La victoria por 7 puntos de Champagnat beneficia a EPSA, repescado. El 76% en tiros de 2 de Maristes, clave para entender un triunfo liderado por Pol Vidal. Oriol Borràs, coraje y corazón

El último partido de la primera ronda de la Copa Colegial enfrentaba a las escuelas Virolai y Champagnat Badalona. El pabellón del Virolai, situado en las alturas de Barcelona en la zona del Carmelo acogía con holgura el cierre de la primera tanda de partidos.

En cancha, dos equipos innovadores. Al menos en cuanto a las zamarras que vestían. Champagnat apostaba por un pantone rosa muy parecido al logo de PRIMICITY, mientras que Virolai se ponía una indumentaria combinando el negro y el naranja con un degradado sensacional. En los compases iniciales, Virolai llevaba la voz cantante. Pol Domingo –con un triple para quitarse el sombrero- y Artur Peña –con un genial 2+1- colocaban el primer parcial en el luminoso (7-4, min 3). Pero rápidamente reaccionaba Maristes, que con Pol Vidal en la pintura se aseguraba todas las capturas internas. Y con ello jugaba mucho a favor el equipo de Badalona, que ponía el turbo también en defensa y cerraba filas para que ningún jugador de Virolai pudiera penetrar. Los chicos de Conde y Zabaleta arriesgaban demasiado desde la línea de tres y esto no les daba beneficios por el momento. Eso sí, a la que se despistaba un momento Champagnat, a degüello iba Virolai. Los anfitriones se lanzaban a la yugular comandados por Oriol Borràs,  pero Champagnat demostraba ser más listo en este primer cuarto. No vendían gato por liebre y se ponían 11 a 14 arriba.

Carles Canillas,  entrenador visitante sucesor de Javier Espinosa en la bancada magenta, apostaba por una defensa en zona para lograr frenar a Oriol Borràs. El alma de Virolai percutía constantemente en la zona, pero por el momento los visitantes no lo lograban parar. Tras varios toma y daca, Virolai se iba entonando y empezaba a trazar jugadas de alto calado. Un parcial tremendo de 8 a 1 daba la vuelta al partido y Virolai se venía arriba. La afición, que poco a poco iba llegando al pabellón del Carmelo en aras de los cortes de tráfico de última hora, empezaba a hacer sonar el bombo. Pero muy tímidamente. Solo les faltaba una alegría de las buenas para encender la mecha… Y esta llegaría. ¡Y de qué manera! Oriol Canal medía su pulso para forjar una perfecta entrada a canasta y provocaba los chillidos del público. Pero cuando Bernat Planas la rompía desde el triple…. ¡OMG! En un auténtico infierno se convertía el Virolai Arena. La calidad y superioridad que estaba mostrando el cuadro “negranja” en este periodo era espectacular. Veinticinco a veintiuno andaba el cuarto a falta de dos minutos, pero un inteligente reset de Pol Canillas devolvía la confianza a Champagnat, que afrontaría el último acto 3 abajo tras un triplazo del incansable Borràs (33-30).

Tremenda igualdad. Este era el ambiente que se palpaba en la mesa de control. Claramente había dos frentes abiertos. Uno en cada equipo. Por parte de Champagnat, se intentaba apostar todo a la pareja de pívots formada por Gerard Gómez y Pol Vidal. Ambos son viejos rockeros de la competición y este saben que es el último año que la van a poder disfrutar. Ellos estaban haciendo una muy buena faena en la pintura, pero no contaban con que la principal baza de Virolai llegaba desde fuera de ella. Martí Aluja,  con una gran visión de juego, junto a un inspirado Ferran Marías rompían los esquemas de los exteriores badalonenses. Y si a ellos le sumas un aro pasado y un “yo me la guiso, yo me la como”  de Oriol Canal desde la línea de tres, el choque realmente se estaba poniendo para verlo incluso con palomitas de maíz. Con 47 a 45 en el tanteo global, se seguían repitiendo las dinámicas. Ahora era Marc Peralta el que se sumaba a la fiesta de Virolai, a lo que Gerard Gómez le replicaba con un nuevo encesto desde el semicírculo a falta de 60 segundos para cerrar el penúltimo cuarto. Los cláxons y las bocinas volvían a trompetear desde la gradería visto el último periodo que se avecinaba (51-49). Desde luego hacía muy buena pinta…

Los BIE comandaban el comienzo del último asalto. Un asalto que se antojaba un duelo a cara de perro. Siempre con deportividad, ambos colegios ponían ahora más que nunca todas sus fuerzas para completar la hazaña y obtener el billete a octavos de final. Las dos escuelas estaban ansiosas por llevarse el gato al agua, pero si alguien estaba nervioso entre el centenar de personas y aficionad@s que se habían acercado hasta la cancha de la calle Ceuta, este era Mauro Mateos, el entrenador de EPSA. La Escola Pia Sant Antoni era una de las escuelas más pendientes de este choque y el míster no se perdía el partido. Si el resultado entre Virolai y Champagnat era de menos de 4 puntos, EPSA se iría a la calle. Por el contario, si alguna de las dos escuelas ganaba por más de 4 puntos, Mateos respiraría tranquilo durmiendo hoy con el billete de octavos de final bajo la almohada. Y volviendo al terreno de juego, el empate persistía en el electrónico. Aluja (Virolai) y Gómez (Champagnat) cabalgaban para llevar el partido a unos últimos dos minutos realmente frenéticos. La distancia por ahora era de 5 puntos, lo que beneficiaba a Sant Antoni. Champagnat parecía tener la sartén por el mango, pero no valía dormirse en los laureles. Conde solicitaba un nuevo timeout para que Virolai se reenganchara al choque (7 abajo, 54-61), pero Vidal es mucho Vidal. El pívot magenta demostraba que se las sabe todas y volvía a cerrar el candado en defensa. Sus 13 de 14 en tiros de dos  (y los 8 de 12 de Canillas) fueron claves para la victoria final de Champagnat, que no sufriría en el último minuto. Cincuenta y cuatro a sesenta y uno y Champagnat que cierra la lista de octavofinalistas. Ellos y EPSA. Mateos, respira… ¡Estáis en el TOP 16!

Oriol Borràs (Virolai) y Pol Vidal (Champagnat) fueron elegidos MVP’s del partido.