Los Suricatos venden cara su piel; Centurionas a la final

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24 Febrero, 2015|Dani Marzo|Comenta este partido

Las Centurionas de Salesianos jugarán la final de la Copa Colegial & Bifrutas Aragón por tercer año consecutivo y lo harán después de conseguir un sufrido triunfo en semifinales frente a los Suricatos de Bajo Aragón Marianistas, que tras tres cuartos mandando en el marcador, sufrieron el cansancio para caer in extremis.

Primer cuarto: Suricatos sorprenden

Todo estaba a favor para que las Centurionas lograran el pase a la final por tercer año. Jugaban en casa, arropadas por un buen número de espectadores y enfrente tenían a un Bajo Aragón mermado y escaso de rotación. Todo apuntaba la posibilidad de una victoria sencilla, pero la realidad fue muy distinta. Los Suricatos salieron con las ideas muy claras de lo que tenían que hacer, defensa zonal muy intensa y ataque canalizado por las manos de Pastor. Con esas armas, se iban por delante al final del primer cuarto mandando un claro aviso a su rival.

Segundo cuarto: Reacción vital de las Centurionas

Si bueno había sido el primer cuarto, mejor fue el comienzo del segundo para las Suricatas. Un parcial de 2-8 en los primeros minutos del segundo tiempo le metía el miedo en el cuerpo a las chicas de Salesianos, que veían como la renta aumentaba hasta el 9-17. Tuvieron que sacar lo mejor de sí. Apretó el público y la defensa para cerrar el primer tiempo con un 7-0 previo al descanso que dejaba el marcador equilibrado, 16-17.

Tercer cuarto: Se mantienen el equilibrio

Tras el descanso y 'Reto Bifrutas' mediante, el partido se reanudó con ánimo renovado y mismo resultado. Los dos equipos buscaban lo mismo, romper el partido para confirmar la victoria lo antes posible. Sin embargo, ante la misma voluntad, el resultado no podía ser otro que la igualdad. Parcial de 7-7 en el tercer cuarto que lo dejaba todo abierto para los últimos ocho minutos.

Cuarto cuarto: Las Centurionas se imponen

El escenario invitaba a la expectación, ante la incertidumbre de lo que podía pasar. Las Centurionas se presentaban como favoritas, pero habían ido a remolque durante todo el partido ante unas Suricatas que se mostraban perfectamente solventes para llevarse la victoria. Fue en el final cuando se sintió que Bajo Aragón pagaba el cansancio provocado por la escasez de efectivos ante un Salesianos que proponía siempre un ritmo alto de partido. Y lo acabaron pagando. Porque el público seguía apretando y porque las Centurionas poseen la experiencia de dos finales y el talento de una magnífica jugadora como Miriam Navarro. Su rabia sirvió para empatar el partido y a partir de ahí, conseguir aumentar la renta para no sufrir en exceso en los últimos instantes. Al final, victoria para Salesianos por 34-30 y prueba de madurez para un equipo que quiere que este sea su año.