en materia ofensiva y 4 en defensa). 

Mucha concentración y juego organizado que hizo que el marcador no se fuera en ningún momento y terminara el primer asalto en tablas (10-10). 

Segundo cuarto: Virgen de Atocha se lleva el parcial.

Si el primer cuarto había sido un tira y afloja entre ambos equipos, el segundo se decantó parcialmente para las azules. Virgen de Atocha marcó la dinámica con Cristina Rodríguez (67% de acierto en T2) adelantando a su equipo al arranque del segundo asalto. Carolina González (6 puntos y 75% en T2) también sumó en la ofensiva de Virgen de Atocha. A pesar de ello, Irlandesas siguió con su juego y una fantástica Candela Vaño (8 puntos y una fiabilidad del 80% en T2) no dejaba que las visitantes se marcharan en el marcador. 

El partido se fue al descanso, nuevamente, con un parcial muy igualado (13-15) que dejaba el partido abierto para la segunda parte con un marcador de 23-25 a favor de Virgen de Atocha. 

Tercer cuarto: Irlandesas rompe la baraja.

Pero si hubo un momento de inflexión en el partido que hizo que este fuera adquiriendo un color verde, este fue el tercer cuarto. Un parcial de 13-3 para Irlandesas fue el rédito necesario para acomodar la segunda parte y mostrar un juego más lucido y fluido. Esto desquició a las azules que, a pesar de intentarlo, se encontraron con una defensa férrea y una lucha por el rebote voraz bajo los aros. Solo Clara García (5 puntos) pudo sumar dos puntos a su equipo. El despliegue, sin embargo, de Irlandesas, se concentró en dos nombres: Blanca Román y Paloma Gómez. La base de las ‘fighting irish’ (11 puntos y 67% en T3, 6 rebotes defensivos y 4 asistencias) prodigó un juego y una intensidad en pista claves para que el equipo local se marchara en el marcador. 

Pero fue el caso de Paloma Gómez el que determinó el partido. Su trascendencia en el tercer —y especialmente en el cuarto cuarto— fueron un revulsivo para Irlandesas. 

Al final del tercer tiempo, Irlandesas dominaba en el marcador (36-28). Pero Virgen de Atocha, en esa muestra de equipo que sabe madurar y trabajar los partidos, no bajó los brazos y mostró talento en los últimos ocho minutos.  

Cuarto cuarto: no fue suficiente.  

Si hubo un nombre propio en el último cuarto para las visitantes, ese fue el de Rita Forteza. La pívot, máxima anotadora de su equipo (10 puntos, 57% de acierto en T2, 14 rebotes, 12 en ataque y 2 en defensa y 1 asistencia), puso todo su talento sobre la pista para recortar distancias en el marcador, pero la renta obtenida por Irlandesas en el tercer cuarto lo hizo inviable. 

Además, Paloma Gómez volvió a aparecer en este último cuarto para dar por zanjado el marcador. Provocó faltas que llevaron a las verdes a los tiros libres. Y no lo desaprovecharon (60% de acierto). Otro de los motivos que permitió a Irlandesas llevarse el partido. 

Con el marcador 36-29 y Virgen de Atocha apretando para restar puntos, Paloma se echó el equipo a la espalda en materia defensiva (6 rebotes) y también aportó desde la línea de 4,60. Su triple, a los tres minutos del último cuarto, fue la puntilla necesaria para rubricar un 42-29. Virgen de Atocha reaccionó y nuevamente Carolina González, Rita Forteza y Leire Sánchez aprovecharon sus internadas en la pintura para conseguir ponerse nueve abajo (44-35). 

A partir de entonces, y con los equipos en bonus, los tiros libres fueron cerrando un partido que ya tenía clara victoria local. 

Al término del pitido final, 47-39 a favor de Irlandesas. Un partido que mostró el carácter de dos equipos muy bien trabajados, con fundamentos y sistemas bien aprendidos. Talento y calidad técnica en ambas partes. 

Lo importante de todo esto es que... ¡VOLVEMOS AL PATIO!