El día 16 de abril fue elegido como telón de fondo para el partido de octavos entre las chicas del Padre Manyanet y Santa María La Blanca. Coincidiendo en color de camiseta, las visitantes fueron las que tuvieron que cambiar su indumentaria habitual por una camiseta roja, con la que estamos menos acostumbradas a ver a las chicas. Pero eso no iba a distraerlas del objetivo final.

Ya durante el calentamiento pudimos ver la intensidad que después ambos equipos transmitirían al partido, la concentración y las ganas se respiraban con cada canasta y con cada pase. A pesar de ser un partido que se celebraba a puerta cerrada, en el pabellón de las Centauras no faltaron los ánimos y vítores de ambos banquillos a sus respectivos equipos, se respiraba un ambiente digno de los mejores días de Copa Colegial.

Primer cuarto: el acierto desde la línea de 3 de las visitantes no es suficiente contra la gran efectividad de Padre Manyanet.

El equipo local no tardó en estrenar el marcador, y Natalia Figueroa pareció que quería dejar claro que se iba a postular como una de las mayores anotadoras del partido. Pronto ambos equipos evidenciaron el tipo de juego con el que iban a intentar hacerse con la victoria: las locales más táctico, con jugadas combinadas muy efectivas, dando peso a la estrategia y un juego muy cooperativo, y las visitantes por su parte con un juego rápido y a la contra, de pases largos y lucha bajo el aro. A pesar del triple de Sandra Agustino para Santa María La Blanca, las locales se alejaron rápido en el marcador, con la base Valentina Rábago llevando todo el peso en la creación de jugadas y con una actuación de manual, con ideas claras y organizadas para estructurar el ataque, y haciendo jugar a sus compañeras, como Natalia Figueroa y Paula Lozano, que aprovechaban para transformar su efectividad de cara al aro en puntos uno tras otro. Pero desde luego si la distancia en el marcador no fue mayor fue gracias a la intensidad defensiva de las chicas de Santa María La Blanca, que realizaron un sinfín de robos, pero cuando llegaban a la canasta contraria parecían quedarse sin ideas. El triple final sobre la bocina de Sofía García pareció sentenciar que era desde lejos desde donde las visitantes se estaban encontrando muchísimo más cómodas. El cuarto terminó con un 17 a 6 en el marcador.

Segundo cuarto: el gran acierto de cara a canasta de las locales hace que cojan distancia en el marcador.

Las chicas de Santa María La Blanca salieron muy enchufadas para este segundo cuarto, tanto que para parar la penetración en solitario de Natalia Martínez solo pudo ser con falta. Estuvo acertada la visitante desde la línea del tiro libre, convirtiendo los dos bajo los ánimos de sus compañeras. El partido parecía haber subido un grado más de intensidad, con un juego más eléctrico por parte de ambos equipos y unas defensas individuales férreas y bien asentadas. Buena cuenta de esto último se dio Sherezade Blázquez, cuando intentó una rápida contra en solitario pero se chochó contra Ángela Sánchez. A pesar de esto, las locales volvieron a estar mucho más acertadas de cara a canasta, alejándose en el marcador. Planteaban su juego con desparpajo e inteligencia, creando espacios con movimiento sin balón y atreviéndose también desde la línea de 3, primero Noelia de la Torre y después Natalia Figueroa, esta última con más puntería.

En las visitantes, era María Díaz-Canal quien ahora movía el balón, deslumbrando al pabellón con una jugada en solitario de bote y filigrana por detrás de la espalda incluida que terminó con un pase lateral a su compañera Natalia Martínez, quien se atrevió con el triple aunque el aro escupió su balón. Las locales seguían elaborando sus jugadas, como la que hicieron Valentina Rábago y Noelia de La Torre con pases picados entre todas las jugadoras de la zona, y que acabó con personal sobre Valentina, que convirtió los dos. El cuarto terminó con un marcador de 33 a 10.

Tercer cuarto: demostración de juego inteligente y rápido.

Tras el descanso, ambos equipos empezaron pisando muy fuerte, aunque la suerte y el acierto seguían estando de cara al equipo visitante. Como claro ejemplo de ello estuvo el inteligente robo de Paula Lozano, que en uno contra uno no pudo con la dureza de su defensora Ana Fernández. El juego de las locales se había tornado en una constante de internadas y salidas de la zona, con un arrastre muy inteligente de las defensoras que permitía crear espacios y que supieron aprovechar de manera brillante. Además, el cansancio y las prisas por remontar pareció hacer mella en el juego de las chicas de Santa María La Blanca, haciendo que cometieran más imprecisiones y permitiendo a sus rivales robar más balones y montar más contra-ataques, casi siempre en triángulo con la base y las dos aleros buscando rápido el fondo de pista. El cuarto terminó con una canasta de Noelia de la Vega sobre la bocina, mostrando en el luminoso un 51 a 17.

Cuarto cuarto: Santa María La Blanca intenta resistir las embestidas finales.

En el último cuarto se podría decir que solo hubo un equipo. El cansancio y la gran intensidad mostrada durante todo el partido había hecho mella en las visitantes, que estuvieron muy imprecisas durante estos últimos minutos del partido. Las locales por su parte comenzaron a jugar más con pases largos y diagonales buscando las rápidas internadas por las bandas, apenas hacía falta crear espacios porque las jugadas eran su mayoría de contra-ataque. Hubo un atisbo de seguir peleando hasta el final por parte de Ángela Sánchez con su triple para sumar 3 puntos al marcador visitante, pero Pilar Cano hizo lo mismo en la canasta contraria y aquello pareció acabar con las fuerzas que les quedaban a las chicas de Santa María La Blanca que, a pesar de haber sido un dignísimo rival, pudimos ver cómo se venían abajo anímicamente. Este último cuarto hizo que Natalia Figueroa, la capitana local, deslumbrase con su actuación y diera una clase magistral de baloncesto, culminando en partido con un triple. Finalmente, el marcador quedó 71 a 20.

Por su actuación, fueron elegidas jugadoras del partido Natalia Figueroa por parte del Padre Manyanet y Sofía García por parte de Santa María La Blanca.