Conforme el momento se acercaba, se podía intuir que lo que se avecinaba no era un partido de baloncesto más. Se podía saborear esa sensación de que algo mágico se iba a acontecer en las pistas del colegio Compañía María de Sevilla. Se venía encima una de esas tardes en las que se demuestra que esto no es solo baloncesto, es baloncesto colegial. Un homenaje al baloncesto más verdadero, más competitivo y más deportivo.

Los alicientes no eran para menos, dado que se enfrentaban dos conjuntos que suman un total de tres títulos de la Copa Colegial. A un lado de la pista, Compañía de María se presentaba como el único equipo femenino que ha conseguido hasta la fecha dos estandartes, concretamente en las dos primeras ediciones. Al otro, unas chicas de Maristas que lograron alzarse victoriosas en la edición del año pasado y que han estado presentes en las últimas dos finales. Además, todo se veía alimentado por los precedentes entre ambas, que colocaban a Maristas con una ventaja de 2-1.

Sin duda alguna, un partido de vértigo capaz de crear una expectación enorme. Así, fueron llegando progresivamente decenas y decenas de aficionados de ambos conjuntos, así como meros amantes del baloncesto que estaban dispuestos a asistir a algo histórico. De nuevo, todo giraba en torno a la gran fiesta de la Copa Colegial Sevilla 2017.

Y como buena fiesta que se precie, comenzó por todo lo alto. Las tigresas de Maristas empezaron completamente enchufadas, ganando el salto inicial y demostrando con un 2+1 de Marina Seco de Herrera que no iban a regalar nada. En cuanto a las defensas, ambos equipos comenzaron aplicando sendas presiones a toda pista que provocaron que la intensidad fuera máxima. Cada balón dividido, cada rebote o cada pase, cada acción, se convertía en una apasionante lucha entre dos conjuntos que lo entregaban todo. La igualdad y la tensión eran máximas, siendo los numerosos robos de balón de Reyes Álvarez de Toledo la clave para que Maristas finalizara el primer cuarto con una pequeña ventaja (12-15).

En las gradas, también se libraba otro duelo entre dos aficiones que se dejaban la garganta, tratando de llevar en volandas hacia la victoria a sus pequeños ídolos. Un ambiente inmejorable que se veía inundado por cánticos y gritos de ánimo que hacían aún más palpable la ilusión que rezumaba por cada uno de los rincones de la cancha. Una atmósfera embriagadora capaz de erizar los vellos de cualquiera de los presentes y que suponía un marco magnífico para que el baloncesto colegial sevillano se pudiera lucir de nuevo.

Y fue entonces cuando llegó el segundo cuarto, y con él uno de los mayores parciales que se han vivido en la historia de la Copa Colegial Sevilla. Nada más y nada menos que un impactante 18-0. Unos minutos en los que las jirafas de Compañía se hicieron dueñas de una pista sobre la que deslizaban a una velocidad vertiginosa en constantes contragolpes, merced a una defensa en zona 2-3 majestuosamente ejecutada. Un perfecto ejemplo de que un buen ataque se basa en una buena defensa. Fue demoledor para sus contrincantes. Un vaivén de embestidas locales que tuvo en Pilar Ruiz del Portal a su principal ejecutora, explicando el porqué de su denominación como Mejor Jugadora WIBO de Compañía. Y es que la jugadora fue autora de unos números de altura: 21 puntos, 12 rebotes y 4 asistencias.

Fue ella quien además puso el broche de oro al parcial con un auténtico triplazo, continuado en la jugada siguiente por un poderoso 2+1. Dos jugadas de máxima calidad que culminaron un segundo cuarto perfecto para las suyas y que enviaba el partido al descanso con un 19-34 en el marcador. Una brecha de 15 puntos que ya fue insalvable para las chicas de Maristas. “Simplemente nos han traicionado los nervios. Podíamos haber dado muchísimo más, pero el partido se nos ha escapado de las manos en apenas cinco minutos de juego”, comentó al respecto Elena Merón, capitana de Maristas y nombrada Mejor Jugadora WIBO de las suyas.

Ahora bien, nadie podrá decir jamás que las chicas de Javier Ramos perdieron la esperanza en algún momento. Durante toda la segunda mitad, siguieron intentando mediante todos los medios que la distancia en el marcador se fuera reduciendo. A base de constancia y esfuerzo, remaron todas juntas, unidas, por ese objetivo común. No obstante, las chicas de Compañía de María fueron capaces de responder a cada una de las envestidas con mucho tesón y oficio.

De esta manera, el segundo tiempo no fue sino una espléndida exhibición de un baloncesto frenético y de calidad por parte de ambos equipos. Se entró así en una dinámica de juego de lo más igualada que favoreció a las jirafas de Compañía, dado que vieron cómo poco a poco iban pasando los minutos sin que hubiera excesivos cambios en el electrónico. Por su parte, los ánimos provenientes de ambas aficiones jamás cesaron, aportando un toque de magia a un encuentro que llegó a su conclusión con el marcador de 54-39. Una ventaja de 15 puntos a favor de las locales; diferencia que casualmente coincide con la que consiguieron al descanso tras ese prolífico segundo cuarto, del que vivieron el resto del partido y que supieron defender perfectamente.

Lo que está claro es que la Copa Colegial Sevilla 2017 sigue, y Compañía de María no va a esconder sus anhelos ni su ambición. Las palabras de Pilar Ruiz del Portal así lo atestiguaban: “Este año, y sobre todo después de vencer a las vigentes campeonas, nos veo capaces no solo de ganar las semifinales, sino también de hacernos con la Copa”. Por su parte, Maristas se marchaba con la cabeza bien alta, conscientes del gran partido jugado. Pensando ya en el futuro, la capitana de Maristas Elena Merón comentaba: “El año que viene, ilusión no nos va a faltar, y aunque este año no ha podido ser, ya demostramos el pasado que se puede conseguir”.

En cualquier caso, la emoción está asegurada en semifinales, donde Compañía de María llegará con una motivación tremenda para enfrentarse a SAFA Reyes en un duelo donde nada está decidido. Pronto llegará ese partido, así que prepárense. Porque esta Copa Colegial Sevilla 2017 va a seguir dando mucho que hablar.