Tras el varapalo de la eliminación de las chicas, el equipo masculino de Maristas se preparaba para darlo todo, al igual que sus compañeras, pero tratando de dejar la victoria en casa ante el Colegio Buen Pastor y llenar de dulce ese agrio sabor que dejó el partido anterior. Y no defraudaron. El equipo visitante mostraba clara superioridad física en cuanto a músculo en la pintura, pero mucho más tenía que demostrar para tumbar al rápido e intenso equipo local. El primer cuarto ya fue una auténtica declaración de intenciones por parte de Maristas: iban a por todo. Tan solo en los primeros ocho minutos de juego, la asfixiante defensa local provocó siete pérdidas en los visitantes, que daban lugar a fáciles puntos al contraataque. Esta faceta negativa del juego visitante marcaría el resto del partido, llegando a perder un total de 33 balones. Fernando Tallón Arias y Alfredo García Ortega fueron quienes impusieron el ritmo para Maristas en un primer periodo eléctrico, y que dejaba a Buen Pastor al borde del precipicio. (26-3).

Entrados en el segundo asalto, el tempo del partido no varió demasiado: un estelar Alejandro Díaz Mazorra, con tres robos casi consecutivos imponía su ley en defensa. En ataque, la magnífica dirección del juego de Pablo Gómez Domínguez y el acierto anotador de Jorge Morales Pérez hicieron inútiles las intentonas por parte visitante de un buen Víctor Pérez Raya. El bucle de pérdidas no hacía sino incrementar en el tercer cuarto, y solo un gran Juan Sánchez-Blanco Ruiz, Mejor Jugador WIBO de Buen Pastor, paliaba los efectos de la continua trampa en forma de telaraña que los Maristas habían implantado de media cancha hacia arriba. Su gran atletismo le facilitó la tarea de coger un buen puñado de rebotes y anotar bajo el aro y así ayudar a su equipo en la medida de lo posible. Se llegaba al término del tercer cuarto con todo más que decidido y con el marcador muy favorable para Maristas (66-14).

Y si esperáramos que la tensión del partido fuese a decaer, estábamos muy equivocados. Otras diez pérdidas lograron provocar los locales, liderados por los cinco robos de su capitán y Mejor Jugador WIBO, Jesús Ríos Casares, quien no solo contribuyó en defensa, sino con varias acciones de calidad en ataque buscando a sus compañeros y creándose sus tiros bajo los tableros. Juan y Víctor conseguían maquillar un poco el marcador para los visitantes y dejar así un resultado final de 80-19. Ya sin sus compañeras, les toca a los chicos llevar lejos el nombre de Maristas de nuevo en la competición colegial. La próxima parada será contra Portaceli y un José María en estado de gracia, pero equipo tienen de sobra para hacerlo. ¡Partidazo de cuartos se avecina! ¿Os lo vais a perder?