Hace poco más de diez días que Romareda Rinos se alzó con el Estandarte de la Copa Colegial Zaragoza 2020, el primero en su palmarés. Pero ayer, en el pabellón de su colegio, dio la impresión de que su sed de triunfo no ha quedado saciada en absoluto y dieron buena cuenta de unos Minotauros San Valero que comenzaron a un gran nivel pero fueron perdiendo fuelle con el paso de los minutos.

Carlos Roche, uno de los grandes protagonistas del partido, abría el marcador anotando consecutivamente en el 0-4 inicial de los Minotauros, que lucían por primera vez su camiseta "edición especial" para la Copa Colegial. Romareda reaccionó por la vía rápida tomando el mando en el marcador y rotando mucho el quinteto en pista, conscientes que su gran ventaja a lo largo del partido iba a ser la profundidad de banquillo, muy superior en número al equipo dirigido desde la banda por Manolo Herrera. Solamente la canasta de César Loris a 27 segundos del final rompía el empate y dejaba en ventaja a Romareda al final del primer cuarto.

El partido se rompe en el segundo periodo, con parcial 8-0 logrado con un excelente juego en equipo de los de Álvaro Blanco, moviendo bien el balón y haciendo correr a sus rivales. Tras el golpe en el tanteador, San Valero se rehace y las diferencias no se amplían, pero su juego empieza a depender demasiado de la inspiración de un Carlos Roche que anotaría más de la mitad de los puntos de su equipo. 

Tras el paso por el descanso las fuerzas comienzan a abandonar a los Minotauros. Romareda nota fácil y cada ataque de los visitantes es un suplicio para que San Valero consega anotar. Solamente cinco puntos en todo el cuarto por los 19 de los RInos que, con un 57-30 a falta de ocho minutos ya ven cumplido el objetivo de meterse en cuartos de final.

El último periodo es ya un mero trámite. San Valero baja los brazos conscientes de que la diferencia es inalcanzable. Mientras Romareda mantiene su chispa en ataque gracias a que todos sus jugadores han ido rotando (como dato, el que más minutos jugó fue Eduardo Casas con 15:02, mientras que en San Valero hasta tres jugadores superaron los 25 minutos en pista - Carlos Roche, Alejandro Marco y Alejandro Gil -), a San Valero ya no le sale nada ante la desesperación de su técnico que se desgañitaba en la banda. Minutos finales sin historia y triunfo para los vigentes campeones que, en cuartos de final, medirán sus fuerzas a Pingüinos Santo Domingo de Silos.