Se volvían a juntar dos amantes como son la Copa Colegial y el fortín de Maristas, quienes querían continuar su amor idílico hacia esta competición y repetir otro año más la gran final a la que consiguieron llegar en la edición de 2017. Pero antes debía sobrepasar un obstáculo muy duro: un histórico de la Copa como es el Colegio Safa Reyes, con más ganas que nunca y con equipo de sobra para luchar por el estandarte. El pabellón, como ya viene siendo costumbre, a reventar por un público que deseaba volver a ver a sus “tigres” rugir y pelear una tarde más. Se avecinaba un partido de infarto, y no defraudó.

Pocos segundos tardó Pablo Nieves Cubero, capitán de Safa Reyes, en anotar los primeros puntos del partido, a lo que respondió Alfredo García Ortega con otros cuatro de forma consecutiva. Pero los visitantes tenían mucho poderío interior, y de la mano de un excepcional cuarto de Francisco Flores Alexandre con seis puntos demostraron que al menos en la pintura no iban a perder. Maristas quería darle u último empujón al cuarto a través de su líder Arturo Pérez Morales y Mejor Jugador WIBO de Maristas, pero un espectacular tapón de Adrián Doblado García, Mejor Jugador WIBO de Safa Reyes al propio Arturo se ganó el silencio del respetable público asistente. Llegábamos a la conclusión del primer periodo con un resultado a favor de Safa de 14-11.

La intensidad y el ritmo de partido no disminuyeron en el segundo cuarto. Adrián se encargó de llevar en su espalda a los visitantes, con nueve puntos y un auténtico clínic de rebote ofensivo. Los tiros libres fallados por parte de los locales fueron un punto clave para que no consiguieran ampliar su ventaja, aunque entre Manuel Ríos Casares y el MVP Arturo lograron paliar esos errores y así llegar al descanso con un marcador de 27-25 para Safa Reyes. El guion estaba siendo el esperado: muchísima intensidad en ambos equipos y ninguno conseguía despegarse en el marcador. El objetivo era el mismo para ambos, pero solo uno podría alzarse victorioso tras el pitido final.

El tercer cuarto tenía los apellidos bien claros: Ríos Casares, pero su nombre era compartido. Jesús y Manuel dominaron el periodo de principio a fin. Mientras el primero conseguía anular al ataque rival mediante su incombustible defensa y dominio bajo los tableros, el segundo condenaba al contraataque una tras otra las pérdidas de los visitantes y el esfuerzo de su hermano en la otra mitad del campo. Para más inri, los visitantes perdieron a su capitán Pablo Nieves Cubero, que tras una lucha fortuita tuvo que abandonar la pista ovacionado por el público local.Pero cuesta creer que aun así Safa no se despegó del partido. Adrián no tenía la más mínima intención de dejar a su equipo en semifinales. Colocó el que posiblemente sea el tapón de la Copa Colegial 2019 y consiguió darle a su equipo la energía suficiente como para finalizar el tercer cuarto con un resultado apretadísimo de 39-40. Y todo aún por decidir.

Se iba haciendo eco del partidazo que estábamos presenciando, y el pabellón comenzó a llenarse aún más si cabe. Bocinas, bombos y gargantas dispuestas a animar a muerte a su equipo, a protestar cada acción comprometida desfavorable y a apretar cada vez que el equipo rival tenía la posesión del balón. Y es que con un público así da gusto jugar en casa. En cada canasta en el último periodo del líder local, Arturo, se caía el pabellón, pero las acciones de Salvador Velasco Migens y Fran mantenían con vida a los visitantes. Tensión, el público apretando de lo lindo, protestas, faltas técnicas debido a los nervios… la gran final se veía en cada canasta anotada más cerca… y en cada canasta recibida más lejos. Baloncesto colegial puro y duro. Tienes que vivirla. Llegaron los dos últimos minutos, y varias acciones de calidad de Fernando Tallón Arias dieron a Maristas una ligera ventaja de 6 puntos, lo que parecía un abismo para Safa, dado el apretado resultado que se daba constantemente. Pero el acierto de Daniel Galán Molina y de Julio Caro Romero devolvía la tensión al partido de forma inmediata. Una nueva canasta del MVP visitante Adrián, que acabó con 22 puntazos, metía de nuevo el miedo en el cuerpo a los locales. Pero si de MVPs va la cosa, no hay nadie del que hablar mejor que de Arturo. Tras la falta intencionada de Safa, tenía dos tiros libres para ampliar la ventaja a tres puntos a falta de 20 segundos para el final. Y como crack de este deporte que es, no le tembló la mano: ambos fueron “para la buchaca”. Julio no consiguió materializar el triple para forzar la prórroga, y tras el pitido final del árbitro (52-55), todo el pabellón gritó de alegría junto a sus jugadores. Eran de nuevo finalistas. El sueño estaba más cerca, quieren colgar el estandarte junto al que consiguieron las chicas hace 3 ediciones. Será contra el todopoderoso Instituto Caura, pero eso, es otra historia.