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30 de Abril de 2021. Colegio Pureza De María
Cuartos de Final Masculino
FINALIZADO
Crónica: Laura García Higueras
Fotos: Luis Javier Benito
3 Mayo, 2021
Tras más de una década adueñándose de los viernes y de los pabellones, ya no es una novedad asegurar que la Copa Colegial es sinónimo de épica, entrega y emoción. Eso sí, siempre hay partidos que consiguen llevarla hasta su último extremo, apurar los 32 minutos con cambios de guion, euforia, lágrimas y tensión. Los Cuartos de Final masculinos disputados el pasado viernes 30 de abril en el Colegio Pureza de María fueron una clara muestra de ello. Un duelo igualado hasta el final que acabó con el triunfo de Escolapios 52-49.
El encuentro arrancaba en contra para los de Pozuelo, que salían por primera vez de su cancha en la edición, para tener que demostrar igualmente su valía en la cancha exterior de los de Conde de Casal; con su característica cuesta, y con unos aros solo aptos para muñecas con puntería muy fina. En los minutos previos al inicio del encuentro, ambas plantillas calentaban ya concentradas, serias y con unos entrenadores pidiendo intensidad. Y es que lo que venía por delante estaba llamado a ser un duelo protagonizado por jugadores con mucho carácter, ingenio y ansia por pasar a semifinales.
Primer cuarto: primera ventaja para Escolapios
El partido empezó precipitado, con ambos conjuntos sacando garra en defensa y sin terminar de ajustar sus ataques. La primera canasta la convirtió David Sánchez para Pureza de María, haciendo gala de su juego de pies. En frente, el 'lobo' Pablo Ardila lanzaba desde la línea de 6,25 y trataba de penetrar ante la férrea barrera de los locales; pero fue su compañero Adrián Barreñada el que en seguida entendió que quien más ventaja iba a sacar en este encuentro era él, gracias a su físico, su velocidad penetrando desde fuera de la zona y su esfuerzo en el bloqueo de rebote. De hecho, acabaría siendo el que más capturó, con un total de 13.
Pero volvamos al primer periodo, Barreñada materializó los primeros dos puntos de los visitantes, con canastas que ya se empezaban a celebrar con banquillos en pie, nerviosos y animando tanto por ellos como por las gradas todavía desangeladas por la pandemia. Antonio Cordero repitió para los de blanco. A falta de 4 minutos para acabar el primer cuarto, el mayor de los Ardila conseguía marcar por primera vez, desde la línea del tiro libre tras haber penetrado buscando la falta. David Sánchez, de Pureza de María, siguió tirando de galones capturando rebote, metiendo canasta y poniendo un tapón en la siguiente jugada a Carlos Muro. Pivot de Escolapios que, al más puro estilo Carlos Jiménez, se peleó en la pintura lo indecible durante todo el partido. Después de tomar aliento en un tiempo muerto, los jugadores de Jaime Gómez-Sellés, coach de Escolapios, firmaron 3 minutos de velocidad, robos, contraataques -y una canasta de pillo de su hermano Alfonso- que les permitieron acabar los ocho minutos 6 puntos por encima (6-12).
Segundo cuarto: Pureza reacciona con contundencia
Claro que, desde el otro banquillo, el entrenador Álvaro Izquierdo no tenía ninguna intención de dejar que su plantilla se viniera abajo. Les pidió mucho más, que tiraran, se concentraran y, sobre todo, confiaran. Y así lo hicieron, los locales consiguieron un parcial 21-11 que les permitió marcharse al descanso dos puntos por encima (27-23). Guillermo Martínez abrió el luminoso del periodo con un tiro debajo del aro, y suyos serían los siguientes dos puntos, gracias a que sus compañeros se abrieron en el campo para dejarle más espacio con el que superar en el uno contra uno. Alfonso Gómez-Sellés marcó para los visitantes entre medias, antes de que llegara el primer triple del partido, convertido por Javier Muñoz para Pureza de María, desde la esquina. Pablo Ardila sumó un tiro libre, seguido de un nuevo triple para los locales, esta vez a tablero y anotado por Jesús Moratalla. Gonzalo Borrachero sería el siguiente en marcar, sólo bajo el aro, tras engañar a la defensa con una finta. Gómez-Selles respondió para Escolapios, a quien a la vez respondió Martínez por Pureza. Moratalla metió un nuevo triple -también a tablero- poniéndose 23-17, seis puntos por encima de sus rivales.
Para cuando los visitantes parecían no encontrar los huecos y haber perdido atino en su juego, Barreñada firmó un canastón con el que forzó la falta y celebró con un grito que avivó a sus compañeros. Erró el lanzamiento, pero gracias al rebote y asistencia de Muro, pudo volver a marcar reduciendo la diferencia a dos puntos (23-21). Moratalla, por su parte, siguió firme en su cometido, penetrado desde el triple y marcando una nueva canasta. Tras robo de Barreñada y pase de Pablo Ardila, Carlos Gafas corrió al contra ataque logrando una nueva canasta para los Escolapios. Aun así, Pureza seguía sacando ventaja con segundos y terceros intentos gracias a sus rebotes. Sánchez Fresnillo fue uno de los que aprovechó la tesitura para marcar (27-23). A falta de 26 segundos, Escolapios pidió tiempo muerto. Pureza, por su parte, se puso en zona evitando que llevaran a cabo la jugada preparada y, pese a que hubo dos lanzamientos más, el marcador se quedó con los locales 4 puntos por encima.
