Bonito partido el que aparecía en el  horizonte en el Liceo Francés de Madrid. Los locales recibían a Montessori en un duelo de altura, y nunca mejor dicho. Liceo Francés debutaba en la competición, mientras que los visitantes se deshicieron en el primer partido de Arturo Soria. 

Partido tremendamente físico el que ofrecieron desde el primer segundo Liceo Francés y Montessori. Mario Fata apareció como protagonista absoluto de la ofensiva de los suyos, mientras que los visitantes comenzaban a no poder seguir el ritmo local. El pick and roll y la dirección magistral de Andrés Haurie, diferenciales y claves para explicar el 11-2 tras cuatro minutos.

Montessori iba a remolque en todo momento, y sólo Ignacio Pató parecía tener claro cómo atacar a las torres de Liceo Francés. Pero Luis Gómez-Acebo en la pintura, en ambos aros, era demasiado para los visitantes. La altura, un factor muy diferencial. El 19-8 con el que murió el primer cuarto no era casualidad.

Liceo Francés era un rodillo. La altura mataba a Montessori, sólo poniendo centímetros con Adrián López. Y, mientras tanto, Pol Estapé hacía del pabellón su parque de juegos particular. Con la vuelta de los titulares de los locales, la ventaja se hizo aún más grande. Puntos a cuentagotas de Pablo Sierra ponían el 27-13 a cuatro minutos del descanso.

Sin Pablo Sierra, Montessori habría perdido muchas oportunidades en el partido. Pero con la manita de tres puntos del alero, la ventaja no pasaba de los 20 puntos de diferencia, por mucho que empujase Mario Fata. Una renta que finalmente llegaría tras irrumpir de nuevo Pol Estapé para llegar al descanso con el 41-21 final.

Liceo Francés no quería sustos, y salió a romperlo de manera definitiva. Montessori propuso una zona 2-3 para cortar las incesantes penetraciones y el juego interior, pero no eran capaces de cerrar las transiciones ofensivas. 51-28 tras cuatro minutos.

Lo tenía todo controlado Liceo Francés, a pesar de las intentonas de Pablo Sierra de enchufar de tres como medida de urgencia. Los locales no conseguían romper la zona de Montessori, pero la medida llegó demasiado tarde, pues la renta de 20 pesaba como una losa. 55-32 con un cuarto por jugarse.

Montessori no tiró la toalla. Sin Pablo Sierra, fue Juan Gómez el que tomó responsabilidades. Liceo Francés se relajó, empezó a cometer muchas faltas, y, de manera increíble, perdían la batalla por el rebote en el cuarto. Pero la renta era demasiado grande. Serían los locales los que sumarían la victoria, a pesar de dejarse ir en muchos aspectos en el último cuarto. Al final del partido, 69-49.

Partido completísimo de Luis Gómez-Acebo, el cual firmó siete puntos, nueve rebotes, dos asistencias, cinco robos y un tapón para 17 de valoración en 21:03.