El rugido de las Leonas

18 Febrero, 2019|Crónica: Nacho Bonilla. Fotos: Miguel Lorén| Comenta este partido

El rugido de las Leonas Marianistas se escuchó en toda la selva del baloncesto colegial. Las chicas, dirigidas en este partido de forma interina por Miguel Colom, se plantaron por primera vez en semifinales de la Copa Colegial Zaragoza tras vencer a Cañoneras Corazonistas en un partido en el que no dieron ninguna opción a las locales.

El primer cuarto solamente tuvo un color: el blanco marianista. Un 3-17 de inicio dejó las cosas claras desde el comienzo, con una Cristina Echávarri imparable bien secundada por Laura García, que ya apuntaba a MVP Wibo desde el comienzo y por Gabriela Ruiz, que impuso su criterio a la hora de dirigir el juego de las Leonas. Las de Luis Bueno no eran capaces de anotar con facilidad y solamente cuatro puntos logrados en los últimos segundos del cuarto lograron maquillar un poco el marcador y dejarlo en solamente 10 puntos de desventaja, algo cortos para lo visto en estos minutos.

El segundo cuarto siguió la misma línea. Las Leonas endosaron a sus rivales un 2-10 para empezar, lo que dejó ya muy tocadas a unas Cañoneras a las que no les entraba nada. Carla García se unió al festival anotador de las marianistas, que afilaron los colmillos y no dejaron los deberes para el final: 17-36 era una renta más que apetecible para irse tranquilas al periodo de descanso.

Corazonistas toma un poco más el ritmo del partido tras la salida de vestuarios, defendiendo con mayor intensidad y logrando anotar con regularidad. Sin embargo, no es suficiente para reducir distancias, puesto que las Leonas, aunque con el pistón ya bajado, amplían incluso en tres puntos más su ventaja, con su capitana, Blanca Herrero, destacada en estos minutos.

Una gran generación de Cañoneras vivien sus últimos ocho minutos en la Copa Colegial Zaragoza. Ana Chicapar, Marta Ferrando, María Gracia, Adriana Lería, Inés Martínez e Inés Herrero son nombres que llevan ya muchos partidos colegiales a sus espaldas, sin los que la competición se nos va a hacer extraña en la edición de 2019. Fueron minutos de despedida, quizás no de la forma en la que ellas esperaban, pero el partido ya no daba para más y las Leonas soñaban con ser las nuevas reinas de la selva a costa de unas Cañoneras que volvieron a quedarse con la miel en los labios. El Estandarte tendrá que esperar un año más.