Las Leonas intentaron reinar en la selva de baloncesto colegial. Y cerca estuvieron de conseguirlo pero, en un partido vibrante, pequeños detalles desnivelaron la balanza y devolvieron el trono perdido un año atrás a las chicas de Romareda. Su dominio en la Copa Colegial Zaragoza es absoluto: seis Estandartes en siete participaciones y un solo partido perdido en siete años. Pero ayer tuvieron que sudar mucho para llevarse una mínima victoria por dos puntos de diferencia.

Primer cuarto:

El partido comenzó con mucha intensidad. Las Leonas, apoyadas por una grada que no cesó de cantar y animar durante los 32 minutos de partido, trataron de llevar la voz cantante en los primeros minutos. Dos triples consecutivos de Reyes Garasa para poner un 6-1 inicial hacían intuir que Romareda no iba a tenerlo nada fácil. Paula Casas fue el referente anotador de las de Víctor Serón para ir equilibrando la balanza, con flashes de calidad de una Cristina Montón que lo intentó todo pero no estuvo especialmente afortunada de cara a canasta. El 15-15 que reflejaba el marcado al final del primer periodo indicaba la igualdad que se había visto en la pista.

Segundo cuarto:

El ritmo baja en el segundo periodo. Los dos equipos se muestran más contemplativos y pendientes de tener los mínimos errores posibles. Romareda consigue llevar la iniciativa tras ponerse por delante (17-20) merced a los puntos de Montón y Sandra Camarón. Pero el partido está en una fase en la que no entran las canastas y las pérdidas de balón hacen que incluso se busque pocas veces el aro rival. Hasta que entra en acción Gabriela Ruiz que, a la postre, sería MVP Wibo de Marianistas y se echa el equipo a la espalda. Las diferencias no aumentan, las Leonas recuperan la tranquilidad y solamente una canasta final de Lucía Carmen lleva una ventaja de dos puntos al casillero de Romareda de cara al descanso (22-24).

Tercer cuarto:

Una Gran Final es una Gran Final. Los nervios y el ambiente pasan factura y, tras la salida de vestuarios, la grada es una caldera y las jugadoras parecen conscientes de lo que se están jugando de que, para alguna de ellas, es la última oportunidad, su último partido en la Copa Colegial. Y cuesta anotar. Romareda tira de experiencia y de la buena mano de Lucía Carmen quien, con sus puntos, pone una diferencia máxima de cinco arriba para Rinos. A partir de ahí, a 2:56 para el final del cuarto, las visitantes desaparecen y no vuelven a anotar en lo que resta de periodo, lo que aprovechan las Leonas para volver a dejar las cosas como estaban. El parcial es solamente de 8-8, lo que coloca un 30-32 a 8 minutos del final y la resolución del partido en el aire.

Último cuarto:

El público de Marianistas ruge. Saben que su equipo puede lograr el primer Estandarte femenino. Gabriela Ruiz da primero y, con dos triples espectaculares, pone por delante a las Leonas 36-32. Con la igualdad existente, parece que 4 puntos son un mundo. Pero ahí está Cristina Montón, siempre una Montón en Romareda, para clavar otro triple que significa que Romareda nunca se rinde. ¿Y las Leonas? Tampoco. Y Gabriela Ruiz menos. 9 puntos consecutivos para ella y vuelta a los 4 de ventaja. Se desespera Víctor Serón en el banquillo. Una pérdida más falta de Reyes Garasa, cuando Marianistas tenía posesión da la oportunidad de acercarse a Romareda. Lucía Carmen anota y las Leonas se quedan con un solo punto de ventaja a falta de 1:26 para el final. Y además, se quedan tocadas anímicamente. Tenían el partido en sus manos y ahora puede pasar cualquier cosa. Como por ejemplo, que nos plantemos a 9 segundos del final con 43-45 y Reyes Garasa disponga de tres tiros libres que pueden poner por delante a las Leonas o forzar la prórroga. Pero la presión es máximo y solamente entra uno de los tres. La propia Garasa intenta dar una última oportunidad a las suyas con una falta postrera a falta de 4 segundos, pero Montón convierte desde la línea de tiros libres uno de sus dos intentos y no hay tiempo para más. Romareda se lleva el Estandarte.

Lucía Carmen es elegida Mejor Jugadora de la Copa Colegial Zaragoza 2019 y Romareda Rinos lucirá en su pabellón su sexto Estandarte. El público reconoció el esfuerzo de ambos equipos con una gran ovación final porque, sus Leonas, han rugido muy fuerte este año pese a quedarse a solamente dos puntos de lograr su sueño. En 2020 habrá otra oportunidad. Ya queda un día menos.