Las repletas gradas del pabellón del colegio Jesuitas El Salvador fueron testigo de uno de los grandes partidos de Copa Colegial Zaragoza de los últimos años. Había ganas de retomar la normalidad tras las dos últimas ediciones marcadas por las restricciones del Covid y, desde luego, la tarde del pasado viernes pudimos disfrutar de todo lo que conlleva el baloncesto colegial: animación, público llenando hasta las bandas de la pista, ruido, emoción y un excelente duelo entre dos históricos de la competición.

Los primeros ocho minutos fueron de tanteo por parte de ambos equipos. Los locales, dirigidos por Antonio Ibáñez, trataban de llevar la iniciativa en el juego, pero Molière respondía con rápidas contras siempre capitaneadas por un imperial Ismael Bousalem, que anotó 7 de los 8 puntos de su equipo en el primer cuarto, en el que los Gallos terminaron un punto por debajo gracias y, a la par, por culpa de los aciertos bajo el aro de Bousalem y los tiros libres que erró, hasta seis, que marcarían sin duda el devenir final del encuentro (hasta 18 errores en el lanzamiento desde el tiro libre tuvieron a lo largo de todo el partido).

El comienzo del segundo cuarto tuvo color jesuita. Cuatro triples consecutivos salidos en tres ocasiones de las manos del MVP Wibo del partido, Pedro Trigo y, en la tercera, de Jorge Salas, desnivelaban la balanza y ponían por delante a los locales, logrando una máxima diferencia de diez puntos a seis minutos del descanso. Aún así, los de Álvaro Güetas, reaccionaban sacando la casta que cada año caracteriza a los chicos del Lycée Françáis Molière y lograban cerrar la primera mitad del encuentro solamente con seis de desventaja y la ilusión intacta por volver a una Gran Final que no pisan desde su subcampeonato del año 2016.

Tras el paso por el descanso, el cansancio parece hacer mella en unos Gallos que pecan de demasiada precipitación en su juego, buscando remontar su desventaja con acciones demasiado rápidas, algún tiro impreciso y cierta dosis de mala suerte en alguna acción clara, mostrándose incapaces de parar en el poste alto a Juan López, clave durante estos minutos en el arreón local que ponía a falta de los ocho minutos claves un 41-28 que parecía dejar las cosas claras en favor de El Salvador.

Pero la épica de los Gallos siempre entra en escena. Cuando peor pintaban las cosas, Samuel Echegoyen se sacaba de la manga dos triples espectaculares que podían dar vida a su equipo, pero, un no menos acertado Pedro Trigo iba a encargarse con otro buen lanzamiento de tres puntos de cortar las alas a los de Molière. A la desperada, entre Bousalem y Echegoyen conseguían ir recortando puntos, aunque el tiempo les apremiaba inexorablemente y, pese al triple de Echegoyen en el último suspiro, no daba margen para lograr revertir el resultado.

Un año más, Molière llegaba hasta la orilla sin conseguir alcanzarla, ante unos Canguros que jugarán una nueva Gran Final de la Copa Colegial Zaragoza, esta vez frente a Marianistas, otro histórico campeón de la competición.