Los octavos de final llegaban al Colegio Pilaristas entre los locales Osos y las Cabras de Gredos San Diego Moratalaz. Es uno de esos encuentros que ya desde la rueda de calentamiento ves que va a ser de mucho nivel, pues los mates, las carreras y los gritos de motivación estaban a la orden del día. En la grada no cabía un alfiler, desde Gredos habían desembarcado decenas de personas para intentar llevar a su equipo hacia los cuartos de final.

El ambiente que se respiraba era de día grande en la Copa Colegial 2019. Sin más preámbulos, vamos ya con el choque que vivimos este viernes en Pilaristas. ¡Balón al aire!

Primer cuarto: Alto voltaje desde el salto inicial

Arranque espectacular de partido con dos estilos muy diferentes los que presentaban ambos equipos, ya que mientras Gredos era intensidad pura en cada balón, en cada lucha y en cada salto, Pilaristas trataba de imponer la calma y la paciencia en su juego, sabedores de que el partido es muy largo y no querían empezar con nervios desde el arranque.

Ese estilo que presentaba ‘Coach Palau’ dio muy buenos resultados en los primeros minutos, pues lograban encontrar siempre un pase más sin necesidad de complicarse la vida, y ese pase siempre solía ser para Luis Moya, que arrancó de manera espectacular el partido y suyos fueron los seis primeros puntos de pilaristas.

Un canastón tras reverso de Guillermo Fernández obligó al entrenador visitante a pedir tiempo muerto para aclarar las ideas de sus chicos. En apenas los dos minutos posteriores al tiempo muerto, recibieron dos técnicas que aumentaban ligeramente la ventaja de Pilaristas hasta el 12-4.

Ese sí pareció ser un momento clave para los visitantes, que decidieron poner una defensa en zona y centrarse en la remontada. Esa zona les dio mucha vida, les permitió robar balones y correr dos contraataques para confirmar que ya no estaban tan cómodos los Osos.

El ruido era ensordecedor en el pabellón, y eso hizo que los tres minutos finales del primer periodo estuvieran gobernados por el descontrol, las pérdidas de balón y las precipitaciones, por lo que lo mejor fue llegar al descanso entre cuartos y que ambos entrenadores tuvieran tiempo para analizar el 12-8 del marcador con sus jugadores.

Segundo cuarto: Minutos dignos de una final

“No nos cogen ni un rebote”, era la frase que gritaba una y otra vez Adrián Pérez, el gigantón de Gredos, mientras saltaba de nuevo a la cancha.

A pesar de que Pilaristas anotó nada más arrancar el segundo periodo, gracias a Santi García, Gredos volvió a enfocar mejor esa altísima intensidad y logró un espectacular parcial para darle la vuelta al marcador. En ese momento, el partido se podía analizar como si fuera una etapa de montaña de ciclismo, en la que Gredos era ese ciclista que es todo pasión e intensidad que no para de lanzar ataques, mientras que Pilaristas es el ciclista que de la cabeza fría que tiene un ritmo y no lo altera, y eso implica no responder a los ataques, confiando en que el rival baje el ritmo en algún momento.

Gracias a la defensa en zona y a la locura en ataque, Gredos mantiene el parcial hasta el 0-10, logrando una ventaja en el marcador de 4 puntos (14-18). Entonces llega otro momento cortocircuito para las Cabras de Gredos, que no saben gestionar la ventaja y vuelven a precipitarse en ataque con balones perdidos y, lo que es peor, descuidan por primera vez su zona, permitiendo dos rebotes ofensivos a Pablo González Longarela, que se iba hasta los seis puntos y devolvía la ventaja a su equipo y el parcial de 9-1 a los visitantes.

El último minuto fue un auténtico correcalles en el que Gredos se encontró cómodo y Adrián Rebollo sumó dos canastas más (8 puntos al descanso) y equilibró el resultado hasta el 25-23.

Tercer periodo: La tensión aumenta y cuesta gestionarla

*El tercer periodo arrancó con el aviso a una serie de aficionados para que no se dirigieran a los árbitros y a los jugadores en términos que la Copa Colegial condena enérgicamente. A los partidos de la Copa se viene solamente a animar a nuestro colegio. Ese es el espíritu que debe prevalecer siempre.

En cuanto al juego, Pilaristas trató de cambiar una parte de su juego, y es que se dieron cuenta de que si Gredos lograba plantar su defensa en zona, a ellos les costaba atacarla, por lo que trataron de correr gracias a aumentar la intensidad defensiva. Dicho y hecho, ya que Pablo González Longarela volvía a coger el testigo anotador y suyas fueron las dos contras que aumentaban la ventaja de Pilaristas hasta los seis puntos.

Al ver que los Osos se escapaban, Adrián Pérez dio por fin el paso al frente que su equipo le pedía y anotó su primera canasta. Pero Gredos no supo gestionar la situación, perdiendo a tres jugadores para lo que quedaba de partido. Pilaristas recuperó entonces la ventaja en el marcador hasta colocarse cuatro arriba. Por suerte para los visitantes, un último minuto mágico de Adrián Rebollo le situaba en 12 puntos y lo que es más importante, empataba el marcador a 34 a falta del último periodo.

Último cuarto: Pilaristas se aprovecha de la locura de Gredos

Gredos arrancaba los ocho últimos minutos con tan solo seis jugadores disponibles, pero con la idea de que pese a todo lo ocurrido, todavía tenían muchas opciones de ganar el partido.

La idea de ambos equipos al arrancar el último periodo era muy similar, aunque con matices, ya que eran ocho minutos para darlo todo en la pista, con la ventaja para Pilaristas de que tenía mucho banquillo del que tirar, mientras que Gredos iba a intentar que la batería le durara lo máximo posible.

Entre Luis Moya, Santi García y, especialmente MVP Longarela, los Osos dieron un primer arreón para llegar al +6, pero la primera canasta de Alejandro Sequeira daba esperanzas a Gredos, que se veía a cuatro puntos con cinco minutos por jugar.

Las fuerzas estaban más en el lado local, que parecía dar el golpe definitivo con un par de mates y otro nuevo parcial de 8-0, respondido con un gran triple por las Cabras de Gredos, pero ya no habría más opciones para ellos, pues nuevamente se enzarzaron en discusiones con los árbitros, siendo expulsados el entrenador y otros dos jugadores.

La victoria ya estaba en la mano de Pilaristas, que certificaba con el 61-41 una gran tarde de doblete y que, liderados por los 24 puntos y 8 rebotes de Pablo González Longarela, se metían en los cuartos de final, donde ya espera Irlandesas para lo que va a ser uno de los grandes duelos de la Copa Colegial 2019.