La gran final de la Copa Colegial Sevilla 2.017 ha enfrentado a Maristas San Fernando y a San Isidoro en el pabellón del colegio trianero. El gran dominio del rebote, tanto defensivo, pero sobre todo, ofensivo, dio a los debutantes su primer estandarte ante los locales, que no pudieron darle una alegría a su afición, a pesar de jugar con mucha casta.

Comenzaba el partido con unos buenos minutos de los locales, que hacían valer el factor cancha ante un Instituto San Isidoro que se mostró muy nervioso en los primeros minutos. Los primeros puntos en subir al luminoso fueron dos tiros libres de Fernando Cayero. Las canastas de Arturo Morales, Juan Martínez y un espectacular alley oop de Jesús Ríos, dieron a Maristas San Fernando una ventaja de 7-0  en los primeros dos minutos de encuentro. El conjunto céntrico reaccionó con dos tiros libres anotados por Chema Robles. Poco a poco los chicos dirigidos hoy por Alfonso García, fueron calentando la muñeca hasta llegar a un igualado 9-8 a favor de Maristas después de una gran canasta de Andrés Rodríguez. Tras la reacción de los de Amor de Dios, Maristas mostró otra vez su mejor cara y se pusieron seis puntos por encima con un triple increíble de Arturo Morales para poner el 14-8. En los últimos minutos del primer cuarto, los visitantes tuvieron la oportunidad de abrir brecha en el luminoso, pero no estuvieron acertados desde la línea de tiro libre y al término de los primeros ocho minutos el resultado era de 14-18.

El segundo cuarto fue el más desigualado de todos. Los chicos del Instituto San Isidoro mostraron una ventaja apabullante tanto en la pintura como en el rebote ofensivo y se distanciaron en el marcador. Pablo Bonilla, que a la postre recibió el honor de ser el Mejor Jugador Wibo de los campeones, se convirtió en la estrella del partido, ya que en tan sólo ocho minutos anotó 12 puntos (dos triples) y levantó a la afición visitante, que enloquecía con el partidazo del '6' de los visitantes y pedía el MVP para el pivot. Pero el la segunda contienda tuvo muchas cosas más reseñables. A falta de cuatro minutos, Arturo Morales volvía a anotar de tres, pero la réplica no iba a tardar en llegar y en la siguiente jugada, Andrés Rodriguez también sumaba tres puntos para los suyos. La ventaja al descanso ya era preocupante para los seguidores locales, que veían como la oportunidad de conseguir el estandarte se alejaba (24-39).

Tras el descanso, los pupilos de Alejandro Fernández saleron mucho más calmados y sus ataques eran más arbolados. Sólo la grandísima actuación de Edu Roca, que puso hasta tres tapones en menos de un minuto, cortó el ímpetu de Maristas al comienzo del tercer cuarto. Poco a poco las diferencias volvían a ser notables. Las canastas de Andrés Rodríguez, Edu Roca, Pablo Bonilla y un triple de Mohamed Adiouban, levantaron a los muchos aficionados visitantes desplazados hasta el pabellón trianero. A falta de tres minutos para el final del tercer periodo, los de Fernández comenzaron a reaccionar y volvieron a anotar con facilidad. Fue el momento de jugadores como Jesús Ríos, su hermano Manuel, Pablo González, Julen Letamendía, que fue el Mejor Jugador Wibo de Maristas San Fernando, y un inconmensurable Arturo Morales, que con su garra logró acercar a los locales en el luminoso al final del tercer acto (34-57).

Ya en el último cuarto, los jugadores de Maristas tiraron de garra para intertar la heróica. La gran actuación de Jesús Ríos en los últimos ocho minutos de encuentro, ayudado de Nacho Ramos y Fernando Cayero, propició que los aficionados locales llegara a pensar en la remontada con un parcial de 7-0. Pero los chicos de Alfonso García, que hoy suplía a Miguel Rodríguez, que era baja por motivos personales, no estuvieron acertados en los últimos instantes, pero su ventaja en los tres cuartos anteriores, les valió para poder jugar con más tranquilidad. Al final, a pesar de la casta de Maristas, las diferencas eran evidentes en el luminoso al final del partido (53-65). El Instituto San Isidoro se alzaba con su primer estandarte en el año de su debut en la Copa Colegial Sevilla y Andrés Rodríguez se proclamaba Mejor Jugador Wibo del torneo en su V edición en un verdadero partidazo de baloncesto.