Volvía la Copa Colegial al patio de los Hipos pocas semanas después de haber disputado la Gran Final de la edición 2020. Los locales sufrieron, al igual que les ocurrió en aquella final, bajas de jugadores determinantes, como la de Jacobo Lacruz, su base titular.

El comienzo del partido fue un toma y daca en el que, sobre todo los Pandas, trataban de ajustarse, ya que no están acostumbrados a competir juntos en equipo, cosa que sí suce en el caso de Compañía de María. Tras un inicio muy igualado (6-9 para los visitantes), los de Pablo Molina parecían meter la directa con un parcial de 8-0 en el primer cuarto que les ponía por delante en el marcador, con una destacadísima actuación de un muy enchufado Telmo Baquedano.

El segundo cuarto tiene un desarrollo similar y, cuando parecía que los Hipos volvían a despegarse, los chicos de Andrés Franco aguantaron en envite llegándose al descanso con una ventaja de 5 puntos para Compañía de María.

Tras el paso por el descanso, comienza la segunda parte del encuentro intuyéndose un cambio radical en la intensidad de juego. Pablo Cortés imprime su carácter y aparece en ambos lados de la pista con ataques y defensas determinantes, logrando 23 puntos al final del partido, que le convirtieron, con gran diferencia, en el máximo anotador del partido. Esta situación provocó el primer tiempo muerto por parte local, que no surtió efecto e incluso los Pandas continuaron mordiendo cada vez con más fuerza a su rival, disparándose la diferencia para los visitantes hasta los 12 puntos de ventaja al término del tercer cuarto.

En los ocho minutos decisivos las sensaciones locales no acaban de ser buenas. Reducen ventajas hasta los 4 puntos con un Nicolás Gómez erigiéndose en protagonista reclamando el balón en cada jugada de su equipo. Pero Pablo Cortés, volvía a imponer su sello y Pablo Gutiéz su físico para decantar el partido en los minutos finales hacia el lado visitante y terminar imponiéndose por 11 puntos (48-59) en la siempre complicada pista de los Hipos Compañía de María que, de esta forma, e despiden de la competición sin poder optar por segundo año consecutivo a la Gran Final. 

Como anécdota, destacar la trayectoria de Nicolás Gómez, que jugaba su último partido en la Copa Colegial tras cuatro años consecutivos de presencia en el equipo de su colegio, en los cuales ha sido eliminado en todas las rondas posibles: octavos, cuartos, semifinales y final, sin haber logrado llevarse el ansiado Estandarte. Por su parte, los Pandas Rosa Molas esperan rival en su segunda presencia en semifinales en los últimos tres años: saldrá del partido que se disputa el próximo miércoles entre Gallos Lycée Français Molière y Liceo Europa Rams.