Tercer cuarto: Garra, tensión y dos equipos igualados
Tras el descanso, tanto Escolapios como Pureza regresaban al campo habiendo experimentado tanto buenas como malas sensaciones. Los visitantes habían dominado el final del primer periodo; mientras que los locales lo hicieron en el segundo. Por lo que ambos conjuntos eran conscientes de que todo podía pasar y tenían a jugadores lo suficientemente enchufados como para concederles las últimas oportunidades. Eso sí, faltaba por ver si las dos plantillas serían capaces de mantener el nivel de intensidad de la primera mitad.
Martínez asistió a Sánchez en la primera canasta del periodo. Acto seguido, Pablo Ardila conseguía un 2+1 que celebró desde el suelo. La estrella visitante empezaba a sonreír después de un arranque menos acertado, en el que le costó que le entraran los puntos, pero siguió trabajando en defensa y generando juego para los suyos. Eso sí, acabó siendo el máximo anotador del encuentro con 19. Antonio Cordero, por su parte, marcó para Pureza, que seguía ganando 31-25. Los visitantes se habían colocado en una zona que poco a poco iba atascando el ataque rival, ávido de encontrar igualmente los huecos con los que mantener su dominio en el luminoso. El talentoso Sánchez anotaba de nuevo para los de blanco, antes de que los de rojo consiguieran acercarse impulsados por los puntos de Pablo Ardila, Gómez-Sellés y, cómo no, Barreñada. Coach Izquierdo pidió tiempo muerto para Pureza con el objetivo de romper con la buena racha de sus contrincantes. Sánchez sacaría de nuevo sus dientes para colarse dentro de la zona y sumar dos puntos para Pureza. Le siguió Dani Ardila en Escolapios, con una lograda entrada por la izquierda. Así, con los locales venciendo 36-34, entramos en los ocho minutos decisivos.
Cuarto periodo: billete de semis para Escolapios
Todavía quedaba un cuarto en el que sufrir, pelear, dejarse la piel y acertar. Pureza armó su zona 2-3 para descolocar a Escolapios. Ambas plantillas aumentaron un punto más su nivel de intensidad y agresividad en defensa con las que poner las cosas aún más complicadas a sus rivales. Pablo Ardila consiguió al fin su ansiado triple. "No me iba a ir de aquí sin meterlo", reconoció a su entrenador satisfecho mientras bajaba a defender. Con él puso a su equipo un punto por delante (36-37), a los que se añadió a los de su hermano Dani y el tiro libre de Muro (36-40). Muro, precisamente, marcó un triple asistido por Barreñada. Escolapios se ponía a falta de cinco minutos 7 valiosos tantos por encima (36-43).
Claro que, en frente, Moratalla estaba preparado para la hazaña, y respondió en cuestión de segundos con un triple para Pureza (39-43). Ardila anotó para Escolapios y, Moratalla, una vez más, sumó desde la línea de 6,75, tras pase de Martínez, que vio a su compañero metidísimo y no dudó en darle el balón. Con asistencia de Pablo Pérez, el propio Martínez consiguió poner a los de blanco a tan solo un punto (44-45). Así que sí, todo podía pasar. Cada jugada se convirtió en ese momento en una gesta aún más complicada que la anterior. Un tiro libre de Barreñada y otro de Dani Ardila mantuvieron el listón de Escolapios, mientras que Sánchez materializó una importantísima canasta para Pureza a falta de dos minutos.
Pablo Ardila se inventó una canasta para arrancar el minuto definitivo 46-49 para Escolapios. A falta de 26, Pureza de María pidió tiempo muerto y, a la vuelta, el mayor de los Ardila recibió falta, sumando uno de los dos tiros libres que daba alas a su equipo colocándolo 4 puntos por encima. Pero claro, entonces el titán Moratalla marcó un triple, a tablero, que revolucionó los segundos que quedaban. En seguida hicieron falta, sobre Pablo Ardila, que sumó los dos lanzamientos a falta de tan solo 5 segundos. Los locales, aún así, consiguieron llegar a tirar en el tiempo restante, aunque sin acierto. Con el pitido final, Escolapios se llevó el pase a semifinales 49-52.
Con la épica propia de la Copa Colegial, sobre todo tras un encuentro tan sumamente apretado y tenso -en el que reinaron las actitudes ejemplares de las plantillas, por cierto-, vimos lágrimas. El líder local, Moratalla se echó al suelo llorando por la impotencia de haber perdido. Uno de los árbitros fue precisamente uno de los primeros en acudir a levantarle. Ambas plantillas se saludaron y aplaudieron; antes de elegir a los MVP del encuentro. El propio Moratalla lo fue de Pureza, que sumó 17 puntos, 3 rebotes y 15 de valoración. Barreñada fue el elegido de Escolapios, con un total de 15 puntos, 13 rebotes y 20 de valoración. El próximo viernes 7 de mayo, su equipo disputará la semifinal contra Alameda de Osuna, en un partido que promete la misma -o más- emoción. ¡Mucha suerte!
Redacción. Hace 2 meses
Redacción. Hace 2 meses
Redacción. Hace 2 meses
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